The Sea, Yo Te Veo

0o CAPITULO 1 o0

 El nuevo hogar

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 El vuelo acababa de aterrizar. Estoy cansada. Mis padres tomaron todo el equipaje y lo pusieron en el maletero del auto de mi tía Bet, ella increíble. Mi Prima Fabiana también vino a recibirnos, ella y mí tía son totalmente iguales físicamente, o eso creo. Mi mamá siempre describe a mi prima como una chica rubia oxigenada que no le importa nadie más que ella misma. La verdad, su personalidad no logra contradecir la descripción de mi mamá. A veces me dan ganas de atacarla, especialmente cuando insulta mi discapacidad, ella le encanta recordarme que estoy ciega y que no puedo cambiar eso.

—¿Que tal el vuelo?— preguntó mi tía.

—Cansado.—contestó mi mamá—¿Cómo has estado, hermanita?

—Yo muy bien,¿como has estado tú?

—No mejor que tú.

Mi sonrisa se desvaneció, soy la causa de todo este lío. Meses antes de mudarnos, tuve un problema de acoso. Yo no le pongo tanta atención a ése tipo de cosas, para mí, son solamente un conjunto de gente sin escrúpulos que quería sentirse superior, pero, para mi mamá.... era todo lo contrario, al final, después de numerosos esfuerzos fallidos de mi madre para que me dejarán en paz, mi madre decidió que sería mejor mudarse y empezar de nuevo... 

Subimos al auto, por hoy, nos quedamos en la casa de mi tía.

Durante la mayoría del transcurso todo estuvo bien hasta que...

—¿Cómo se veía todo desde allí arriba, prima?—dijo mi prima con su voz chillona.

—¡FABIANA!— dijo mi tía muy molesta.

—No tía, no te preocupes. —sonreí levemente— déjame responder la inmadura pregunta de mi ignorante prima. Prima, lo único que logró ''ver'' es la completa oscuridad, que es más bella que tu repugnante personalidad que seguramente no te permite tener buenas compañías.

Aunque el silencio fue incómodo, yo lo estaba disfrutando. Le había restregado en su cara mi alto nivel de madurez a esta estúpida y se siente tan bien, que no quiero parar de gozarlo. Mi papá, estaba riendo levemente al igual que yo.

No puedo ver, pero, sé que hay una sonrisa en el rostro de mi mamá, al igual que en el rostro de mi tía. Mi tía siempre a detestado la petulante actitud de mi estúpida prima, pero, no puede cambiarla.

Al llegar, mi prima salió molesta del auto, cerró la puerta de golpe. Mi papá me ayudó a bajar, luego bajo a Emma para que me ayudará a entrar a la casa y también para que no me valla de cara.

Es fin de semana, así que prácticamente tengo dos días para medió acomodarme en mi nuevo hogar.

Después de cenar, mi mamá, me llevó a la habitación de huéspedes en la que me quedaría. Mi fiel amiga, Emma, se acostó a mi lado en la pequeña cama imperial. Mi mamá me arropo mientras Emma se acurrucaba conmigo. Después, mi mamá, beso mi frente y salió de la habitación; acaricie el cabello de Emma hasta que me quedé dormida.

A la mañana siguiente, cuando desperté, Emma me ayudó a levantarme, ambas fuimos a la cocina. La parte más difícil fueron las escaleras, mis pasos nunca fueron más torpes.