10.

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   " Él recuerda haberle querido dar algo simbólico porque sabía que era casi imposible llegar a hacerlo en Corea o en algún lugar cercano a este. Quizá era un poco apresurado, pero Jaehyun siempre había sido una persona de estímulo-respuesta"





Jaehyun casi podía ver salir las preguntas de Taeyong como letreros saliendo de su cabeza. Sus grandes ojos revelando como quería detener la curiosidad de hacerlas todas en su intento de no lucir imprudente.

—Es muy complicada su situación, hyung —concluyó el castaño. —No sabe cuanto me alegra que a pesar de todo los niños tengan un padre como usted.

—¿Eso crees? 

—Si, es un excelente papá —se apuró a decir. —No quiero excusar lo que usted le hizo a esa chica, porque... Creo que estuvo mal, pero no estoy seguro que ella los hubiese podido cuidar y amar tanto como usted lo hace, debido a lo dañada que estaba por dentro —tomó aire para seguir hablando y volvió a posar su tímida mirada en él. —¿Cómo iba a poder amarlos cuando ella odiaba todo a su alrededor? Ellos sólo iban a ser un recuerdo diario de todo el odio que tiene hacia usted.

La cara de Taeyong cayó en una mueca cabizbaja. Ambos sabiendo que el menor se encontraba parafraseando las palabras que había dicho antes sobre como se sentía su padre acerca de él.

—Tienes razón.

—¿Nunca volvió a saber de ella? —rápidamente se recompuso y abrió sus ojos curiosos en el tema. 

Jaehyun negó.

—Su padre es el dueño de una cadena de clínicas dermatológicas del país, logró hacer desaparecer cualquier registro de su ingreso y su salida con sus colegas. No hubo otra explicación para haberlo hecho tan impecable —Jaehyun escasamente recordaba su voz agitada frente al mostrador de la administración preguntando por ella y las miles de llamadas que fueron al buzón de voz. Las miradas de todos allí sobre él. Confusión, pesar, lastima. —Días después intenté buscarla en su departamento y ya vivían otras personas. Ir a su casa era imposible si quiera dejar mi nombre en la entrada. Incluso sus otras dos amigas dejaron de contestar las llamadas de Seungwan. El mensaje fue claro, luego entendí que mi intención al buscarla, solo era para pedirle perdón. De pronto por eso me empeñé tanto en encontrarla.

—Espero que haya podido rehacer su vida.

Jaehyun estaba de acuerdo. No le molestaba en lo más mínimo la clara postura de Taeyong sobre los hechos. Ella fue quien más daño recibió. 

—Espero que sí. Seguramente está viviendo en Estados Unidos. De hecho alcanzamos a hacer planes para irnos juntos después de terminar la universidad, siempre fue su sueño. Espero haya hecho su vida feliz.

—Creo que ahora entiendo mejor lo que usted dice —el castaño ladeó su cabeza mirando algún punto de la cocina atrás suyo. —Todo tiene un cauce y la dirección del suyo lo trajo acá con sus hijos. Está con ellos, amándolos mucho y dándoles todo lo que merecen. También, de una u otra forma... bueno usted está bien con su pareja... Me refiero al h-hombre de su historia, supongo. Si usted esta feliz con él, es... es lo que importa, ¿No?

Las mejillas del menor se colorearon de un rosado intenso y Jaehyun sonrió para si mismo tratando de comprender por qué era tan fácil para aquel chico avergonzarse por todo.

—Él ya no está, Taeyong —sentenció casual clavando la vista en él. Y la respuesta ya no dolía, ni le dejaba un sabor amargo en su boca porque había algo más que merecía su atención en ese instante. Ver a su menor casi queriendo salir de la silla tartamudeando una disculpa coherente por haber supuesto tal cosa. ¿Por qué estaba nervioso? Era divertido verlo como perdía el control en situaciones poco cómodas. Entonces, presionó un poco más. —No mientas, Taeyong. Mi cara de soltero, amargado y aburrido, se nota a leguas.

SAUDADE  ||  JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora