MI VENA IRLANDESA

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LA HISTORIA ES COMPLETAMENTE INEDITA PERO LOS PERSONAJES SON DE LA MARAVILLOSA NAOKO TAKEUCHI

CAPITULO 8

MI VENA IRLANDESA

*Serena*

Una vez más mueve sus dedos nerviosa.

—Bueno, primero que nada no se supone que debiéramos estar aquí, al menos no, tú y yo.

— ¿Por qué?...bueno hay muchos porqués no...—sonrío para que calme su nerviosismo.

—Este lugar es de Darien. Y...bueno Amy—el ultimo nombre lo dice con fastidio—Darien tiene un amor algo especial por estos libros—señala dos paredes principales del lugar donde descansan un montón de gruesos libros y al parecer antiguos también.

—Están escritos en braille—tomo uno de los libros en mis manos y al abrirlo encuentro letras, gruesas y estilizadas letras. —No—me respondo la anterior pregunta.

—Amy se los lee.

Una punzada de algo irreconocible hizo que me doliese el estómago. No le di importancia.

—Esto es hermoso sabes, todos estos libros, leerlos debe ser un privilegio.

Cuando estaba enferma no podía salir a jugar con los demás niños como era normal, me cansaba rápidamente y eso no era bueno para mí, cuando solía salir a jugar los niños se burlaban de mi haciendo bromas crueles. Así que por eso me quedaba en casa y leía cada libro que mis padres me regalaban.

—Ellos cuentan la historia de muchas cosas en este castillo y creo que tú deberías leerlos.

— ¿Yo?...no creo que debería.

—Si debes, tú tienes más derecho de leerlos que esa presumida de Amy.

—Lita, de verdad que te agradezco que creas eso pero, no creo que Darien esté muy feliz de saber que he leído sus libros.

—Puedo llevarte uno cada noche, luego en la mañana lo devuelvo y en la noche te lo llevo nuevamente ¿Qué dices?

—Mmm—sonreí abiertamente—bien, acepto.

Moría por saber un poco más de este lugar, cada uno de estos libros me atraía de una manera casi encantadora. El sentimiento era parecido a aquel que tenía cuando escuchaba aquella voz en mis sueños.

—Perfecto, esta es la manera correcta de que entiendas. —murmuro casi para sí misma.

—Que entienda ¿Qué?

—Nada, nada—le restó importancia—ahora ven conmigo, debemos salir de aquí.

...

*Lita*

Soy una idiota, debí hacer esto en cuanto Darien se había marchado, aunque con Mina y Mal aquí había sido casi imposible mostrarle la biblioteca privada de Darien a Serena.

—Solo espero que esto funcione.

—El día que descubrí la pintura de aquella mujer me había parecido la más hermosa que jamás había visto nunca, lo que más había llamado mi atención era el collar que colgaba de su delicado cuello, era el mismo que estaba tallado en los lugares más importantes de este catillo—me observo en el espejo—casi me da un infarto cuando te vi Serena—ella era exactamente igual a la mujer de aquella pintura.

Al principio no lo entendía, no entendía el porqué de que aquella mujer fuese el retrato de Serena, y no lo entendí hasta que encontré la pintura de aquel caballero, era Darien, era el, solo que vestía una armadura y lucia orgulloso en ella.

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