La Verdadera Fabiana
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
Pasó otra semana más sin que John me hablará, no sabía nada de él y eso solo aumentaba el vacío en mi corazón. Estar sin él era una tortura solamente por el simple hecho de que el llenaba el vacío que siempre había en mí, él era mis ojos y mi corazón. La música había dejado de ser una salida, y mis días volvieron a ser tediosos y comunes, inclusive Emma llegaba a simplemente lamer mi rostro y alejarse por que hasta ella sabía que yo no estaba bien y no lo estaría hasta que él regresará.
—Gulfem...— Dijo mi madre tocando la puerta de mi habitación —Gulfem, cariño, tienes visitas.— Mi corazón dio un vuelco, tenía la esperanza de que fuera John, pero no, no era él.
—Gulfem— escuché débilmente la voz de la persona a la que menos esperaba en ese momento, Fabiana—¿Gulfem, podemos hablar?
—No lo sé— dije cortante—N tienes derecho a dirigirme la palabra.... ¿Solamente vienés a burlarte de mi estado?
— No, no vengo a burlarme y tienes razón, no merezco hablarte... —Soltó un sollozo que me hizo estremecer, estaba llorando. —Pero yo... Yo solo quería pedirte disculpas, por todo, por tratarte mal, por tenerte tantos celos, por joderte la vida...
—¿Celos? — dije con nudo en la garganta.— ¿Celos de que?
— Yo... Yo estaba celosa de ti, de toda la atención que recibías... Yo también la necesitaba cuando mi padre murió...—soltó otro sollozo y el nudo en mi garganta creció— Cuando el murió me sentí muy sola... Porque todos te querían a ti, te preferían a ti siempre, yo solo quería un poco de atención... pero todos te preferían y nadie noto cuantas veces trate de irme con mi padre...¡FUE ALGO ESTÚPIDO!—Gritó mientras sollozaba— Yo... Yo solo quería que el siguiera conmigo.
—¿Sabes? Yo también lo extraño— dije con dificultad— Adoraba oír cuanto te quería, porque el y yo compartíamos un sentimiento hacia ti, te admirábamos.— ella sollozó de nuevo y yo sentía que las lágrimas saldrían en cualquier momento.— Extraño a esa niña ...—Dije y por fin calló la primera lágrima, lo sé— Esa niña a la que no le importaba cuanto la insultaran siempre iba a defenderse, a la niña a la que no le importaba mi discapacidad, la niña que era prácticamente mi hermana... —sentí como me abrazó, podía sentir su rostro mojado de lágrimas entre mi cuello y sus respiraciones entré cortadas por los sollozos, la escuché decir un casi inaudible "perdona me", y por ese breve momento supe que mi prima Fabiana había regresado—Te extrañé.
— Lamento haberme ido..
— Estas de regreso y eso es lo que importa.
Después de todo, yo no podía odiarla tanto como para no perdonarla, es humana como yo y como todos, tiene todo el derecho de equivocarse.
—¿John está bien? —dijo por fin después de un corto silenció.
—No lo sé...— suspire y sentí un estujón en mí corazón.—Él... No me ha hablado... Solamente se alejó de... Mí —mi voz se quebró y más lágrimas cayeron de mis ojos.
—Oh no...— dijo con la voz apagada— Esto es mi culpa... Yo le dije cosas que no debí y.. Y... Yo, demonios, lo lamento muchísimo, Gulfem.
No pude decir nada, sentía mi corazón roto y vacío, simplemente no había manera de responder a eso, al menos no con palabras, solamente callar, asentir y llorar, la verdad no sé si eso cuenta como una supuesta respuesta. Fabiana me abrazó y yo lloré como la adolescente hormonal que soy, porqué no hallaba otra manera de expresar mi dolor en ese momento.
No sé por cuanto tiempo lloré, pero si sé que por primera vez en mucho tiempo alguien además de John estuvo conmigo en un mal momento.
—Lamento haber causado todo esto.
—Ahora ya no importa... supongo que en algún momento él se distanciaría de mí...
—Gulfem, sabes tan bien como yo, que eso no es cierto...
No dije nada y ella tampoco dijo nada, nos quedamos así, en completo silenció durante un buen rato. Ella acariciaba mi cabello mientras yo la abrasaba, me recordó un poco a mi madre cuando era pequeña y no tenía sueño pero debía irme a dormir.
— Debes hablar con él— dijo ella.
—Pero él no quiere hablarme...
—Eso no me interesa, y a ti tampoco, irás a hablar con él.
— ¿Cómo?
— De la misma manera en que yo hice que todo se fuera a la mierda.
Sabía perfectamente que ella me llevaría a la casa de John y que probablemente me dejaría ahí a solas con él, podía sentirla sonreír.
—Por favor, no regreses a ser la otra Fabiana.
—Esta bien, pero tu tienes que hablar con él.
—Lo haré, pero no ahora, no estoy en condiciones...
—Nunca lo estarás, es ahora o nunca, debes tener valor...
—Siempre lo he tenido pero hoy más que nunca me siento jodidamente terrible.
— Bien —Suspiró— Pero mañana por la mañana lo harás.
— Que tal mejor por la tardé, mañana es Sábado, el siempre sale en las mañanas del sábado por un café.
—Y yo soy la acosadora.
— He estado con él lo suficiente como para memorizarme su rutina.
Ambas reímos. Estaba nerviosa, pero Fabiana tenía razón, debía arreglar esto de una vez por todas.
Esa noche cenamos juntos, mis padres, mi tía, Fabiana y yo, y no fue incómodo, es más reímos durante la cena. Mi tía decidió quedarse a dormir porque Fabiana le convenció, Fabiana y yo nos quedamos juntas en mi habitación, hablamos toda la noche. Me contó como había sido su pequeña fuga y las aventuras que tuvo, así como también me contó como era estar en un centro psiquiátrico y los tratamientos que le daban. Nada peligroso, solo eran rutinas que le ayudaban a razonar. Hablaba con un especialista para que éste le ayudará y también me dijo que le daban un par de medicamentos para la ansiedad. Ella estaba saliendo adelanté, por eso decidió regresar y dejar todo atrás, volver a ser la persona que verdaderamente es y se lo agradezco.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬

ESTÁS LEYENDO
The Sea, Yo Te Veo
Conto.▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬. Ojos que no ven, Corazón que no siente... Que buena mentira es esa .▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬. Gulfem Zipahi sufre una discapacidad visual que le impide entablar relaciones sociales con las demás personas, a cau...