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Han pasado dos meses desde el problema de JiMin y el comienzo de la relación de ellos. A YoonGi le encantaba estar con JiMin, pero se daba cuenta que le daba más espacio a su relación que al tratamiento de JiMin.
El papá de JiMin había llegado hace una semana, al comienzo fue un poco confuso ya que JiMin y él no se habían visto en varios años, así que ambos se saludaron con una reverencia y tomaron asiento.
La plática de ellos fue incómoda al comienzo, el papá de él hizo preguntas básicas como "¿Que tál estás? ¿Vas bien en el colegio? ¿Has hecho caso a tu mamá? ¿Trabajas?" Pero hubo un momento en que él preguntó "¿Tienes novia?"
JiMin se movió algo incomodo del mueble y suspiró.
-Yo... no tengo novia...
-Ah entonces estás en proceso, no?
-Te diré la verdad, pero antes quisiera que no me juzgues por dos razones, la primera es que ni si quiera estuviste en mi vida, y la segunda es por respeto.- Suspiró más fuerte.- Tengo novio.
El papá de JiMin lo miró extrañado y mantuvo el ceño fruncido.
-¿Al menos puedes presentarmelo?
-No.
-Está bien, lo entiendo.- Se levantó de su silla.- Pero tarde o temprano descubriré quién es.- sonrió y salió de la sala.
Desde ese día, JiMin andaba con algo de preocupación. ¿Que pasaría si el papá de entera que sale con su piscólogo? Tal vez malinterpretaría todo, o... ¿Sería capaz de separarlos?
Así que esa es la razón por la cuál JiMin, cada vez que va al consultorio de YoonGi, aprovecha en besarlo y pasar todo ese tiempo juntos.
-Hyung, tengo miedo de que nos separen.- Dijo JiMin mientras abrazaba a YoonGi.
-¿Tú crees que yo dejaría que pase eso?.- Lo acercó más a él.- No bebé, nunca dejaría que pase eso.
Ellos seguían covnersando, y YoonGi aprovechaba para preguntarle como ha estado, y evaluarlo rápidamente sin que JiMin se de cuenta.
Cuando pasaron los 45 minutos, YoonGi le dio unas pastillas a JiMin.
-Por favor, tómalas y no las botes como la última vez.- Lo abrazó.- Más tarde te llamaré para salir.
-Está bien Hyung, te quiero.- Le dio un beso en la boca.- Adiós.
Salió del consultorio feliz y se fue.
Lastimosamente, afuera de aquella sala, estaba su papá, esperándolo.
-JiMin, hola hijo.- Sonrió.- Vamos a pasear un rato.
JiMin sorprendido, sólo lo seguía. Es raro que él vaya a verlo y que le diga para caminar.
Fueron al parque, comenzaron a conversar de pequeñas cosas. Hasta que dieron las 6 de la tarde.
Como dijo YoonGi, lo llamó y lo invitó a salir.
A las 9 de la noche, JiMin y YoonGi estaban de camino a un restaurante. Era elegante, y caro. Sonaba tan cliché. Pero el jamás había vivido esa experiencia, y estar ahí, junto a YoonGi la hacía única.
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Ambos ordenaron, y conversaron como dos enamorados.
Al finalizar, YoonGi invitó a JiMin a quedarse en su casa.
-Hyung, en verdad quisiera ir, pero mi papá está en casa y...
-Ya lo sé, tienes miedo de que nos vea...
-Sólo te protejo Hyung...- Se acercó a YoonGi y le dio un beso mientras salían del restaurante.
-Está bien JiMin, ¿Puedo ir a dejarte a tu casa?
-Si Hyung, pero unas casas antes.
Ambos subieron al auto, sólo escucharon música. JiMin algo apenado por no poder pasar más tiempo con YoonGi, sólo suspiraba.
Tendría que arreglar las cosas con su padre, él ya no quiere seguir escondiendo a su Hyung.
Como YoonGi dijo, lo dejó cuatro casas antes de la de JiMin, para que no los vieran.
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En toda la oscuridad, ambos se miraban y se besaron.
No hacía falta las palabras, sus besos expresaban todo.
-A la mierda, vamos a tu casa Hyung.- Dijo JiMin en medio de besos.
-¿Estás seguro? Yo puedo esperar...
-Sólo vamos.- Respondió JiMin, se acomodó en el asiento y se comenzó a preparar mentalmente sobre lo que le esperaba.
