—No hueí— dije igual con pena. —¿cómo chucha voy a soñar algo así? No estoy tan cagá.
La Anto evitaba verme a los ojos y se rascaba la cabeza a cada rato ¿qué hueá? —¿vamos a desayunar? Estoy muerta de hambre— me dijo para evitar el tema.
Esta se cree que soy tonta.
Se paró pero la volví a sentar —ya hueona, desembucha.
—¿Que te diga qué?— no tenía ese gesto que hacen las personas cuando saben algo pero no es importante; en verdad trataba de ocultarme algo y me estaba preocupando porque estaba muy seria para ser ella. La conocía demasiado. —Esta pieza debe estar pasá a copete— se paró y abrió la ventana.
—Anto— me paré para quedar a su altura. La hueá ya me estaba molestando un poco.
La rusia me miró como "puta la hueá" y fue a cerrar la puerta para que nadie escuchara. Se me puso muy cerca y me dio miedo hueón. Empecé a pensar puras weas y me dio pena la posibilidad de que el Camilo se hubiera comido con otra mientras yo estaba inconsciente.
Sería lo más penca de los tiempos.—¡Ya, sí, por la chucha! Le diste un beso, un piquito no sé— me susurraba fuerte —la hueá es que...
—¿qué po?
—No sé. Yo también había tomado y no me acuerdo mucho...
—Te lo agarraste— concluí horrorizada
—¡No! Hueona estúpida, ni aunque fuera el último hombre en el planeta y yo estuviera muy necesitá— me pegó un pape. Esta maraca siempre me pegaba.
—¿Entonces?
—El hueón me dijo una hueá como que eso no podía ser porque ustedes eran amigos y él era amigo de tu hermano y que pensaba que no pasaba nada entre ustedes— hablaba muy rápido como para querer salir del tema lo antes posible. Paró solo para respirar pero en vez de seguir hablando se cagó de la risa sola— el culiao estaba muy en shock, así como que se pasaba los medios rollos, y daba risa porque tú estabas acurrucada en su hombro y él no te quería correr.
La cara se me calentó caleta como si tuviera fiebre y mi corazón estaba más alborotado que la chucha.
—¿Qué le dijiste?— igual al segundo después quería puro llorar; se me había partido un poco el corazón.
—Yo pensé que tú no queriai que él supiera que te gustaba y le dije que era todo por el alcohol y que demá estabai pensando que era un... ¿Felipe? Bah, no me acuerdo. No sé, igual es penca que tu amor no correspondido sepa que te gusta.
Me quería matar y la hueona no dejaba de decir cosas hirientes.
—Igual el hueón super caballero, me dijo que no te dijéramos nada pa' que no te diera vergüenza, porque él te quería caleta y eso iba a perjudicar su amistad.
—Por lo menos ahora sé que no le gusto, como pa' no seguir haciéndome ilusiones.— dije terrible triste.
Con la excusa de limpiar mi pieza, no bajé para no verle la cara (y el cuerpo) al Camilo. Mi mejor amiga, "la traidora Gómez", se aburrió y fue para abajo un rato con los hueones.
Estaba viendo mi horóscopo, tirada en mi cama recién hecha, y justo me llegó un mensaje del Matu:
"Javi ábreme estoy afuera".
¡JESÚS SANTÍSIMO!
Por la shit se me había olvidado que el Matu venía a hacer un trabajo en grupo con nosotras.
Bajé corriendo la escalera y vi a la Anto sentada sola, con el celular en las manos, en la mesa del comedor. Me quedé viéndola un rato.
—Todos se fueron al gimnasio— Me respondió lo que quería saber sin siquiera preguntarle.
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Esta Hueá se Descontroló
Novela JuvenilUna novela que transcurre en Santiago de Chile. A la Javi le gustan los amigos de su hermano, pero está complicada la cosa por eso de "no te metai con mi hermana", y pa' colmo está la maraca de la Carolina que le hace la vida imposible.