El Templo Uzumaki era una estructura antigua, con varios salones en el primer piso donde los líderes de las tribus Yokai entraban en meditación, o donde se resguardaban tesoros sagrados, como pergaminos con Fuinjutsus y armas antiguas.
En una de esas salas, ignorando que los adultos, en el salón principal, hablaban sobre el siguiente movimiento que harían, Bolt miraba ensimismado una lanza antigua posada en la pared.
En ese salón habían varios jarrones con el símbolo de los Uzumaki, en pedestales de madera con formas de un remolino elegante, y las paredes estaban cubiertas por los dibujos de animales que representaban a los Yokai, aunque, claro está, al rubio no le interesaba en absoluto la arquitectura del lugar.
-Mm...- el pequeño frunció el ceño, intrigado.
Su padre y Kurama le dijeron "No toques nada del templo", pero, como él ya había desobedecido "No te alejes del salón", ¿por qué no desobedecer la segunda regla?
Bolt sonrió, y levantó la mano para poder tomar la lanza, pero una palmada recibida lo detuvo.
-¡AY!- se quejó, sobando su mano, mirando molesto a la Yokai que estaba a su lado.
-No touch- Natsumi movió un dedo negativamente, a lo que el niño infló los cachetes, molesto, e intentó nuevamente tomar la lanza, recibiendo una palmadita por parte de la Yokai.
Ambos se quedaron mirando....
Bolt acercó una mano a la reliquia, recibiendo una palmadita de la pelirroja. Intentó con la otra, recibiendo el mismo castigo, después con la otra, y la otra, y la otra, recibiendo en cada intento una palmadita.
El niño y la Yokai se quedaron mirando, y, después de un rato, ambos empezaron a tirarse palmaditas cómicamente, mirando para otro lado, tratando de derrotar al otro para cometer su propio objetivo.
-¿Qué demonios están haciendo?-
Los dos contrincantes se detuvieron, y miraron a Kurama entrar al salón, mirándolos fastidiado.
-Intento agarrar la lanza-dattebasa- avisó Bolt.
-Y yo se lo impido con mi súper técnica "Las mil palmaditas del dolor"- agregó Natsumi, tomando pose de pelea.
Kurama los miró con un tic en el ojo, y, de un momento a otro, los dos contrincantes tenían un doloroso chillón en la cabeza.
-Mocoso, no toques nada- le ordenó Kurama a Bolt, quien se agarraba la cabeza, adolorido- No sabemos si esas armas absorben chakra o sellan, así que es peligroso entrar en contacto con ellas si no eres un inútil Yokai- miró a la pelirroja, que infló los cachetes, ofendida- Y tú, deja de actuar como una niña chica-
-¿Qué tiene malo divertirse un rato?- exigió saber Natsumi.
-Estamos aburridos-dattebasa- aseguró Bolt.
-Entonces lárguense al salón principal con los demás- ordenó Kurama, fastidiado.
-Pero queremos seguir turisteando- se amuraron ambos.
-¡Por el Sabio...!- gruñó Kurama- ¡Bolt, regresa al salón!-
-¡Pero...!-
-¡Es una orden!-lo miró molesto Kurama.
El niño infló los cachetes, molesto, y se fue, claro está que pisándole una pata al zorro.
-¡ARG!- Kurama lo miró irse- Ese crío...- gruñó- Y tú- miró a Natsumi, quien parpadeó- ¿Qué demonios te pasa? Actúas como si fuera la primera vez que estás en este sitio-

ESTÁS LEYENDO
El Zorro de Konoha.
FanfictionKurama, de a poco, se ha acostumbrado a la vida en Konoha, cuidando a sus mocosos, a su Jinchuriki y a Hinata. Pero la paz de la aldea se verá afectada por unas amenazas del pasado, causando que el Kyubi tenga que trabajar en equipo con Naruto y los...