Capítulo 14

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Cuando Chistopher era solo su vecino, la persona que parecía disfrutar haciéndolo misarable el noventa por ciento de las veces que se encontraban, cuando solo parecía ser feliz a su costa y que ahora entiende que hacía de payaso para hacer feliz a los demás, cuando Joel creía que nadie jamás podría alcanzarlo alguna vez porque Christopher solía estar dos pasos adelante de todos a su alrededor, dejándose amar sin amar. yendo sin rumbo, al azar pero con la seguridad plena de que no terminaría dañado, Vélez siempre fue inalcanzable, con su impetuosa y exasperantemente increíble personalidad, su actitud ganadora hacia la vida, su amplia sonrisa, su inigualable belleza, su inteligencia, su lealtad para con sus amigos, esa manía de preocuparse por todo el mundo solo porque sí, preocuparse por él cuando ni siquiera habían intereses de por medio todavía, cuando no era su novio, cuando no le pagaba nada, en ese entonces él tan dañado como estaba lo hubiera destruido solo por celos, porque de alguna manera cuando ves a alguien tan diferente ti, a alguien tan perfecto solo quieres rebajarlo a un nivel bajo, solo quieres romperlo.

Pero no estaba preparado para enfrentarse a un Christopher Vélez diciendo estoy enamorado de ti, no estaba preparado para confrontar su mirada rota, resignada y traicionada, no estaba preparado para sentir un cúmulo de sentimientos tirando con fuerza de su pecho, casi obligándole a retenerlo a su lado, no estaba preparado para dejarlo ir.

Se levantó de un salto, se vistió en apenas unos segundos, iría a por él, lo traería de vuelta, la noche de ayer había sido la presentación oficial de su noviazgo, habían intereses de por medio, un prestigio que proteger, no permitiría que simples banalidades lo distrajeran nuevamente, él era un líder y pronto tomaría el control total de una inmensa y poderosa Organización, Christopher era su novio ante todo el mundo y como tal, él debía estar a su lado.

Además estaba el hecho de que Christopher le importaba de verdad, es decir no lo amaba, tampoco Chirs, aunque dijera lo contrario, lo conocía lo suficiente como para decir que el castaño solo se había dejado atrapar por lo novedad y la emoción que implica una nueva experiencia, el ideal de un primer amor romántico.

Pero no era tan hipócrita para no reconocer que lo quería, que todo ese tiempo rondándose entre sí se volvió de una forma u otra, importante, especial, en su mente se repetía una y otra vez, cuando el ecuatoriano se entregó a él, sometiéndose sin pedir nada a cambio, Joel no quiso tomar todo, no lo hizo suyo porque jamás se hubiera perdonado aprovecharse de su vulnerabilidad, seguro de que el castaño lo odiaría cuando entrara en razón, cuando fuera consciente, no obstante aún cuando parecía carecer de sentido, sonara egoísta o se viera manipulador, de una forma retorcida que se negó a analizar con más profundidad, sentía que Christopher era suyo, él significo aunque se había negado admitir hasta ahora, su salvavidas, su punto de cordura, su medio de escape, es así que casi sin que pueda evitar su cuerpo lo había buscado con desesperación, lo había besado con fuerza y territorialidad, sabiendo que era la única vez que podría tenerlo así...y cuando prometió que no lo expondría más, que nunca lo dejaría solo,...No mintió.

Caminó hacia la puerta del apartamento de al lado, sin pensar en las cosas que diría cuando el ecuatoriano abriese, tocó con fuerza.

-¡Joel! Escuchó a su vez a sus elpaldas aquella voz que conocía a la perfección, la sorpresa golpeó en un dolor agudo, pesado que se le instaló en el pecho, ...Erick.

Ignorándolo, ahora no,  se dijo, demasiado con lo que lidiar, caminó de vuelta a su piso, el chico de los ojos verdes le siguió detrás.

-¿Qué quieres? Cuestionó sin miramientos, con un tono de voz más ronca de la habitual, negándose a encontrarse defrente, odiaba aquella forma tan a la deriva, tan frágil, tan necesitado de amor como el que Erick lo hacía sentir con tan solo una mirada, sin importar cuanto tiempo, y aún con todo lo que pasó moría por tenerlo cerca.

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