Capítulo 28

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Capítulo 28

Estaba escondida detrás de un gran estante en la sección de Historia. No sabía si caminar y sentarse frente a él, o irse por donde vino. Pero la mayor pregunta era: ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué quiso ir? ¿Qué le diría?

-¿No te acercarás o seguirás espiándome? – dijo Sehun en voz baja aún con la mirada en su libro. Demonios, la había pillado. Se sonrojó y se puso nerviosa. ¡¿Pero que demonios le estaba ocurriendo?!

A pasos lentos y obligados llegó hasta quedar frente a él. Y ahora la pregunta era: ¿Qué haría? No estaba dispuesta a oir un: “Eso no tuvo que suceder”. O “”disculpa, no quiero que te ilusiones, siempre lo hago.” Nunca en su vida le había oído escuchar, odiaba los hombres así.

Sehun despegó la vista del libro de Historia Griega. Tener a Valeria frente a él había sido completamente inesperado. Nunca pensó que ella iría a buscarlo a la biblioteca para hablar de eso. No después de que ella lo estuvo ignorando toda la mañana.

-Siéntate. – dijo él regalándole una tímida sonrisa.

Ella obedeció.

-Sehun, necesito… - la interrumpió.

-Primero yo, ¿si? – preguntó.

-Claro. – sonrió ella.

-No voy a decirte que siento mucho haberte besado. En realidad, no me arrepiento, creo que siempre esperé besarte. Aún no sé el por qué de mi acto, pero no me arrepiento. Pero si quiero disculparme por haberte tomado de improviso. Se que estás incómoda, lo noté anoche, y también hoy en la mañana. Discúlpame.

El corazón saltó de felicidad. Acababa de decirle que no se arrepentía, y eso le hizo sentirse bien. Aunque no conocía la verdadera razón de su felicidad, sonrió. Ya no tenía de que preocuparse, no tenía que golpearlo hasta dejarlo inconciente por su desfachatez. Todo estaba bien.

-¿No piensas decirme algo? – preguntó Sehun impaciente.

Ahora si que todo estaba mal. No tenía ni idea de lo que le iba a decir. O talvez si…

-Si me sentí muy incómoda, no pensé que lo harías. Discúlpame si fui muy brusca a la hora de decirte algo, pero estaba nerviosa. Pensé que te estabas arrepintiendo o me dirías que te arrepentías, por eso decidí irme. – contestó evitando mirarlo. Estaba avergonzada.

-No te preocupes, Valery. Todo está bien. – sonrió.

El silencio sepulcral y la tensión del lugar, los ponían más nerviosos. Sehun volvió a su lectura mientras que ella jugaba con el borrador de él. ¿Qué iban a hacer? Ya no tenían nada más preparado. Ni siquiera habían pensado estar en ese momento así. Nerviosos. Intranquilos.

Hasta que Sehun se dignó a hablar. Hasta ahora, ella se sentía normal, sentía que podía respirar perfectamente, hasta que esa pregunta llegó y la dejó completamente petrificada.

-Valeria… ¿Quieres salir conmigo esta noche?

La pregunta la tomó por sorpresa. Pestañó cinco veces pensando que estaba todo en su cabeza. Pero no, él le acababa de preguntar eso. ¿Por qué quería salir con ella? Dirigió su mirada hacia él y estudió su semblante.

Obviamente se le notaba nervioso, y su cara de impaciencia por escuchar la respuesta le decía todo. Realmente quería salir con ella. Ni él mismo se creía que por fin haya podido soltar esa pregunta que se formuló todo el día en la cabeza.

Quería salir con ella. Después de besarla, sintió muchas cosas que no le permitieron dormir. Cada vez que cerraba los ojos, la encontraba a ella. Tumbada en su cama, a ella enrollando sus brazos alrededor de su cuello, a su olor, a ella quitándose la ropa para marcharse… todo era ella.

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