Nuestro Destino

LAS ESTRELLAS

LA HISTORIA ES COMPLETAMENTE INÉDITA PERO LOS PERSONAJES SON DE LA MARAVILLOSA NAOKO TAKEUCHI

CAPÍTULO 11

LAS ESTRELLAS

*Serena*

Un par de golpes en la puerta interrumpen mi lectura. Mi corazón antes acelerado se calma un poco al ver a Lita.

Me levanto del sofá mientras Lita entra con una bandeja llena de comida.

—Desayuno—dice sonriente.

—Lita no deberías hacer esto, estaba a punto de bajar.

—Mentirosa—observa el libro en la mesilla— ¿Qué tal esta lectura?

—Increíble—tomo el libro entre mis manos—no me dijiste que no eran libros...Lita estos son diarios.

—Sí, lo son.

—Darien, él los ha leído alguna vez o se los han leído—ella niega—debe leerlos son parte de su historia, de su vida, de la vida de este castillo.

— ¿Cómo lo sabes, acaso mencionan el castillo en esos diarios?

Como decirle que soñé con los habitantes de este castillo, como decirle que sé que Usagi vivió aquí, cuando siento que estaría traicionándola si le digo algo a Lita.

—Solo lo sé—respondo metiéndome un trozo de panecillo a la boca.

—Serena ¿tú y yo somos amigas?

—Pues claro que si—aseguro—es más desde que probé tu comida por primera vez supe que serias mi mejor amiga junto con Mina—le sonreí.

—Te digo algo—nuevamente juguetea con sus dedos.

—Si. —me acomodo a su lado en el sofá sintiendo como un reposa brazos se incrusta en mi costilla—Tanto estilo barroco me vuelve loca.

—Si Darien te escucha es capaz de darte clases de etiqueta y cultura—ríe gustosa.

— ¡Dios me libre!—digo con cara de horror haciéndola carcajearse. Anuqué la idea de pasar tiempo con él no me molestaría. —Qué era eso que querías decirme.

Se remueve en su sitio.

—Tú...no te sientes rara en este lugar.

—Rara ¿Cómo?

—No lo sé, como si... ¿pertenecieras aquí?—la miro curiosa, claro que me había sentido así en algún momento pero eso nos sucede a todo el mundo.

—Mi madre solía decir que todos en este basto mundo somos almas errantes—me observa sorprendida—Si, así pensaba ella, mi madre era una mujer irlandesa que gozaba de las cosas más simples de la vida y creía firmemente en la reencarnación, ella creía que todos renacemos una y otra vez en este mundo, solo que a veces nuestras almas se pierden en su viaje y llegan a destinos diferentes, es por eso que muchas personas nunca encuentran su sitio en el mundo, es por eso que algunas personas se sienten vacías y viven toda su vida creyendo que les falta algo. Solo que en sí ese "algo" que falta es una vida pasada que su alma anhela.

Lita me observa con los ojos llorosos.

—Crees en lo que decía tu madre.

Sonreí, siempre me contaba de su vida e historias y creencias.

—Claro que creo Lita, creo en ello como lo hacía mi madre. —observo la habitación, llena de tapices, la madera tallada de mi cama, los tapetes tan hermosamente elaborados—Me siento bien aquí, casi completa porque aun siento que falta algo...no se tal vez este solo se parezca a algún lugar que mi alma recuerda. Me siento un poco triste aquí.