Capítulo 15

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Si le preguntaran por qué lo quería, diría por ser Christopher, como definición general y simple, un sentimiento bilateral, en donde ambos se protegían y preocupaban por el otro, siendo capaces de matar y dejarse morir por ver a salvo, al contrario. Christopher era familia, muy importante para él, cuando lo conoció su personalidad tan afectiva y social hizo que conectaran rápidamente, pero, el tiempo compartido fue lo que realmente los volvió amigos, hermanos, las experiencias vividas, los buenos y malos momentos, los problemas de adaptación a una nueva cultura, lidiar con la falta de dinero.
Richard podría decir con toda seguridad que conocía a la perfección a su amigo, Christopher era único, aun cuando se presentaba ante todos como alguien sociable y sonriente sin mayor preocupación que él mismo, teniendo citas con cada chica hermosa que se le había presentado delante, viviendo la vida a su estilo, leal, inteligente; era también muy confiado, encariñándose rápidamente con las personas, por ende alguien que podía ser lastimado con facilidad, Richard siempre se había encargado de él, de cuidarlo y protegerlo cuando la personalidad del mayor no podía reconocer peligro en los demás,  por eso mismo, cuando dijo que estaba enamorado de Joel, él se preocupó, no solo porque era otro chico, sino porque Pimental era lo opuesto a su amigo, solitario y reservado, a parte estaba el hecho de que nunca se había enterado de los pormenores de la relación, de como el eterno amante de las mujeres Vélez ahora se encontrara en una, precisamente con otro hombre, en su opinión era algo bastante apresurado y extraño de cierta manera, sin embargo, al verlos juntos,  mirándose con cariño, como si siempre se hubieran pertenecido, cambió de opinión, ¿pero como no hacerlo?, él había observado con cuidado a Pimentel, cualquiera que pudiese verlos interactuar hubiera llegado a la misma conclusión, estaban enamorados, la mirada de Joel siempre parecía estar centrada solamente en el mayor, lo mantenía cerca con celo, lo protegía como si fuera lo más importante para él, como si nada, ni nadie más existiera cuando el mayor estaba cerca, es decir, incluso había visto al eterno Poker face Pimentel, en más de una ocasión riendo ante los tontas formas de ser de Chris, entonces pensó, que su amigo estaba viviendo una etapa distinta e importante, valiosa en muchos niveles, supuso que esta vez no era igual a todos los afairs anteriores, que el ecuatoriano se había enamorado y que era correspondido, qué Joel era diferente, qué su amigo iba a ser feliz.

Se equivocó, las apariencias muchas más veces de lo que nos gusta admitir son engañosas, son mentiras.

Cuando llegó al apartamento de Joel, no estaba preparado para el cuadro que se presentó ante sus ojos, la persona que muchas veces había gritado, casi proclamado en voz alta que era novio de Christopher, como si el ecuatoriano fuera de su propiedad, suyo, estaba besando a alguien más y si había algo que Richard odiaba y que nunca iba a permitir era que se burlaran de las personas que quería, Pimentel no sería el idiota que le rompería el corazón a su amigo, antes lo mataba.

Richard se adentró abruptamente al apartamento, tiró del cuello de Joel y lo lanzó con brusquedad a la pared. El semblante del menor se transformó por un instante, el terror inundó su rostro, como si hubiera esperado que Richard fuera otra persona, a la vez que un puñetazo certero en el rostro del menor evitó que mostrara alguna otra reacción, el golpe lo dejó mareado, tambaleándose más por la sorpresa que por un efecto real de dolor. Un hilo de sangre se deslizó por las comisuras de Joel. El golpe le partió el labio inferior.

Tres golpes consecutivos más nublaron su vista antes de que pudiera cubrirse con el brazo.

Ya basta! ¿Pero qué demonios crees que estás haciendo? ¡Animal! Erick gritaba, intentando obstaculizar el paso y evitar que el moreno llegara hacia Joel, quien parecía no inmutarse, dispuesto a ser el blanco de la furia del moreno.
Richard ignoró deliberadamente los gritos del chico de los ojos verdes y caminó hasta estar al frente de Joel, la mirada centellando enojo, ira contenida.
-Di, ¿por qué? Pidió una respuesta, con la mirada fija en el rostro del contrario, los dientes rechinando por la fuerza que ejercía en ellos. ¿Por qué a Christopher?

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