10 | Capitán

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Auden

Chloe y yo entramos a la casa luego de hablar un poco más de las hermanas Brontë. Ella toma la delantera para ir con su amiga y agarrar de nuevo esa bolsa que traía cuando llegaron. Enarco una ceja, preguntando qué es lo que tiene, ella solo sonríe y se dirige a la cocina donde mi mamá y Car siguen cocinando. A falta de algo más que hacer, las sigo.

—Así que tú eres la famosa Diana Scott —dice mi mamá, estrechando la mano de la chica.

—Es un gusto conocerla, señora Kingsley —contesta ella, con educación —. Muchas gracias por recibirnos, tiene una hermosa casa.

—¿Y a esta qué mosca le pico? —farfulla Car a mi lado. La veo fruncir el ceño en dirección a la otra sin intención de ocultar su desagrado —. ¿De cuándo a acá es tan amable?

—Que no lo sea contigo no significa que tampoco con los demás —respondo, recibiendo una mala cara y un insulto por su parte. Trata de irse pero la sostengo del brazo y ella se suelta bruscamente, repito el intento comenzando una inocente riña entre los dos que se ve interrumpida cuando mi mamá me llama.

—¿Puedes mostrarle a Chloe dónde poner el postre? —pregunta como si no quiere la cosa, aunque sé perfectamente lo que hace. Actuaba de la misma forma con Emma y Abi. No sabe disimular sus preferencias.

He estado pensando, desde la primera vez que mi mamá vio a Chloe ha tenido cierto favoritismo por ella. La recibe con una sonrisa cuando viene a estudiar con Carson y la invita a cenar en cada ocasión. Casi todos los días me pregunta cómo está e insiste en que debería de venir más seguido. Car, por el contrario, a veces sigue batallando para agradarle y cuida cada cosa que dice y hace, procurando su visto bueno.

Acompaño a mi amiga al comedor.

—¿Tú hiciste esto sola? —le pregunto impresionado. El postre es nada menos que un pastel que luce más que bueno.

—Diana y yo —me hace saber —. No queríamos llegar con las manos vacías.

—Se ve delicioso —le digo, ella me sonríe en respuesta.

Mientras esperamos por mis tíos, mi mamá nos ordena quedarnos en la sala y "socializar" entre nosotros. Dado a nuestras caras, parece que todos predecimos que será una mala idea. Y lo es. No podemos tener una conversación con más de tres oraciones sin llegar al silencio después.

Chloe mira a Diana, Diana a Max, Max a Carol y Carol a mí. Parezco ser el único que pasa de uno a otro, observando lo que cada uno hace:

Chloe evita mi mirada, sin lugar a dudas. Juega mucho con las mangas de su sudadera y mueve su pierna nerviosamente por lo que sé que quisiera estar en cualquier parte menos aquí. Casi puedo escuchar sus gritos silenciosos en busca de ayuda. Diana trata de encontrar los ojos de él. Se inclina demasiado en su dirección mostrando lo desesperada que está por tener su atención. De vez en cuando toca una rosada cicatriz que se distingue en su cuello por encima del corte de su vestido, me pregunto qué historia habrá detrás de esa marca. Max está completamente concentrado en mi novia, sobre todo en sus labios, lo cual no me hace gracia en absoluto. Sé que quiere besarla y lo haría si las circunstancias se lo permitieran. Sonríe cuando la ve pasando su cabello detrás de su oreja y frunce el ceño cuando me toca. Esta claro que le gustaría ser yo en estos momentos. Carol sabe perfectamente que el otro la mira, la siento rígida a mi lado incluso cuando toma mi mano o se recarga en mi hombro. Su entrecejo me indica que se siente incómoda y la forma en que no aparta su vista de mí que quiere evitar a todos los demás.

Sin vuelta atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora