La Reina de los Espectros |Steve Rogers|

Capítulo 6

Al salir todo era un caos, corrió yendo hacia la sala principal. Se encontró al Capitán América por el camino. Escondió su rostro para que no se viese el rojo entorno a sus ojos, aunque el supersoldado ya lo había visto para cuando ella quiso darse cuenta.

—Voy al motor 3 con Stark, tengo que contarte descubrimientos que sabemos todos — gritó él sin dejar tiempo a que la chica dijera nada. Él no quería presionarla y ella ni siquiera estaba centrada para tratar de entender a que se refería el americano.

Se quitó los guantes en cuanto vio la cara de Fury. A pesar de estar tranquilo buscando una solución se notaba que veía en aquel fallo un ataque. Su ojo bueno parecía analizar todo lo que le rodeaba.

—Es un ataque, necesitamos llegar al agua por si acaso — dijo Fury hacia ella cuando llegó. Sus ojos aún mantenían el violeta, pensaba descargar su frustración en aquel momento.

—¡Granada! —Nick la empujó antes de que la granada explotara. Sacó una pistola, olvidándose de sus emociones por un momento, antes de disparar al primer sujeto, en el pecho y luego la cabeza. El segundo y el tercero fueron abatidos por Fury, el último fue víctima de Hill.

—Tenemos una brecha en el perímetro, hay hostiles — ella se colocó el intercomunicador antes de mirar a Fury. Si no le daba órdenes ella misma saldría a matar a todo el que no fuera de SHIELD.

—Encárgate de Loki, que no huya — ella asintió con una sonrisa, le tenía ganas a aquel asgardiano. Si la muerte de sus padres de verdad era culpa del ataque de Loki se lo haría pagar—Hill, que ningún motor más se caiga

La chica corrió evitando los espacios grandes siempre mirando tras de sí para controlar si tenía alguna visita. El primer encuentro fue justo antes de llegar a la celda. Cuatro hombres armados iban en fila por uno de los pasillos que se unían al que ella usaba.

Se escondió esperando a que el que miraba el perímetro la apuntara con la pistola. Con un cuchillo en la mano izquierda y una pistola en la derecha le apuñaló usando su cuerpo como escudo ante los disparos de sus compañeros. Disparó al segundo y al tercero. El cuarto no llevaba arma. Sin querer perder tiempo volvió a disparar, esta vez a una pierna.

—Estoy llegando — dijo hacia Fury antes de entrar a la prisión. La imagen que se encontró la dejó impactada.

Phil Coulson yacía con una gran pistola muerto. Corrió hacia él tratando de cortar la hemorragia dejando la guardia baja.

—Phil, escúchame, quédate aquí — intentó donar algo de su poder sin ser capaz, nunca había conseguido controlar tanto la energía pues tanteaba los poderes según iba descubriéndolos. Solo sentía como su energía vital se dispersaba, como si de agua se tratase.

—No se preocupe, defiéndase — no entendió el comentario hasta que sintió una mano en su hombro. Supo que era Loki desde el primer momento.

—No te alteres, has perdido — susurró el moreno. Colocó en la espalda de la chica el cetro para poder controlarla mentalmente. Por suerte, la magia del Orbe y el Vibranium del traje impidieron que sucediera.

Sin dar tiempo al asgardiano a comprobarlo se giró dando una patada a sus piernas tirándolo al suelo. Él se levantó de nuevo rápidamente cogiendo el bastón como si se tratara de un bate de béisbol.

—Así que quieres jugar— sonrió antes de atacar a la chica. Ella lo esquivó con rapidez lanzando una patada al costado de Loki, paró el cetro recibiendo una patada que la hizo volar contra la barandilla que la separaba de la trampilla. Loki se acercó de manera divertida aunque su sonrisa flaqueó un segundo cuando la chica lo agarró del cuello valiéndose de la barandilla para tirarlos a ambos hacia la trampilla.

—Fury, Coulson está herido, corre, por favor — esquivó con dificultad un golpe por intentar hablar con su jefe.

Atacó intentando ganar tiempo cuando el hombre desapareció, miró por todo su alrededor sin entender lo que pasaba hasta ver a una capa verde junto al control de la trampilla. Loki sonrió victorioso.

—Te olvidaste de una parte — se colocó la máscara antes de sentir como el suelo desaparecía. Llevó su mano a la pistola de enganches, justo en el momento en el que se enganchó de una parte de la nave el resto de motores dejó de funcionar.

—Stark, perdemos altitud — escuchó que Fury decía por el intercomunicador. Ella se agarró más fuerte al sentir el cambió de dirección. Pudo aprovechar aquello para volver a entrar al Helicarrier por el destrozado laboratorio a la vez que veía como un avión caía al vacío junto a Hulk.

—Voy hacia el motor, os limpio el camino — dijo hacia Stark y Steve mientras en su interior esperaba que Nick hubiera llegado al Agente Coulson con un equipo médico

—Necesitamos un poco de ayuda — la voz del Capitán América sonaba forzada, más tarde descubriría que estaba suspendido en el aire y por ello sufría.

Intentó gastar el menor número de balas posibles aprovechando las paredes para hacer un gran número de maniobras de lucha a los contrincantes que encontró. Después de cinco oponentes llegó a la abertura que daba al motor. Vio como Steve le daba a la palanca, antes de que Stark se hubiera librado de la caída empujó al hombre al vacío.

—Gracias — susurró Steve sonriendo a la chica

—Nad...

—El Agente Coulson ha caído — no terminó de hablar al escuchar aquello por su intercomunicador. Stark aterrizó preocupado por lo escuchado.

—Un equipo médico se dirige hacia vuestra localización — una voz desconocida se escuchó de nuevo

—Están aquí, ellos lo han confirmado — la chica tiró el intercomunicador al suelo furiosa por no haber podido salvar al espía.

—¡Hey, espera! — el Capitán América cogió el intercomunicador corriendo hacia la chica. Iron Man había decidido alejarse para intentar ayudar con el resto de cosas tecnológicas que faltaban. Ella ignoró al supersoldado siendo frenada por él al agarrarla por el brazo. Hizo que le mirara con seriedad — Mírame, ya está. No fue tu culpa

—¡Claro que fue mi culpa, yo vi cómo se desangraba y no fui capaz de ayudarle! — intentó golpear el pecho del rubio para alejarle, en respuesta recibió un agarre más fuerte.

—Estabas ocupada con derrotar a Loki, pediste ayuda para él. Era todo lo que podías hacer sin acabar como él — intentó convencerla, pero la chica se había metido de nuevo en la vorágine de críticas a sí misma y su manera de actuar.

—No, tenía que haberle salvado a pesar de caer yo — el chico cogió la cara de la chica para poder mirarla a los ojos, poco a poco se volvían grises

—No pienses, ni por un segundo, que alguien se merece algo más que tú — susurró él serio — se sacrificó para poder derrotar a Loki, pararte a salvarlo solo haría que se perdiera otro soldado

—¡Era una persona Steve! — dijo ella cediendo a la fuerza del chico — me da igual la misión, lo conocía. No éramos amigos, pero sabía algo de su vida. Se llevaba con María — intentó explicar mientras sus ojos se aguaban. La historia se repetía, volvía a morirse gente por su culpa, por su ineptitud

—No fue tu culpa, quien lo atacó fue Loki — sin dejar replicar a la chica la abrazó dejando que se desahogara y llorara escondida del resto pues se imaginaba que le resultaba difícil llorar en público — llora tranquila, te cubriré. Cuando te sientas mejor vamos a la sala de juntas.

La chica contó hasta diez sufriendo todo lo que tenía dentro esos diez segundos. Un viejo truco que no siempre era adecuado. Después retomó la compostura, se limpió los ojos y miró al Capitán seria.

—Muchas gracias, Steve

—Toma, lo necesitarás en un futuro — el chico puso en las manos de la morena el intercomunicador haciendo que de sus labios brotara una pequeña mueca agradecida