XVIII
—Tía fue mi culpa.— este culiao agrandado solo le decia tía a mi mamá cuando pasaba algo.
—¿Qué?— gracias a mi instinto de hermana leona mis piernas se empezaron a mover solas y lo empujé con fuerza para atrás. —Ahueonao responde ¿qué chucha le hiciste a mi hermano?— ya si igual ni le deje tiempo de contestar pero pico.
No pensaba en nada, lo único que llegué a pensar fue que obvia no le iba a pegar porque mi mamá, defensora de todos, me sacaba la conchesumadre.
—Pendeja pesá, dramática— mi mamá me separó y me echó una mirada asesina para que me quedara callada, igual que cuando era chica (qué buenos recuerdos) —Ahora dime qué pasó, cabrito.— me cargaba la culiá, siempre entrando con el papel de policía bueno, me dejaba como el pico después ante todos.
El hueón tragó saliva y con cada expresión que hacía me ponía más nerviosa y con más ganas de pegarle para que se apurara.
Javi, la mayor prioridad aquí es tener paciencia para que cuente todo con lujo de detalles.
—Habla rápido po'— Filo, nací para ser la policía mala, en todo caso, si me aguanté fue por la sultana madre que, de hecho, me miró como amenazándome — Ya oh, si no voy a hablar más.—
Es que la hueona planeaba usar el típico "dime, si no te voy a retar".
El Camilo como que se rindió y abrió la boca —Hoy a la tarde dijimos con el Andrés de ir a comprar... cosas pa la noche —Mi mamá lo miró como el pico, no porque claramente hablaban de copete, sino para que la hiciera corta, hueón; pa' la otra nos escribía un libro
—La cosa es que pasamos por afuera del supermercado y nos pusimos a jugar con un carrito.—Los culiaos ahueonaos.
—Él se subió arriba y yo me puse a correr por la calle. —Se rascaba la cabeza— Ya sé que fue muy, muy ahueonao...
—No hueí.— lo interrumpí.
—... pero se me ocurrió hacer un truco con el carro y el Andrés se me cayó
—Ya sí, estuvo mal pa' cabros de dieciocho años. Pero, mi amor respira que el Andrés tiene solamente un corte en la frente, nada grave.
El hueón suspiró de alivio —Es que vi mucha sangre.—
Yo solo estaba ahí terrible extra. No podía dejar de mirarlo.
¡Culiao, te estaba superando por la chucha!
Justo bajó el Felipe y se nos unió —Ahueonao le pusiste más color que la mierda y me asustaste, cuando resulta que tiene un corte enano nomá— le regaló un empujón más penca que el que yo le había dado.
—¡Ya, perdón! ¡el hueón se pegó en la cabeza y vi mucha sangre y me da asco esa wea! "1000 maneras de morir me dejó traumado".
—¡Uy sí!"1000 maneras de morir me dejó traumado".— el pesao lo empezó a webiar.
—A parte tu tampoco estabai muy calmado.
—Sisi pero yo ni lo alcancé a ver con todo el escándalo que armaste— En ese segundo los dos se dieron vuelta a verme al mismo tiempo.
Y yo que pensaba que pasaba totalmente desapercibida ante esos culiaos de tres metros.
—¡Ya pesaos culiaos soy la hermana, estoy en total derecho de haberme preocupado!— Al toque caché la indirecta
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Esta Hueá se Descontroló
Novela JuvenilUna novela que transcurre en Santiago de Chile. A la Javi le gustan los amigos de su hermano, pero está complicada la cosa por eso de "no te metai con mi hermana", y pa' colmo está la maraca de la Carolina que le hace la vida imposible.