0o CAPITULO 11 o0

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Regresó Fabiana

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John me despertó con un delicioso licuado de fresas y moras, él se había levantado antes y había preparado el desayuno, que le había quedado delicioso.

— Dijiste que era una buena ayudante de chef — dije después de terminar de desayunar —¿Por qué no me has dejado ayudarte a hacer el desayuno?

Porque este desayuno era para ti dijo levantándome del suelo Quiero que seas mi invitada.

  Sonríe para mis adentros, John no podía ser mas tierno. Debía ducharme y aunque traté de convencer a John para que me llevara a mi casa para que pudiera darme un baño tranquilo, él se negó rotundamente, así que tuve que ducharme en su casa, por suerte ya conocía un poco el baño, el tenia una barandilla, así que de ella me apoyaría al momento de bañarme. Preparé mis cosas para bañarme, aliste mi ropa y me dirigí al baño, me despojé de toda mi ropa y me apoyé de la barandilla, abrí la llave del grifo y me metí a bañar. Cuando terminé, salí cuidadosamente, busque la barandilla y me sostuve de ella, tome mi toalla y cubrí mi cuerpo. Estaba por salir cuando me resbalé, apoye todo mi peso en la barandilla para no caer pero esta se desprendió de la pared, dejándome caer, mi cabeza topo con el azulejo fuertemente y si que duele!. Escuché que la puerta del baño estaba siendo forzada.

—¡Gulfem! — gritaba preocupado John. —¡Gulfem! ¡¿Estas bien?!

Yo me sentía un poco mareada, pero como pude me levanté y quite el seguro de la puerta, él la abrió rápidamente y me abrazó. Yo me sonrojé cuando no sentí la toalla sobre mi cuerpo. ¡¡¡Demonios!!! ¡¡¡¿Cómo pude olvidarme de la toalla?!!! Debía estar más que colorada. John me soltó y con una risita nerviosa, sumamente nerviosa, me colocó algo sobre mis hombros, la toalla. No dije nada estaba petrificada de la vergüenza. 

— Gulfem...— susurró, yo me aferre a la toalla —¡Gulfem, por Dios!¡Estas sangrando! — Dijo tocando mi rostro. Gemí ya que me dolía, él aparto sus manos y me abrazó. — Ven tengo el botiquín en mi habitación.

Me llevo y me ayudo a sentarme sobre la cama ya que casi me caigo de nuevo. Me cubrí lo mejor que pude mientras John desinfectaba y curaba mi herida, yo mordí mi labio para no gritar durante el proceso, sin embargo estaba sumamente avergonzada, solo a mi me suceden estas cosas.

— Bien, esta listo — Anunció — Ahora te dejaré sola para que — rió nerviosamente — Te cambies.

 Yo solo me limite a asentir, el se marchó y cerró la puerta. Yo cubrí mi rostro con mis manos y suspiré, tomé mi ropa y me la coloqué lo más rápido que pude, me coloqué mis zapatos y salí cuidadosamente de la habitación, escuché voces en la sala, tomé mis lentes y me los coloqué, no quise acercarme ya que estaba demasiado avergonzada como para estar cerca de John. Tome mi cepillo y comencé a desenredar mi cabello, la curiosidad comenzó a comerme viva cuando escuché que John discutía con la otra persona. Me acerqué lo más que pude para escuchar mejor, reconocería esa voz chillona en cualquier lugar, era Fabiana, había regresado.

— Largate de mi casa en este momento, Fabiana — le grito John muy molesto.

—Oh vamos, John, se que tienes a la invalida de mi prima contigo — dijo burlona — Deja de fingir, ambos sabemos perfectamente que tu estas con ella por lástima — oí su risa y yo sentía que mi corazón se partía, eso no podía ser cierto — Además, yo se que aun estas enamorado de mi, solo estas jugando con ella porque yo te rechacé, vamos, eres horrible, sabias bien que yo nunca saldría contigo y que mi invalida prima si lo haría porque no puede ver tu horripilante cara — Ella volvió a reír y yo sentía como se formaba un nudo en mi estomago — Aunque ahora que te veo, haz cambiando, ya no eres tan débil como antes. Sabes, creo que eres un poco más lindo ahora, — dijo coqueta, cubrí mi boca para ahogar un sollozó. — Vamos, tu y yo sabemos perfectamente que tu sigues enamorado de mí y solo de mí, mi prima es solo un sobrante — Lo besó, y lo sabia bien, reconocería ese sonido en cualquier lugar, en especial este.

The Sea, Yo Te VeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora