Harmione - One shots

-Mal novio.-

—¿Ya llegamos?

Exclamó la castaña cual niña pequeña con la sola intención de molestar a su pelinegro.

—No, no hemos llegado aún niña.

Dijo Harry fingiendo fastidio y rodó los ojos divertido.

—¡Eh! No me hables mal, yo solo te pregunté algo... Y aún no hemos llegado porque no te paraste temprano.

Declaró mirándolo un poco mal.

—Aún no hemos llegado porque se te ocurrió mandarnos a todos a unas albercas muggles en la selva.
—No es la selva... Además, no hay muchas albercas mágicas que digamos.

Dijo molesta y Harry comenzó a reir. Las mejillas de Hermione estaban poco rojas, primero, porque estaba comenzado a sentise fastidiada por Harry y segundo por ver a ese pelinegro reir, era un deleite, su risa era tan dulce pero potente como su voz, su sonrisa al reir a carcajadas era como un pedazo tomado directamente del cielo.

—Vamos, dame un beso, ya casi llegamos.
—No quiero, eres un mal novio...
—¡Ah! ¿No quieres? ¿Soy un mal novio?

Hermione al oír su tono de voz supo de inmediato que se iba a arrepentir de haberle dicho eso toda la tarde.

—No, si quiero, eres un buen novio amor.

Dijo y le dio un beso a Harry en la mejilla pero él se retiró lo más que pudo, después de todo como en iba manejando la camioneta no se podía mover demasiado.

—No, quitate, ahora yo ya no quiero, soy un mal novio.

Hermione iba a replicar pero justo en ese momento llegaron a su destino, Harry se bajó directamente a abrirle la puerta a Hermione la cual lo miró con una ceja levantada.

—No confundas las cosas, sigo enojado contigo.

Dijo y antes de que ella pudiese decir nada él fue a bajar todo lo que había en la cajuela.
Hermione iba a ayudarlo, sin embargo, llegaron Luna y Ginny que la llevaron corriendo a la mesa donde ya estaban situados ellos, Ron, Neville y Draco ayudarían a Harry.
La tarde pasó un poco a prisa, los chicos habían puesto una parilla con un grado de dificultad sobre nuevemil ya que el unico que la sabía usar era Harry -Claro, la desesperación pudo con ellos y Draco sacó la varita a escondidas para prender fuego al carbón-.
Po otro lado las chicas se habían encargado de cortar todo lo necesario para hacer una ensalada, los chicos prepararon la carne y la asaron dejando un poco de tiempo a las chicas para meterse primero a la imponente alberca que había frente a ellos.

Hermione se colocó bloqueador solar, se agarró el pelo en una coleta, se quitó su short de mezcilla, su blusa de manga corta y cuello en v y se colocó sus sandalias, debajo de la ropa llevaba un lindo bikini, la parte superior era de un lindo color negro con puntos blancos con tirantes que se amarraban por el cuello y la espalda, el de la espalda era de los msimos colores, sin embargo con patrón a rallas. La parte inferior del bikini era una parte negra y blanca en patrón de lineas y la otra era sin patrón todo de un plano pero lindo color rosa. Y Hermione lo lucía increíble, Harry la había ayudado a comprarlo la semana pasada y a ponérselo por la mañana, anudar los nudos -Valga la redundancia.- y todo eso. Sin embargo él de igual manera se quedó sin habla al verla, verlo puesto en la piel de su novia admirando como los rayos del sola caían en su tersa piel blanca era completamente diferente.

—Si no le pones un letrero en la frente que diga propiedad de Harry Potter te juro que hasta yo voy a besarla.

Dijo Malfoy pero Harry ni siquiera pudo responder, estaba atónito, de verdad se veía preciosa. Metió la mano en el bolsillo de su pantalón, si había traido la caja... Y ahora estaba más que seguro de lo que iba a hacer, pero aún no era el momento. Perdido en sus pensamientos sólo pudo sentir los labios más dulces del mundo chocar contra los suyos. Fue un beso corto, un pico, limpio, pero si que llevaba esa pizca de malicia por parte de Hermione.