05.

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"Sin embargo, aunque ya llevaba casi dos años sentado en esa gran y pesada silla, corriendo de aquí y allá, acostumbrado a diario encontrar un equilibrio entre su profesión, su casa y la vida de sus pequeños, jamás había sentido tantas ganas de correr y dejar botado todo a su paso, como lo sentía hoy." 





El fuerte olor a químicos y medicamentos no se comparaba con la metálica sensación que se filtró por sus fosas nasales. Odiaba el olor a sangre seca.

Una de las enfermeras retiró la bata estéril totalmente arruinada de su cuerpo antes de susurrar un débil hicimos lo que pudimos, Doctor Jung.

Esperaba atender la emergencia que llegó entradas las nueve de la mañana con sus estudiantes. Calculó rápidamente el tiempo mientras sus enfermeras lo preparaban. Le tomaría cuatro o cinco horas dentro del quirófano y regresaría a medio día para recibir a sus hijos de la escuela. 

El tiempo se redujo. 

No contaba con que su paciente de avanzada edad no soportaría la cirugía pasados los primeros treinta minutos. Una hemorragia subaracnoidea acabó con la vida del hombre. Todos los presentes ya sabían el riesgo que se corría. 

Jaehyun cayó rendido sobre la primera banca que encontró al llegar al área de transición del quirófano. Apoyó los codos sobre sus rodillas e intentó respirar.

En esta profesión la vida era muy relativa, muy subjetiva. Con el trayecto que llevaba encima, lo tenía más que claro. La muerte es un concepto biológico y la pérdida de un paciente, un problema técnico.  Él siempre se repetía aquellas palabras, quizá porque sí era cierto o quizá era parte de su proceso de auto convencimiento.

Fuese cualquiera, nunca se acostumbraría a tener la vida la de una persona colgando de un hilo.

Frotó sus manos contra su cara para retirar el cansancio y se levantó directo a la sala de espera para darle la noticia a los familiares. 

La peor parte de la jornada.





—¿Estás listo para doblar el turno más puto y jodido del año?

Jaehyun dejó de observar su ensalada en la mesa y  en cambio miró por encima del marco de sus lentes al idiota de su amigo retirarse el gorro con estampado de dibujos infantiles.

—Eres un puto exagerado —respondió girando los ojos, regresando a sus palillos mientras escuchaba la risa del otro.

—Siento lo de hoy —dijo Johnny en su susurro momentos después. —Escuché el escándalo de la familiar. Fue un poco doloroso. ¿Qué sucedió?

  —Una HSA. No se la diagnosticaron a tiempo. A los veinte minutos tuvo un re-sangrado y ni siquiera alcanzamos a realizar oclusión —suspiró aún afectado por todo el momento que tuvo que pasar después con aquella familia. —Son cosas que pasan.

Johnny chasqueó la lengua dándole la razón y se recostó contra la silla a observar la cafetería de brazos cruzados.

—¿Y cómo están mis sobrinos? —preguntó el pelinegro en un intento de distraer a su amigo.

Otro fuerte suspiro embargó la mesa. 

—Jihoon seguramente reprobará ciencias naturales y Jihyo no quiere regresar a clases de danza.

SAUDADE  ||  JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora