Fotografías

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Recuerdo el día que te regalé esa cámara, esa jodida cámara. En su tiempo era la mejor del mercado. Una preciosa y sencilla cámara negra.
Pensé que la usaría yo más que tu, que como mucho la tomarías un par de veces al año para cumpleaños o así, pero no, eso no pasó. Sacaste esa cámara de su estuche, le colocaste la correa, te la pusiste, y lo primero que hiciste fue tomarme una foto, dijiste que no querías olvidar lo bella que me había arreglado para tu cumplaños numero veintidós, una foto que ibas a revelar sin magia e ibas a llevar contigo todos los días de tu vida en tu bolsillo. Me sorprendió que te gustara tanto en un primer instante, pasado el día de tu cumpleaños pensé que la olvidarías en una semana, de nuevo asumí cosas y me equivoqué, todos los días la sacabas de su funda por lo menos dos veces al día, o para hacerme una foto a mi, o para capturar un paisaje. Lo cual te agradezco, más tarde para relajarme miraba las fotos que habías dejado en el álbum de casa y tus paisajes me servían como inspiración para pintar un cuadro cuando llegaba del ministerio me encobtraba sola en casa porque tu estabas en alguna misión.

Recuerdo que pasaron los mese y tu cámara iba contigo a todos lado, recuerdo que la llevaste para nuestras vacaciones con Luna y Ron,  y recuerdo que Luna tomó fotos con ella de cómo me pedías matrimonio en medio de aquél lago. Cierro los ojos y pueod ver tan claro cómo Ron cuando ya estabamos cenando quiso quitarte la cámara para ver las fotos y cuando por fin te la quitó se le calló de las manos y se rompió, pude ver el odio en tu mirada, pude ver ese dolor, como si hubiesen roto lo más importante de tu vida, estabas por matarlo cuando la reparé con magia. Desde entonces Ron no te la volvió a pedir, y si el lo hubiese hecho tu no se la hubieses vuelto a dar. 

El día de nuestra boda... Incluso en ese momento llevabas tu camara, me viste llegar al altar y tenías la camara en tus manos, aquello me hizo reir y me tomaste una foto, una bella foto que pondrías en tu estudio más tarde.

Me gusta recordar que toda la boda te la pasaste tomando fotos a todo: A mi, a la gente, a la comida, a todo. Parecías querer guardarlo todo en aquella cámara, Recuerdo cuando te pregunté porque no nos tomabamos una foto nosotros, tus ojos se iluminaron detrás de tus gafas redondas con ilusión. Me acomodé un poco el cabello y tu me abrazaste por el hombro acercándome más a ti, esa foto está en la pared derecha de la sala de nuestra sala de estar.

Más tarde esa camara tuvo más historias que venir a captar, cómo tu cara cuando te enteraste que James y Harmony venían al mundo, esa foto la guardo yo aunque siempre pensaste que la borré, recuerdo que desde ese día comenzaste a capturar una foto semanal de mi estomago, te gustaba ver como crecía porque sabías que ahí estaban los pequeños, y obviamente el día que ellos se dignaron a venir a la vida tomaste tu cámara y me tomaste una foto mía llorando de dolor, y otra a los niños cubiertos de sangre, siendo limpiados y ya estando cambiados, más fotografías cuando me dieron a James, y una directa al rostro de la recién nacida en cuanto la tuviste en brazos, una a mi con ambos, una a los cuatro juntos, otra de los niños con sus padrinos Ron y Luna, de mi papá con ellos, de Teddy cargando a quienes consideraría más adelante sus hermnaos, supongo que ese día fue el que más fotos nos tomaste a todos.

Con los años procediste a fotografiarnos a los tres, a mi con los niños, a los niños solos en los momentos más gracioso o importantes de sus vidas, como cuando se sentaron por primera vez, cuando comieron solos y terminaron llenos de calabaza, de ellos gateando, con sus primeros dientes, en su primer cumpleaños, de todo, de su infancia no te perdiste nada por capturar. Luego pasó lo de... El bebé, ya teniamos gemelos, un niño y una niña, no necesitabamso nada más, pero esa criatura fue fruto de nuestro cariño y no pudimos hacer nada más que aceptarlo en nuestras vidas y quererlo todo lo que pudimos, pero un trágico día fue arrancado de nuestro lado sin ni siquiera haber nacido, fueron tiempos dificiles, pero los superamos, vamos que si lo superamos, después de perderlo a él qusimos de verdad tener otro hijo, sin embargo no obtuvimos resultados al primer intento. Fue hasta dos años más tarde del nacimiento de James y Harmony que tuve que volver a tomar tu camara para informarte que seríamos padres de nuevo. Tu cara habló por si sola, estabamos felices a pesar de todo, de nuevo vinieron tus fotos semanales a mi estomago, luego a las caras de los niños cuando les dijimos que tendrían un hermano, luego las fotos de mi cara de dolor y del pequeño Liam Sirius llorando a todo pulmón por el frio que hacía en el paritorio. Un pelinegro entre dos gemelos castaños. Estabas orgulloso, jamás te había visto tan feliz.

Luego de eso pasaron cumpleaños, navidades y fechas importantes en las que tu cámara no se separaba de tu cuello.
Vacaciones, las mejores de la vida, cuando nos fuimos con Luna, Ron, Sus hijos y los nuestros a unas vacaciones un tanto movidas en Venecia, fruto de las mismas nació un error, Lilianteh Sophia Potter Granger, una niña amada más sin embargo para nada deseada.
Volvimos al inicio del bucle, pero ahora yo fui la que tomé foto de tu rostro al verla, era pelirroja de ojos verdes, recuerdo que sollozando por lo bajo la tomaste sonriente y la pegaste a tu cuerpo con cariño, me agradeciste una y mil veces por trearlos a los cuatro al mundo y te sonreí, era bueno saber que podía dudar hasta de mi misma antes de dudar de que no eras feliz con nosotros.

Despues de eso vinieron fotos y más fotos que nunca, de cuando viajabamos, de cuando Harmony se hizo una cicatriz en la frente, de cuando Lily y Harmony peinaron el cabello de Sirius, de cuando James ganó su primer diploma en su colegio muggle, y las mas importantes según tu, de cuando los niños recibieron sus cartas para ir a Hogwarts, Estabas desternillante, sonreías orgullso, sabías que James odiaba las alturas al igual que yo, sin embargo tambien sabías que Harmony alzaría la copa en honor a la familia en algún año.

Dos años más tarde, años de duro entrenamiento en el deporte en el que Lily y Sirius eran tan buenos como tu... Pudiste ver a tu hijo de primer año ser el capitán más joven de la historia. Otros dos años después pudiste ver a Lily ser tu buscadora, la que le dio la copa de quidditch a su casa despues de que Sirius terminara su ultimo año. Fue curioso el día que reuniste a los niños de once, trece, y quince años para tomar fotos con sus uniformes, era lindo e interesante tener un hijo en cada casa. Todos sabían que te enorgullecías de ellos, pero para todos fue más que claro tu orgullo hacia Sirius por ser un Griffyndor, aún que claro, también adorabas que James fuera un cerebrito Ravenclaw, otra cosa cierta era que te gustaba ver que Lily tenía un corazón tan noble como para entrar a Hufflepuff, y por dios, tu cara de confusion e indignación al ver que tu precioso angel Harmony Jean Potter Granger estaba en la casa de las serpientes fue incrieble, apuesto a que nunca lo entediste a pesar de que era muy obvio, ella se parece mucho a ti. Puedo veete reflejado en ella con xada gestos que hace...

Tantos momentos guardados en nuestras memorias, tantas expresiones congeladas, tantas animadas por la magia. Las bodas de todos ellos, las fotos de sus hijos, tanto captado con la misma tonta camara que te di... Es triste hoy verte sonreir en tu traje negro sujetándola sobre tu pecho al fin descanzando en paz. Pero supongo que no querrías separarte de ella, de esa maquina que te ayudó a congelar tantos momentos, supongo que no te gustaría separarte de esa maldita cámara en muerte así como no quisiste hacerlo en vida cariño... Ojalá puedas capturar hermosos paisajes con tus seres querido allá arriba y me esperes con tu cámara en tus manos para tomarme la primera foto de reencuentro contigo donde quiera que estés... Pero hasta que ese día llegue sólo me queda recordar todo lo que vivimos viendo tus fotografías...

Harmione - One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora