Entrar donde estaba Loki supuso un gran reto para ella. Desde el momento en el que las puertas se abrieron sintió que aquel hombre sabía más de lo que aparentaba. Entendió que había un secreto que debía conocer y, sin embargo, obviaba. Algo que probablemente colocaría su vida patas arriba.
—Buenos días — Loki habló sin mirar a la chica mientras ella bajaba los peldaños que separaban la puerta de la celda de cristal. Él sabía quién era ella y porqué acudía a él. El aire estaba viciado, un sitio poco acogedor, desamparado. Rebecca creía tener menos oxígeno a cada paso que daba — si es que alguien como tú puede tener buenos días.
—Coulson, espérame fuera, por favor — susurró la chica al hombre tras de ella. Él asintió dándose la vuelta, no quería importunar a la agente, menos en cosas tan serias como aquello. No habló hasta escuchar el ruido de la puerta. Cogió la silla que allí se encontraba y se sentó frente al asgardiano — Te quedan bien las arrugas
Había decidido que por cada cuchilla que Loki usara en su contra ella trataría de usar otra. En la pelea en Stuttgart ella había robado parte de su energía vital para curarse a sí misma, algo que no solía usar pues le parecía algo malo (por lo general podía significar la muerte y ella odiaba robar vidas humanas a menos que fuese estrictamente necesario). En esa ocasión no podía sentirse mejor al ver cómo había algunas arrugas alrededor de los ojos del dios, signo del cansancio y el envejecimiento. En unas horas terminaría de recuperar su vitalidad pero debía aprovecharse hasta que aquello pasara.
—Si buscas respuestas deberías dejar esa actitud de lado — fue en ese momento en el que el hombre se giró para mirar de lleno los ojos de la chica. Sus ojos eran verdes, pero distintos a los que ella había visto anteriormente, los del dios del engaño eran fríos y penetrantes Él la miró de arriba abajo, centrándose en los guantes que cubrían sus manos. Sonrió aún más, ella no estaba cómoda con sus poderes, nadie conocía la fuerza que albergaban realmente. Jugó con ellos al notar la mirada de Loki.
—¿Eso que me vas a decir es tan importante? — respondió ella con simpleza sin dejar que los ojos verdes del hombre tras el cristal la intimidaran. Necesitaba aparentar la firmeza que en realidad no tenía, esa había sido una de las primeras lecciones que había recibido del hombre del parche.
—Si quieres saber de dónde vienen tus poderes sí — el semidiós cambió su posición sentándose frente a la chica tan cerca cómo podía para no caer al vacío. Sabía que con esa frase podía tener a la mujer comiendo de su mano. Para él no era desconocido que habían jugado de manera psicológica para esconder aquellos recuerdos, ella solo sabía la versión oficial del fatídico día.
—Habla ya o pensaré que todo lo que sale de tu boca son meras falacias — su actitud se había vuelto mínimamente nerviosa, a su mente llegaban expresiones de su lengua natal poco agradables.
—No temas mi reina, pronto lo sabrás todo — se crujió los dedos con simpleza antes de volver a hablar. Su tono se había vuelto frío y oscuro sabiendo que conseguía su cometido— ¿sabes que de todas las diosas y dioses de la muerte que existen en las diferentes culturas elegiste a Morrigan, la celta? Ella es conocida por ser la muerte que deja sitio a una nueva vida y está relacionada con el amor y el deseo sexual como si de una tríada de diosas se tratase. Sin embargo, pudiste coger otra, teniendo en cuenta que estás más relacionada con Asgard— apretó los puños al escuchar información que ya sabía, ella se había encargado de buscar toda aquella información.
—Es un mote, me da igual como me llamen, de hecho, tengo un nombre real. Intentas decir que estoy relacionada con Asgard, eso es imposible
—Bueno... ¿te acuerdas de la muerte de tus padres? — sus ojos tuvieron un atisbo violeta, no entendía a donde quería llegar aquel hombre. No entendía como el de ojos verdes tenía aquella información— fue tu culpa, no la de HYDRA eso fue lo que te hicieron creer — el asgardiano se levantó ante el shock de la chica que había recibido aquella información como un jarrón de agua fría. Se levantó echándose poco a poco hacia atrás. Necesitaba alejarse del dios del engaño.
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La Reina de los Espectros |Steve Rogers|
Fiksi PenggemarElla entrenaba desde pequeña, siempre sola e independiente. Él no quería vencontrarse con sus demonios. Lástima que el mundo los necesitaba a ambos. ꧁_______________________________꧂ "Laughs without mirth. This is the death of earth" T. S. Eliot R...