~Un primero de septiembre un poco diferente~

2.6K 152 79
                                    


—¡Cariño arriba!

Escucho gritar a mi madre y supongo que soy el único que falta por bajar a desayunar. Me levanto con pesadez y desciendo las esaleras despacio, aún estoy medio dormido y no quiero caerme. Llego a la cocina y escucho una pequeña discusión antes de entrar.

—¡Pero papá tengo ocho! Debo ir a Hogwarts con Harry.
—Por última vez Terry, debes tener por lo menos once años como Harry para poder ir, no es decision mía ni de tu madre, esa es la edad para entrar a la escuela, no hay más hijo.
—¡Pero quiero ir! Además, es cierto, soy su hijo, deberían dejarme entrar antes. Ustedes vencieron al que no debe ser nombrado...
—Que hayamos vencido a Voldemort no nos da autoridad para hacer lo que nos plazca Terrance. Ahora desayuna, se le hará tarde a tu hermano.

Esa última en hablar fue mamá, siempre tan hábil para cerrarle la boca a mi molesto hermano menor. Me acerqué más a la puerta Terrance se me queda viendo, parece saber que escuché todo ya que me mira un poco mal, lo ignoro y me siento en mi lugar.

—Buenos días.
—Buenos días hijo.

Exclama papá y chocamos las manos como saludo. Mamá deja el plato sobre mi lugar en la mesa y comienzo a comer. Ella se sienta en su silla y comenzamos a comer todos en silencio. Ella parece un tanto distraída, papá la mira con cariño mientras desayuna, justo como cada mañana.
Supongo que el hecho de que ambos casi hubiesen muerto protegiéndome ha hecho que papá se tome un tiempo en la mañana para mirarla y agradecer estar a su lado. En secreto espero algún día encontrar a una chica a la cual mirar así. Parece ser lindo.
Sacudo mi cabeza dejando de pensar en eso y miro a mi costado para ver a mi pequeño hermano jugar triste con su desayuno. Me siento un poco mal porque el no pueda venir conmigo, sin embargo, supongo que está bien. Es verdad que aún es algo pequeño para Hogwarts. Doy un corto suspiro y siento los ojos de mi madre posarse en mi.

—¿Nervioso?

Me sonríe y asiento.

—Un poco, aún no sé que esperar de la escuela, es decir, magia por todos lados, hacer nuevos amigos, es un tanto aterrador, espero que esto último no me cueste tanto...
—Tonterías, eres un Potter, todo te irá bien.

Dice mi padre con orgullo dandome una de sus características sonrisas orgullosas y sinceras. Nervioso le sonrío de vuelta.

—Eso también me preocupa, ¿Y si la gente solo me quiere por ser un Potter?

El silencio se hace general en la mesa, papá mira a mamá y ella sólo lo mira sonriendo para que después ambos posaran sus miradas en mi de vuelta.

—Estarás bien, no te preocupes. Sé que alguien querrá conocer lo hay detrás de tu apellido.

Sonrio aliviado por sus palabras antes de seguir desayunando.

—Eso es, recuerda elegir bien a tu pelirroja hijo.

Mi padre me giña un ojo y mi madre le da un leve codazo un tanto molesta.

—¡James! Es solo un niño.

Escucho a Terry reir por lo bajo y puedo ver a papá viendolo muy mal.

—Pero crecerá y quiero una buena nuera.
—Dejalo tranquilo con eso...
—No me gustan las pelirrojas.

Digo y bajo mi vista a mi plato. De golpe siento todas las miradas recaer en mí y me maldigo a mi mismo por mi sinceridad.

—Es decir, algunas son lindas, pero jamás me casaría con una, sólo no me gustan.

Declaro y mi madre sonríe, mi padre no puede quitar su rostro de sorpresa y mi hermano se encoje de hombros.

—Bueno, supongo que romperás la maldición de los Potter y las pelirrojas.

Harmione - One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora