Sandra.
Llego a casa, fue un día bastante más liviano que los viernes anteriores, voy a la nevera y mientras mastico un trozo de fruta prendo la Tv... las 6. Subo al segundo piso a ver si llego mi pequeña.
Toco la puerta.
-Pase- escucho apenas.
Me encuentro a Sam boca abajo tirada en la cama. Tomo asiento a su lado y toco su espalda, oigo un quejido.
- ¿Eh que pasa? - rio. - ¿Mucho ejercicio? -veo su barra de pesas.
-Si- gimotea- estoy molida.
-No te sobre exijas - Sam apenas se mueve, me mira sonriente y la veo más pálida. O quizá sus labios están más rojos...
- ¿Te sientes bien?
-Estupendamente, sólo agotada. Ya sabes, viernes.
-Si...
Suena mi celular, es Kate. Viene a dejarme unos papeles, supongo que hoy le toca salir más tarde que Alejandra.
-Viene Kate, te dejo. -Me pongo de pie.
-Bien.
Bajo las escaleras y abro la puerta.
- ¡Kaaate! - saludo feliz. Me agrada mucho Kate, es callada, pero cuando se trata de bromas crueles, puedo contar con ella. Amo a Noelle, pero carajos que puede ser llorona, como Caro. Estas chicas nos vinieron como anillo al dedo ahora que lo pienso.
Kate me saluda, me pregunta como estoy y de su bolso saca una carpeta y me entrega unos papeles. Como se tiene que ir rápido intercambiamos un par de oraciones y ya.
Se detiene en la puerta.
-Por cierto, dale las gracias a Samantha de mi parte, lo olvidé el otro día.
- ¿Eh? ¿Por qué?
-Fue a dejar a Chloe a la casa, como a las 22 hrs. no sé. Ya sabes, por las molestias, sabes cómo es mi hija. -Hago un enorme esfuerzo por no fruncir el ceño, trago saliva.
-Ahm, yo le digo. Por cierto ¿Qué día?
-Humm, el martes. - Me mira. - ¿Por?
Mi boca hasta ahora tiesa se esfuerza por elevar las comisuras.
-Por nada, sólo de metiche- río, ella sonríe y sale al jardín.
Entro y miro a un punto con seriedad, me llevo una mano a la boca pensativa. Ya sabía que había algo, esas miraditas, tantas visitas, ¿Cómo pasó esto? ¡Y Fer forzándolas a salir! Diablos, no sé qué pensar...
Me quedo ahí, sin saber si callarme o hablar con mi hija, no sé si dejarla ser o preocuparme, diablos ¡¿Qué va a pasar cuando se enteren?!... supongo que es cosa de ellas. Pero maldita sea ¡¿Chloe?! ¡Enserio Sam! ¡¿Chloe?! ¡¡Después de todo lo que hemos tenido que aguantar!! Aprieto la mandíbula. Recuerdo lo tierna que se veía pidiendo consejos para salir con una chica que le gustaba. Significa que lo tiene más que asumido... ¿cuánto tiempo llevarán mirándose diferente?
Sin darme cuenta ya estoy al pie de la escalera. ¡Qué demonios! ¡soy su madre! Subo dándome explicaciones de por qué debo al menos exigir una respuesta de su parte.
Me siento como esas madres terribles, pero aarggh. ¡No puedo callarme esto!
- ¡Sam! - Entro. Soné muy ruda. Me mira asustada. -Lo ... lo siento, me precipité.
-Ah... - dice extrañada. Nunca le grito, es decir... nunca me sacó de quicio en realidad, salvo cuando el motivo era...
¡Carajos!
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Mi pareja perfecta III
RomanceSamantha (Sam) es una chica aburrida, se encuentra en el limbo entre continuar o que su novia ponga fin a su relación. Desesperada, le pide ayuda a la persona más entretenida, sociable y opuesta que conoce y también la que menos le agrada en la vida...