En Que Momento - Chriserick (Primera Parte)

Capítulo 5

- Las cosas están yendo demasiado lejos, estábamos ebrios - recordé aquella noche.

- Pero ahora no lo estamos Erick, deja de negar que también te gusta - tomó mis hombros.

- Esto es nuevo para mi Christopher, estoy confundido.

- También es nuevo para mi, pero averigüemos esto juntos, experimentemos juntos, yo sé que ambos queremos descubrir que pasa - respondió.

- Olvidemos esto, necesito esta solo Christopher.

- No te dejaré solo, voy a cuidar de ti mientras tus padres están fuera - sentí un cálido abrazo.

- Gracias - le correspondí.

- Le diré a mi madre que me quedaré algunos días contigo, ¿me acompañas?

- Está bien, en el auto llamo a mi madre para decirle que me quedo, espero no equivocarme con esto - tomé las llaves de la casa.

- No lo harás...

La señora Yenny se tomó muy bien el hecho de que Chris se quede conmigo por unos días, ya que siendo menor de edad aún, no era bueno estar solo en caso de alguna emergencia, incluso ella fue la que llamo a mis padres, los cuales se quedaron más tranquilos.

Chris estaba metiendo algo de ropa en una pequeña maleta para los días que se iba a quedar en mi casa.

Se me vinieron los recuerdos de esa noche al ver la cama, una pequeña sonrisa de medio lado salió de mi boca.

- Cierra con seguro la puerta - pidió.

- ¿para que?

- Solo hazlo.

No me quedó de otra más que hacerlo.

- Ven - indicó la cama - prometo no violarte - reí con aquello.

Me recosté en la cama mirando el techo, igual que él.

- No sé que sea lo que está pasando - tomó mi mano - pero vamos a descubrirlo.

- Quizás solo nos invadió la curiosidad - respondí.

- ¿Crees que esto afecte nuestra amistad?

- Posiblemente sí.

- Si te hago sentir incómodo, quiero que me lo digas, sabes que soy impulsivo.

- Lo haré - posé mi mirada en sus ojos.

Nos despedimos de la madre de Chris y nos fuimos a casa, le pedí que lleve su maleta a la habitación de invitados.

Quizás era bueno que estemos unos días juntos para aclarar toda esta situación. Christopher nunca me había echo sentir nervios como los que siento cuando estoy ahora con él, era una sensación extraña pero que me gustaba.

- Piensas mucho - sentí sus labios en la comisura de mi boca.

- Es bueno pensar, deberías intentarlo un día - hice uso de mi sarcasmo.

- ¿qué haremos?

- Que quieres hacer.

- Contigo lo que sea - me miró deseoso.

- Ya sabemos quien será el pervertido de la relación - respondí.

-¿relación? ¿me estás pidiendo ser tu novio? - me abrazó por detrás.

- Na na na, no confundas lo que digo - mis heladas manos se posaron en las suyas.

- Te sorprenderé - sentí sus labios en mi cuello - ahora tengo hambre, ¿comemos fuera?

- Tú pagas.

- Está bien, luego te tocará a ti.

Fuimos a comer pizza a uno de los lugares favoritos de Chris, literal se devoró esas rebanadas de masa, a veces pensaba que el estómago de él no tenía final, se le veía bastante lindo comiendo.

Mientras seguíamos comiendo, una nube de pensamientos se hicieron presentes en mi, quizás siempre lo quise de esta manera y nunca me di cuenta.

Desde que llegué de Cuba, siempre estuvo ahí para mí, cuando estaba solo en casa y no tenía con quién jugar en el play, cuando mis padres salían a trabajar y me quedaba entre cuatro paredes, incluso cuando íbamos de fiesta.

Tenía nervios por esto, por mi familia, por sus reacciones. Siempre me han apoyado, pero esto es un tema que va más allá de todo, no quería ser pasado a llevar por nadie, aunque con él poco y nada me importaba, desde ahora.