Cansada de correr se sienta en el césped de un parque. No sabe donde estás solo sabe que quería llegar a un lugar lejos, lo más lejos posible. Cree que lo ha conseguido. Aún así todavía escucha la voz de su padre gritándole. Jamás logrará huir a un sitio donde él no pueda hacerle daño. Sin más empieza a llorar, la poca gente que pasa la mira pero a ella le da igual, ya eso no le preocupa. Siente cada uno de los puñetazos, de los empujones, de los insultos, de las bofetadas, de las noches en vela escuchando cada uno de los golpes que poco a poco mataron a su madre. ¿Cómo una persona puede ser tan ruín, mala, sin corazón..? Grita, grita tan fuerte que los pájaros del parque salen volando. Ella quisiera hacer lo mismo. Impotente se tumba en el césped y deja que las lágrimas caigan. Un montón de gente la mira preocupados o intrigados más bien porque.. ¿A quién le importarían sus problemas? Un chico pequeño logra escabullirse de la mano de su madre y corre hacia ella.
-¿Estas bien?¿Por qué lloras? ¿Te has hecho daño?-Pregunta el pequeño que parece preocupado realmente.
-Me han hecho daño, mucho daño.- Señala cabizbaja sin querer saber quién le habla.
-¿Quién? ¡Voy a protegerte! No me gusta que las chicas lloren. -El chico le da un timido beso en la mejilla y enrojece. Entonces Anna se da cuenta de que aquel héroe era mucho más pequeño de lo que pensaba.
-¡Manuel! Te tengo dicho que no te sueltes de mi mano. Y no molestes a la pobre chica. -"Pobre chica" piensa Anna, eso es lo que ven de ella y en cierto modo le hace gracia. Si supieran algún mínimo de su vida "pobre chica" se le quedaría corto.- Disculpale, es un chico muy travieso.
-A esta chica le han hecho da...
-Da igual señora, es un chico muy agradable. ¿Me deja abrazarle?- Interrumpe Anna. Enseguida el chico va hacia ella.- Que sea nuestro secreto, nadie debe saber que me han hecho daño. Son las reglas para poder ser mi héroe y poder protegerme, se que eso te gustaría. Te volveré a ver pequeño. -Le susurra y nuevamente la madre le pide perdón a lo que ella responde con una sonrisa.
Al menos le ha hecho sonreir. Piensa que no podrá quedarse allí toda la noche y ahora no irá a casa de Sandra, ella no puede ser siempre su solución además que.. él sabría que está alli. Si no es que ha ido ya.. Seguro que la esta buscando con unas copas de más en casa de su amiga . Tiene que ir antes de que sea tarde. No sabe bien donde dirigirse asi que pregunta a la gente que pasa por la calle dónde esta la avenida Holanda. Entre las pocas indicaciones que ha recibido se dirige lo más rápido que puede a casa de su amiga. Una vez alli lo encuentra, a punto de tocar el timbre de la familia de Sandra, tambaleándose.
-¡Quieto! Estoy aqui. -Él la agarró del brazo fuerte, tanto que dejó las marcas de sus dedos. La escupe en la cara y la agarra del cuello.
-Te lo tienes merecida por cabrona, Annita querida.- Dice con un tono elevado acercandose a su cara amenazador. Ella sin apenas poder moverse aparta su rostro de él mientras hace una mueca de dolor.
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Cierra los ojos y cuenta hasta tres.
Genç KurguAnna es una chica con una vida no deseable. Vive bajo el dolor de haber perdido a su madre, quedando a cuidados de su padre quien la trata con desprecio. En el amor tampoco ha tenido una buena racha desde que su exnovio, Daniel, se fue a Estados Uni...