5 | Historias

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Carol

Los rumores que su repentina pelea de Patrick y Auden habían comenzado volvieron a surgir a causa del partido. Todo mundo formula teorías acerca de su extraña relación de amienemistad. Hay unas tan descabelladas que dan risa. Aunque también hay otras que encajarían a la perfección de ser verdad y honestamente muero por saber qué hipótesis es la correcta. El principal hacedor de estas es nada más ni nada menos que nuestro buen amigo Tommy:

—Son hermanos. Hermanos perdidos. Adoptados, por eso tienen diferentes padres, pero ellos saben que tienen la misma sangre —dice, a través del celular.

—¿Tienen algun parecido físico? —debato.

—Hay hermanos más diferentes que ellos.

—¿Y el que se odien? —inquiero, rasgando las cuerdas de mi instrumento.

—¿Alguna herencia?

—Suena a que lo sacaste de alguna película, Thomas. Además, conozco al señor Kingsley y Auden es clavadito a él.

—Bueno, tal vez sólo Patrick fue adoptado.

—¿No se te ocurre algo más disparatado?

—Dímelo tú.

—Sé que se conocen desde hace años —contesto —. Y que algo pasó entre los dos. Sus padres se conocen... Tal vez eran muy cercanos antes —propongo.

—¿No tienes imaginación, Carol?

—Tú tienes demasiada, Tommy.

Vuelvo a la realidad al darme cuenta que la señorita Martin, consejera de nuestra preparatoria, me está llamando repetidas veces.

—Perdón, estaba... pensando —le digo.

—¿En Max? —pregunta sin tapujos. No sé si es bueno o malo que esta mujer sepa todo lo que pasa en mi vida desde hace año y medio.

—Auden —corrijo —. Y Patrick. —Sonríe.

—¿Tú también estás intentando averiguar que hay entre ellos?

—Toda la escuela lo hace.

—Pero no todos los conocen, tú sí. Así que deberías saber que si ellos no quieren decirlo, jamás lograrán saberlo. —La miro con mala cara. Es obvio que ella tiene perfecto conocimiento de todo esto pero nunca he logrado que lo comparta conmigo.

—A veces detesto que estés bajo secreto profesional —le digo por enésima vez desde que la conozco.

—Aunque pudiera hablar no te lo diría, Car, no me corresponde. —Me encojo en mi asiento hasta quedar viendo el techo y esa lámpara que ilumina la habitación. Si nos quedamos demasiado calladas incluso podemos escuchar la energía que la mantiene encendida.

—¿Por qué no me ha contado? —le pregunto —. Él me conoce perfectamente. Sabe mi historia, mis gustos, mis miedos... Y yo cada vez me doy cuenta que aún hay mucho que no conozco de él.

—Eres un libro abierto, Carol —me responde —. Nunca tienes la necesidad de ocultar algo y eso hace que las personas puedan conocerte mejor. Auden, por el contrario, es una persona difícil de leer. Jamás da más información de la necesaria y no habla por hablar. Es reservado incluso con sus padres en ciertas ocasiones. Tú prefieres hablar y buscar consejo; él pensar y resolverlo solo.

—Me gustaría que confiara más en mí —murmuro.

—No tiene que ver con la confianza, es más una cuestión de... —Espero que termine, pero no lo hace.

Sin vuelta atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora