The Sea, Yo Te Veo

0o CAPITULO 2 o0

John Hutherzon

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Durante el fin de semana, traté de adaptarme a mi entorno ... el bastón era lo menos complicado. Lo único malo de tener los otros sentidos de varios, que puede escuchar mejor que la gente se divierte o siente pena por tu discapacidad.

Hoy Sarah decide llevarme a una tienda de ropa, ella me ayudó a remodelar mi guardarropa que la mayoría de mis cosas en Florida. Nuevo inicio, nuevo estilo.

Fabiana, ah parecido decir la verdad. Durante el fin de semana, me ayudó a salir a caminar por un tiempo, incluso me defendió de una chica que se burló de mí ... Pero aún así no puedo dar mi confianza.

Sarah pasó a recogerme junto con Fabiana, las tres fueron a la tienda de ropa de la que yo había hablado, sigo sin recordar su nombre.

— ¿Lista?—dijo Faniana.

—Si, si.—responderí.

Me ayudó a bajar del auto, me hubiera gustado traer una Emma. El aire frío y el olor de una prenda nueva para que me atrape la ansiedad, una Emma me ayude a salir corriendo, que esté para chicas con poco dinero y estilo. Yo, acabo de mudarme y mis recursos económicos no son muy altos, y soy ciego, no tengo ni idea de que es la moda.

—Gulfrem ven, encontré un vestido que te quedará perfecto.— dijo Sarah.

Camino hacia su voz, al llegar a ella me entregó el vestido. La tela era muy suave, no me gusta cómo fuera tan larga, quizás me quedé hasta la rodilla. Puede sentir que no tenía mangas.

—¿Qué color es? - pregunté y para ser aún más honesta conmigo, no se para que pregunto,es un tanto difícil imaginar colores. 

—Es color rosa pálido.

Me imagino lo mejor que pude, la verdad es que en mi imaginación se ve genial.

—Pruebatelo, te ha quedará genial.—dijo Fabiana.

Sarah me acompañó a los cambiadores y me ayudó a vestirme. Cuando salí, Fabiana aplaudió y río junto con Sarah.

—¿Cómo me queda?¿Mi cara es linda? ... — pregunté.

—¡TE VES GENIAL!—contestó Fabiana.— Y no te preocupes por tu cara, tuviste buena herencia de tus padres.

—Te queda a la perfección— dijo cariñosamente Sarah.

Después de todo el rollo de las compras, regresamos a casa. Estaba agotada, Fabiana y Sarah me hicieron probarme todo tipo de ropa. Mi papá me cargo y llevó a mi habitación, no aguantaría las escaleras, me recostó sobre mi cama, Emma subió y se acomodó junto a mi, ambas quedamos profundamente dormidas.

El fin de semana se había acabado, era momento de ir a la escuela. Fabiana, llegó temprano. Ella me ayudó a escoger mi atuendo, que será una blusa lila, un pantalón ajustado color negro, una sudadera blanca y unos Converse negros; se preguntan como lo sé... Pues mi mamá me ayudó.

Fabiana dijo que para que no me molestaran, no utilizará el bastón, que ella me ayudaría a no caer. De todos modos llevé mi bastón en mi bolso. Me puse mis lentes oscuros y subimos al auto de mi mamá.