Capítulo 11: Callada e impaciente.

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En casa.

-Hola Óscar Firulais – acaricio su cabeza. Saco mis llaves y entro a casa.

- ¿Y tú? – recibo como saludo.

-Hola – frunzo el ceño. Hablando de cabellos castaños.

-Avisa que vas a salir.

-Soy mayor de edad- aclaro.

-Vives bajo este techo jovencita. – Responde Mamá Ale con seriedad.

-Entonces deberías estar agradecida. - la miro creída. Mamá abandona su supuesto enojo cuando una de sus comisuras se quiebra sin remedio. Me río.

-Ven aquí-dice. La abrazo. Sam tiene razón, su cabello relaja, y su olor relaja, todo de mamá Ale me relaja.

-Mami- digo quedamente.

- ¿Dónde andabas?

-Es una larga historia.

-Tenemos tiempo- Me siento en el sofá y me acerca algo para cenar. ¡Es tan atenta! Se sienta a mi lado y la abrazo. Me declaro con ''mamitis''.

-Eres tan linda- comento feliz comiendo -en tus años todas debieron estar locas por ti. – miro la comida ¡Es como una princesa azul!

-Eh ... no. ¡¿Cómo que en mis años?!

-Ahora eres de mamá – le aclaro. ¡Más le vale!

-Esta mujer aún rompe corazones -bromea.

-Tú no eres del tipo que rompería el corazón de una mujer. – Aclaro.

-Ya sabes a que me refería.

-Lo sé – recargo mi cabeza en su hombro.

-Eres como un cachorrito.

-Jeje.

- ¿Entonces? Que tenía Fer de almuerzo. - Me giro y ella me mira con expresión de ''Te pillé''

-Nada- mamá se carcajea con ganas- así que acompañé a Sam a una exposición de muertos ''Uuuh''- hago un ruidito fantasmal.

-Ah entonces todo bien- ríe.

- ¿No te preocupa que esa me mate? -me sorprende la confianza que le tiene a Sam.

- Ella nunca te haría daño. – Dice segura, recuerdo la vez que me empujo y Alejandro me defendió. -Sabe que me muero sin ti.

- ¿Y mamá?

-También se muere.

- ¿Y Ale?

-Ese se muere dos veces. -reímos.

- ¿Y cómo lo pasaste? – observo a mamá mientras su rostro se ve expectante, sus ojos castaños viajan con inocencia por mi rostro. Sonrío.

-La verdad es que bien, saqué muchas fotos ¿Quieres ver? – saco el celular, le mostraré el cerebro de Sam...


Sam

Llego a casa y me encuentro con mamá Sandra caminando al living, la tv prendida es lo único que se escucha.

- ¿Y mamá?

-Le duele la cabeza, fue a recostarse arriba. – Bosteza. - ¿Cómo estuvo?

-Genial, fue una exposición muy bien hecha. – Comento.

Mi pareja perfecta IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora