Atrapados

Capítulo 13

Aquellos ojos esmeraldas que tanto había echado de menos estaban solo a centímetros de él, la ternura de su rostro, la afabilidad, una belleza activa que amó desde siempre, un amor que parecía ya formar parte de su naturaleza que no podía evitar aún después de todo ese tiempo y toda la historia de dolor y mentiras detrás, lentamente soltó el aire que retenía, como si con verlo volviera a respirar de nuevo.

Vestido de traje, elegante y guapo, la mirada del menor se centró en él, quemándole la piel con ella.

-¡Joey! Mencionó su nombre entre dientes, con cierta timidez, sabía que con aquel simple acto él estaría de rodillas ante él, sabía que tenía su atención, que aún le pertenecía su corazón. Debemos hablar,... tú y yo... Ah, tienes que escucharme,... Joey yo... Alzó la mirada suplicante... Te necesito.

Una imperiosa necesidad de mantenerlo seguro se apoderó de él en respuesta, quería besarlo, pegarlo a él, abrazarlo muy fuerte, hablarle, preguntarle, pedirle explicaciones pero tan pronto como eso se obligó a tomar aire, respiró con fuerza odiándose por durante unos segundos haber deseado olvidar y amarlo como si nunca le hubiera herido, aunque en apariencia Joel se mostraba imperturbable, sentía que el corazón iba a salirle por la boca en cualquier momento.

Sin embargo la voz de cierto ecuatoriano al lado resonó cual disparo de una bala obligándolo a despertar de su pequeña fantasía y a prestar atención.

-Soy Christopher Vélez, él es mi novio, siseó intentando no alzar la voz, lo siento, Joel no puede atenderte ahora, ya que irá a casa conmigo. Apartó bruscamente la cara de Joel de la mirada que iba desde irritado y enojado a lo que pareció triste y herido que le lanzó Erick, tú lo prometiste mi amor, agregó en dirección a Pimentel, ignorando a su sentido común que le decía que el sueño había terminado y era momento de despertar, tiró de su brazo con firmeza y caminó hacia la salida arrastrándolo detrás.

Cuando salieron por la sala principal, fue todo como a cámara lenta, flashes de cámara cegando su visión, periodistas haciendo preguntas al azar, Joel pareció recuperarse de la pequeña conmoción previa que su actitud causó en él, y lo protegía manteniéndolo cerca, sus caderas chocando al caminar y a cada paso que daban era agónico para Christopher, los ojos le picaban, quería llorar y el corazón le latía a toda prisa, pronto estarían a solas y tenía mucho miedo.

Él había visto todo, Joel mirando con amor y ternura al tal Erick, como no lo veía a él, como jamás lo vería a él.

El camino en coche fue en silencio, la vista perdida por la ventana del copiloto, de momentos la mirada de Joel se posaba en él, tal vez es que sentía lastima por el idiota que se enamoró aún sabiendo que eso no era posible jamás, o simplemente quería reírse de él, estúpido pensó tenía que seguir solo un maldito contrato y se perdió, lo peor ni siquiera fue conciente de ello hasta que ya su corazón no le pertenecía.

Algo dentro de sí se había quebrado, es decir siempre lo supo pero fue cuando los vio frente a frente que entendió a que se referían todos antes, Joel y Erick se amaban, aunque puede que el castaño estuviera dolido el sabía que era cuestión de tiempo para que estuvieran juntos, entonces lo entendió no quería estar cuando eso pasara. Pimentel caminaba detrás de él, Christopher quería de verdad que aquella atmósfera de tensión y culpabilidad se acabara, el menor no tenía la culpa de no amarlo, pero su cerebro no estaba funcionando correctamente en ese momento, se sentía torpe y triste.

Entonces trató de arreglarlo, contaría uno de sus tontas bromas y reiría y lo haría reír, aunque doliera verlo pero cuando sus ojos se encontraron con los de él, adornado de sus largas y frondosas pestañas, no pudo evitar, lo necesitaba, necesitaba sentirse amado, Joel era bueno fingiendo hacerlo, aunque sea solo por un instante más. Saltó enganchando los brazos alrededor del cuello del menor, amando lo dura e imponente que se sentía sus labios, este lo dejó hacer sin más.