Carol
—Algo traman esos dos —me susurra Sara, como si alguien fuera a escucharnos. Miro a la misma dirección que ella dejando de escribir por un momento. Auden y Patrick estan saliendo del salón juntos —. ¿No lo crees? —insiste.
—¿Hay algo de malo en eso? —pregunto. No comprendo su preocupación.
—Car, estamos hablando de ellos. Se odian —enfatiza —. ¿Qué podrían llevarse entre manos juntos?
—Estás siendo demasiado paranoica —opino.
—Cinco billetes a que hay gato encerrado —apuesta.
—¿Cómo vas a avergiuarlo? ¿Los vas a espiar? —me burlo, retomando mi trabajo.
—Claro que sí —responde, levantándose.
—Sara, ¡Sara! —grito entre susurros. Estoy pensando en seguirla pero justo en ese momento regresa la maestra Amery y tengo que volver a sentarme. Ella mira los tres asientos vacíos y, por qué no, a la que mira es a mí.
—Señorita Lane, ¿puede decirme en dónde se metieron sus amigos? —Niego con la cabeza. Ella enarca una ceja —. ¿Disculpe?
—Quiero decir... no sé dónde están —me corrijo, balbuceando.
—¿Está segura? —insiste.
—Tal vez Sara y Patrick se hayan ido detrás de las gradas —comenta Tommy, provocando la bulla de todos en el salón.
—¿Cómo dijo, señor Young? —vuelve a hablar la maestra, con actitud sorprendida. Solo es unos años mayor, es obvio que sabe a lo que se refiere.
—Sí, es por eso que Auden también salió —interviene la chica a mi lado, Becca, rodando los ojos —. Di algo con coherencia, Thomas.
—Que no te guste lo que escuchas no significa que dejará de ser cierto, Rebecca —le contesta él. y de nuevo se escucha la burla de todos.
—Basta —dice la maestra, tomando el plumón de la pizarra.
Todos callan y comienzan a prestar atención de nuevo. Sin embargo, los dos chicos en cuestión siguen discutiendo silenciosamente. Ella lo fulmina con la mirada mientras él sigue burlándose. Tal vez debería explicar a qué viene todo eso. Lamentablemente, no lo sé. Pero Tommy es peor que una chica cotilla, así que sacarle la sopa después no será problema.
~°~°~°~
Auden
—Amery va a hacer examen, Jordan. ¿Por qué mierda me sacas del salón? —le reclamo, acomodándome el cuello de la camisa que se desarregló cuando me sacó a rastras.
—¿Quieres entrar al equipo o no? —me responde sin siquiera mirarme. Luego se para abruptamente y lo hace —. ¿Vamos a tener examen? —pregunta, con los ojos abiertos que cualquier adolescente que no sabe nada pone al escuchar la palabra "examen".
—Puede —contesto, echándome para atrás con lo que dije —. Tal vez. No.
Prueba número seiscientos treinta y nueve de que Patrick es un idiota: no entiende nada y prefiere seguir caminando.
Estoy seguro de que si la maestra Amery salió del salón hoy en específico es porque regresará con un bonche de hojas llenas de fórmulas químicas para evaluarnos. La he observado desde hace casi dos años, me sé de memoria hasta la forma en que arruga la nariz y se cubre cuando va a estornudar, obviamente sé su forma de enseñar y evaluar. Y si me pierdo un examen de mi materia favorita haré personalmente responsable al idiota a mi lado.
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Sin vuelta atrás
Novela Juvenil"A veces las cosas no salen como esperamos". "A veces confiamos que el mundo no cambiará por sí solo para esperar por ti". "A veces te encuentras con personas inesperadas".