Capítulo 11

2K 164 0
                                    


Ella se estaba secando el pelo cuando llamaron a su puerta. Dejó la toalla en el baño colocándose una camiseta básica de tirantes negra antes de abrir la puerta. Lo primero que había hecho tras llegar había sido ducharse. Sus ojos peleaban entre el violeta y el gris, aunque dentro de unas horas, cuando la adrenalina desapareciese del todo, volverían al gris habitual.

—¡Voy! — una vez estuvo visible abrió la puerta, allí estaba Nick Fury, su expresión era totalmente seria. Algo le dijo que iba a pasar algo malo.

—Tenemos que hablar — ella dejó pasar al hombre antes de cerrar la puerta, su voz sonaba seria, era un tema de verdad importante. Rebecca se acordó de todo lo que había pasado con Rumlow antes de que ella se fuera a New York. Le iba a dar el sermón sobre aquello otra vez, seguro.

—Ya lo creo — se sentó frente al hombre, que ya se había sentado en la cama — No entiendo porqué...

—Déjame interrumpirte antes de echarme nada en cara — ella boqueó como pez fuera del agua antes de dejar hablar al hombre. No solía estar tan nerviosa por la presencia de su mentor — vi el vídeo de la enfermería

—Sí, eso era lo que quería hablar contigo — asintió la chica contenta pues supuso que aquel sería el tema de conversación. En unos momentos cuando él se hubiese cansado de decirle que Rumlow no era una persona adecuada por su trabajo y posición, podría ir a ver si el resto de Vengadores sobrevivía. En concreto, quería hablar con el que se alojaba en la habitación contigua.

—No le dije nada, te correspondía a ti — Fury la enseñó un móvil con un texto "Hay micrófonos, no puedo decir todo exactamente. Hay algo que está mal con SHIELD, me temo que esto ya no es seguro. Rumlow es parte de eso que falla, no puedes quedarte aquí"

—Pero... Él me lo dijo, ¿por qué me mentiría? — asintió no muy segura, confiaba en pocas personas. Fury era una de ellas, Maria Hill otra. Rumlow era parte del grupo de gente que había querido en algún momento. Sin embargo, no confiaba en él. Siempre había guardado secretos, siempre había actuado de manera extraña. Más aún que el resto de espías que había conocido alguna vez. Incluso Natasha Romanoff parecía más abierta.

—No lo sé, eso era algo secundario — "no vuelvas a contactar con él, por favor" ella asintió antes de volver a hablar

—¿Qué era lo que querías, pues? — una gran duda apareció en su cabeza, entendió que Fury estaba allí para ayudarla y protegerla pero... Ella era lo suficientemente mayor para defenderse, ya no era la niña que empezó a entrenar o la adolescente que se había enfrentado por primera vez a una misión. Acababa de volver de una batalla con alienígenas.

—No podemos arriesgarnos a que te descontroles otra vez cómo cuando hablaste con Loki. Aún estás tocado por ello. No lo niegues, se ve en tu mirada. He decidido, secundado por María, que... estás despedida — "es demasiado peligroso que estés en SHIELD, debes esconderte y esperar a que todo esto se calme; necesito un contacto fuera y esa eres tú. He conseguido que Stark te dé un puesto en Washington"

—No serás capaz...— Su sangre comenzó a hervir, estaba muy enfadada. No podía despedirla, no después de haber luchado una batalla para salvar la tierra, no después de haber recibido un disparo para salvar a Steve Rogers. No podía despedirla después de haber puesto su vida patas arribas cuando comenzó a entrenarla. Había crecido en SHIELD, había crecido para mantener SHIELD. No podía hacerle eso, no después de lo que acababa de pasar. Sus ojos centelleaban en morado más furiosos que de costumbre.

—Sí, lo estoy haciendo, no hace falta que vengas a la reunión — le dio un sobre en el que estaba la información de dónde viviría y a que se dedicaría. Junto a un papelito "eres de las pocas personas en las que confío, te necesito a salvo para cubrirnos cuando todo esto explote". Aun así, sintió que el suelo se abría y se la llevaba con él. No podía creer que la estuviera despidiendo. No le importaba su propia defensa, había más gente que ella en aquel sitio para defender. No podía creer lo tonta que había sido al tener aquella escena cuando habló con Loki, le había costado su trabajo, su vida. Por mucho que confiara en Fury aquello parecía una excusa para que no se enfadara al irse.

La Reina de los Espectros |Steve Rogers|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora