19- Derrumbe de Emociones

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~PDV NASTYA~

—¡Vamos! —Los besos de Elian recorriendo mi cuello no estaban ayudando a que me levantara.

—Si me sigues besando ¿Cómo pretendes que me levante de la cama? —Me acurruqué entre sus brazos—. Además, no quiero volver al hospital. —De sólo pensar que nos separaríamos el corazón me dolía, quizás lo que el médico dijo tenía algo que ver.

—¿Y quién dijo que iríamos al hospital? —Al terminar de preguntar sentí como se levantó, y al sentarme en la cama, mientras me cubría los pechos con la sábana, pude divisar como si estuviera buscando algo en su armario.

—¿Y entonces? —Me acomodé inclinando mi cabeza levemente para que se diera cuenta de que estaba pensando con seriedad—. ¿Qué se te ha ocurrido esta vez?

—Es una sorpresa. —Apoyó las manos en la cama dejándome atrapada entre sus brazos—. Por lo pronto, —Me miró fijamente—. Tu tienes que vestirte.

—Ni sueñes pervertido que me pondré el mismo vestido. —Me encaminé hacia donde pensé que sería el baño envuelta en la sábana.

—Ni loco dejaría que otros te vieran con lujuria. —¡Eureka! Había dado con el baño.

Lo dejé hablando solo, por lo pronto me bañaría por lo que abrí el grifo para saber cuál era el agua caliente y cuál la fría para regularla.

La imagen de nosotros en la ducha vino repentinamente a mi cabeza, nos veíamos algo diferente a lo que estábamos hoy, así que simplemente deduje que fue un recuerdo.

—¡Nastya! ¡Nastya! —El golpeteo incesante me sacó de mi aturdimiento.

—¡¿Qué?! —Casi grité.

—¿Estas bien? —Su voz sonaba preocupada.

—¿Por qué no debería estarlo? —pregunté mientras seguía jabonando mi cuerpo.

—Me preocupaste. Llevo quince minutos hablando solo. —Cierto, estaba tan metida en mi recuerdo que había olvidado mi pequeña rabieta.

—No te preocupes, no te escuchaba por el sonido del agua. —Mentí.

—Cuando termines, dejé la ropa sobre la cama. —Luego de eso sólo se escuchó el silencio.

Terminé de bañarme y salí en busca de la ropa, y grande fue la sorpresa al notar que no estaba. Fue más grande la sorpresa al tomar la ropa que había dejado en la cama, sin contar que también había cubierto la parte de la ropa interior.

Era algo cómodo, algo que sin duda usaría. El jean negro ajustaba mis muslos y junto con las zapatillas blancas resaltaban. Me sorprendió que me dejara un top negro y un buzo corto de color bordó, sobre todo porque conociendo el lado posesivo y sobre protector que tenía dejaría que el mundo viera mi ombligo al descubierto, cosa que a mi no me molestaba en lo más mínimo.

 Me sorprendió que me dejara un top negro y un buzo corto de color bordó, sobre todo porque conociendo el lado posesivo y sobre protector que tenía dejaría que el mundo viera mi ombligo al descubierto, cosa que a mi no me molestaba en lo más mínimo

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Un Deseo: No OlvidarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora