Capítulo 8

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Había sensaciones con los que Joel no estaba familiarizado, hasta hace poco se encontraba en poder total de su sentimientos y pensamientos, dominar cada pasión que lo dejaba en desventaja; débil y vulnerable a alguien más nuevamente era algo que había aprendido bien en los últimos años, "control" un concepto que conocía a la perfección y manejaba según sus propias conveniencias, lo que los demás sintieran o dejaran de hacer le tenía sin cuidado, siempre y cuando no interfiriese con sus asuntos.

Pero tratar con Christopher era muy complicado y exasperante a la vez, el chico tenía una personalidad tan fuera de lo común, impredecible, diferente y opuesta a la de él mismo, incluso a la de cualquier otra persona que haya conocido antes, su carácter social, sonriente y de trato fácil a menudo era tan solo una fachada que lograba engañar y confundir, sin que fuera capaz de saber exactamente sus verdaderas intenciones, que ideas tenía en mente o que sentía respecto a algo, tanto que a veces había llegado a pensar que él nunca sufría por nada, a envidiar su alegría tan genuina y particular.

Desde que se vieron por primera vez por alguna extraña razón Christopher parecía ser feliz haciéndole rabiar, por meses cada que lo veía solía soltar alguna frase que nunca llegó a entender muy bien, acompañada de una sonora y molesta carcajada que estaba seguro hacía eco en toda América, tan optimista frente a cualquier cosa que a veces solo quería romperlo y someterlo a sus caprichos, sobre todo cuando lo veía ir de una relación a otra con la simpleza y la despreocupación de quien no ha sido herido y tiene el corazón intacto, no como el suyo que fue regalado a un espejismo idealizado sin acuerdos de devolución. No, no odiaba a Christopher solo que a veces se había sorprendido deseando hacerle pagar los pecados de alguien más, un chico heterosexual y mujeriego al que quería doblegar y tal vez solo tal vez complacer a su madre con una relación falsa había resultado ser una escusa perfecta para ello.

Sin embargo que Christopher se mostrara tan complaciente y flexible con sus intenciones solo lograba irritarlo más, saber que su amabilidad con él era por el dinero, que sus besos eran falsos, comprados y no tenían validez alguna o que incluso solo producto de un deseo normal y momentáneo de satisfacer su curiosidad, siempre ha creído que todos los chicos heterosexuales en algún momento de sus vidas quieren experimentar con alguien de su mismo sexo, sin que eso tenga un gran significado. En un mes el panda volvería a su estilo normal de vida y eso le parecía perfecto.

Pero ahora mismo no se sentía del mejor humor del mundo, había pasado una semana desde lo del incidente con su madre y el ecuatoriano ignoraba los intentos de Joel a acercarse a él, no coincidían en ninguna parte, Universidad, parque y aún cuando fue muchas veces al restaurante donde trabajaba no pudo encontrarlo, apenas y había llegado a su apartamento también y las veces que fue a tocar su puerta, el amigo del chico se negaba a darle información para luego gritarle y sacarlo a empujones y lo peor era que Christopher había devuelto el dinero que le dio, más lo intereses que se había acordado en el contrato, imaginar un sin fin de situaciones a las que posiblemente su novio habría recurrido para conseguir los 2 500 dólares lo estaba volviendo loco.

-Estás tan demacrado Joel, ¿es que acaso una trituradora te pasó por encima? Preguntó con sorna Zabdiel sentándose a su lado

-¿Qué quieres?

-Muestro interés por mi amigo fiel, ¿y esa es la respuesta? fingió indignación llevándose la mano al pecho las revistas sociales están hablando de tí y tu novio, tomó la papas risadas de Joel llenándose la boca con ellas ¿cuándo será la presentación formal? Ignorando la mirada asesina de su amigo continuó Ya sabes Gwen y yo queremos llevar un traje que combine bonito o... tal vez eso se acabó definitivamente como dijiste antes agregó mirando hacia la entrada a la cafetería de la Universidad, un sonriente Christopher acompañada de Daniela una de las tantas conquistas que había tenido el ecuatoriano y a quien conocía muy bien; rica, mimada y caprichosa, hija de uno de sus principales socios; parecía un koala colgada del brazo de su novio, caminaron por su lado y se sentaron a dos mesas de él.

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