Nuestro Destino

DEMASIADO PRONTO

LA HISTORIA ES COMPLETAMENTE INÉDITA PERO LOS PERSONAJES SON DE LA MARAVILLOSA NAOKO TAKEUCHI

CAPITULO 13

DEMASIADO PRONTO

*Serena*

Mi corazón aun esta descontrolado por las emociones que me embargan, él lo acepto.

«Soy su novia»

Y no puedo estar más feliz por ello.

—Quítale las manos de encima—el siseo de Diamante se escucha claramente sobre mi hombro, mientras su mano se cierra sobre mi brazo.

Bajo mis manos puedo sentir como cada musculo de Darien se tensa.

Giro mi cuerpo hacia mi ex novio chocando con su furiosa y dolida mirada.

—Diamante...—trato de hacer que me suelte.

—Diamante y una mierda Serena, ¿Qué significa esto?...—se aleja de mi pasando sus manos por su cabello—Tres meses... ¡tres malditos meses Serena y ya me cambias por un imbécil que para variar es ciego!

Es tarde cuando Mina trata de alcanzar a Mal, este se abalanza sobre Diamante asestando un certero golpe en su mejilla. Rei y Mina y yo tratamos de sepáralos casi sin éxito.

— ¡Ya basta!—grite exasperada, se separaron por un momento el que aproveche para jalar a Diamante de su camisa entre tanto Mina sostuvo a Mal—pueden dejar de hacer esto.

Diamante no dejaba de matar a Malachite con su fúrica mirada.

—No puedes—sus ojos me observaron dolidos—trate de explicarte y tú solo te marchaste.

— ¡Quiero que este imbécil se largue de mi casa, o juro que le voy a romper la cara!

— ¡Malachite!—Una vez más la voz de Darien resonó en la estancia, ganándose la mirada de todos, como si pudiera sentirme sus ojos estaban fijos en mi—Serena debes hablar con él.

— ¡Claro que debe hablar conmigo es mi prometida!—Mi ex profirió en dirección a Darien—Y te aseguro que no le vas a poner un dedo encima.

—Vamos—trate de llevármelo conmigo sin éxito—Diamante por favor.

—Oye...—Diamante se acercó peligrosamente a Darien, solo yo me interponía entre ellos—te aseguro –lo señalo con su índice—que no la vuelves a tocar. —Darien no se intimido ni por un solo segundo, la vena de su cuello palpitaba frenética, mientras su mano se aferraba a la correa de Belá con tanta fuerza que sus nudillos estaban blancos.

—Esa no es tu decisión, y te aseguro que puedo tocar a MI NOVIA cuando me plazca. —Diamante se acercó con toda la intención de lanzar un golpe.

— ¡No!—grite apartándolo— ¡No te atrevas y ya basta de este espectáculo, vámonos!—tomándolo del brazo lo aparte. —ven conmigo, querías hablar está bien hablemos, ven conmigo.

Me observo por un momento con su respiración agitada, hasta que al fin decidió seguirme.

Anduve varios pasos hasta la salida, a la mitad del sendero hasta la puerta principal me detuve.

— ¿Esto es enserio Diamante? –sus paso se detuvieron en seco al verme detener, solo hasta entonces fui capaz de mirarlo realmente.

Un hilillo de sangre descendía de su labio inferior, estaba más delgado y oscuras ojeras enmarcaban su rostro, aun así seguía siendo un hombre muy guapo.