12.

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  "Su corazón volvió a palpitar rápidamente, la tristeza no se iba, pero el frío sí lo hacía. Cuando el calor de esa cercanía empezó a borrar sus segundos pensamientos, sintió lo mucho que su cuerpo lo necesitaba sin siquiera saberlo."





Hacía un clima espectacular, el sol no caía tan fuerte y el viento siquiera soplaba.

Las flores decoraban el hermoso paisaje del campus con decenas de colores. Los arboles y las plantas enteramente reverdecidas lo hacían aún más lindo.

Era su estación favorita y allí estaba Taeyong junto con Yuta bajo un árbol observando a los estudiantes ir y venir organizando los festivales de primavera o simplemente haciendo algún picnic entre clases.

—¡Eso fue muy incómodo! —Yuta soltó una carcajada cuando Taeyong terminó de contar lo que su imprudente mensaje había hecho el día anterior —¡En serio lo siento mucho! Sicheng había llamado cuando te estaba escribiendo y a penas colgué regresé a terminar mi frase.

Taeyong rodó los ojos soltando una pequeña risa viendo como Yuta volvía a reír a carcajadas.

La relación entre ambos se encontraba algo estable. Taeyong no hizo preguntas ni comentó nada de lo que sucedió con Kai semanas atrás. Trato de llevarle estrictamente el saludo al novio de su amigo y no amargarse cada día que almorzaba con sus amigos. Aún así nada se sentía como antes, sabía que todos en aquella mesa le ocultaban cosas, pero poco o mucho a Taeyong no le importó.

Quiso contarle a su mejor amigo acerca de todo lo que estaba sucediendo con el padre de los niños que cuidaba, pero se sentía extraño.

Parecía que en aquel muro que había entre ambos, más ladrillos parecían alzarse con el pasar de los días.

No podía preguntarle por qué estaba sintiéndose tan confundido y tan atraído por algo que simplemente parecía tan imposible.

Yuta tenía más experiencia en relaciones y esas cosas que el castaño, no quería verse como estúpido al lado de él. Tampoco quería que lo tratase como un niño siendo regañado por fijarse en una persona mayor con hijos y así recibir un sermón de todos los contras que eso tenía.

Taeyong de por sí ya los sabía de memoria y trataba de recordarlos cada noche que se acostaba y no lograba quitarse la imagen de Jung Jaehyun de su cabeza.

—¿Hoy también tienes que ir a trabajar? —preguntó el japonés una vez su respiración se estabilizó y sus hombros dejaban de saltar. Lo preguntó poco después de tocar el lóbulo de su oreja izquierda y notar que Taeyong llevaba ninguno de sus piercings.

Una acción tan familiar si se lo preguntaran hace un par de meses, en ese mismo momento lo había hecho tensar en incomodidad, pero rápidamente se deshizo de la sensación asintiendo.

—Si, pero llegaré un poco tarde, tengo tutoría de Bioquímica.

—Kang es muy permisiva contigo —el pelinegro se incorporó del césped mientras empezaba a sacar su libreta. —La maldita anciana me decía que buscara en Google cuando tenía alguna pregunta. Sólo porque una vez me pilló con el celular en medio de una explicación.

Taeyong río con tan solo imaginar la escena. La brillante sonrisa de Yuta siendo opacada por aquella gigante profesora, sería algo digno de ver.

—Ella no me las dará —explicó mientras fruncía su nariz. —Me asignó un chico de primer año.

SAUDADE  ||  JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora