Capítulo 13: El favor de Tina.

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Sam

La primera semana transcurre aburrida, mi espalda me dolió bastante más tiempo del qué pensé. Y cada día aumenta mi desagrado por todos. Bueno Tina no, la verdad me ha venido a ver como nunca ¿acaso se sintió culpable porque dormí pésimo? La segunda semana estuvimos conversando en el patio delantero de la facultad y vimos a Chloe pasar con el idiota del otro día. Me contenta que ese imbécil no sepa lo que hace su noviecita. Terminando la semana, caigo en el colapso; primero por las pruebas, segundo por mi ex y tercero porque simplemente aún me duele el orgullo por la discusión.

Ya el viernes, de sorpresa, me toman del codo. Me giro con desagrado y veo a Paola.

-Samantha.

- ¿Qué?

- ¿Por qué estas tan distante? – Me río incrédula.

- ¿Sabes qué? vete a la mierda. –La aparto y sigo caminando, me queda la última clase y no dejaré que influya en mi rendimiento.

Saliendo por fin, veo que me está esperando afuera.

- ¿Ahora sí?

-Ahora sí qué.

- ¿Podemos hablar?

Suspiro cansada y me siento a su lado.

-Habla.

-Quiero saber por qué no me hablas, no te acercas y me tratas así. Te echo mucho de menos.

-Entonces vuelve conmigo- Digo de golpe.

-Pero...

-Pero nada, te esperé lo suficiente, no puedes decir que soy la misma. Me he esforzado mucho por ti, ¡no tienes idea de lo que he pasado! – me enojo- vienes y un día me quieres y otro no. ¡Si estas con alguien más solo dilo!

-No estoy con nadie.

-Ya. – Si claro.

-Estoy hablando en serio, pensé que te estaba haciendo bien esto...

- ¿Me estaba haciendo bien? – me río con todo el asco que soy capaz. - Quizá sea yo la que ahora no quiere volver contigo- me pongo de pie y me largo. Que se joda, que se jodan todas.

Entro a la casa aun apretando la boca, a estas alturas se me fracturará un diente, o todos, no sé. Tina sabe de eso. Subo a mi cuarto y me recuesto con el ceño muy fruncido.

Tocan la puerta.

-Pase- digo más rápido de lo que debería.

- ¿Qué fue eso? – aparece mamá Fer.

- ¿Y ahora que hice? - ¿todo el puto mundo está en mi contra o qué?

-Te saludamos y ni nos miraste.

-No escuché- exhalo aireada- lo siento. Luego me disculpo con mamá.

-Eso espero. – Dice severamente. En eso su mirada se suaviza. -Hazte a un lado. Nos falta una tarde mamá – hija.

-Como digas- me muevo al rincón. Se recuesta.

- ¿Ahora me dirás que ocurre?

-No.

- ¿Es tan grave?

Mamá, me besaba con la hija de tu mejor amiga y ahora quiero tirarle pescados podridos.

-Mas o menos.

-Pensé que confiabas en mí, soy tu madre y segunda mejor amiga.

-Hmmm – Me hace sentir pésimo.

Mi pareja perfecta IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora