Capítulo II

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Quién diría que se tardaría una semana en desaparecer el golpe de mi rostro que se género por parte del conde. Menos mal pude cubrirlo con algo de maquillaje, sin embargo, el Príncipe Kai se dio cuenta del golpe.
-¿Qué sucedió? --dice él.
-Me caí de las escaleras --respondí.
-Ten... cuidado... a la... próxima.
Esa leve conversación y ese trato noble provoco que me enamoré más de él. Y eso que antes me causaba terror con su mirada fulminante pero ahora, gracias a Heine y sus hermanos pudo desenvolverse. Y ahora puede comunicarse con todos sus empleados en este castillo.La última vez me comentó que quería volver a la escuela militar ya que logró superar una ofensiva que se generó antes por mal entendidos.
-¿Creéis que necesite... apoyo? --menciona él.
-¿No entiendo?
-Olvídalo...

-Sí... --suspire.
Fui tonta por no saber comprender los sentimientos o entender los pensamientos del príncipe Kai.
-Lo consultare... con... Heine... --mostrando una leve sonrisa-- Gracias... por ordenar mi... habitación... y traerme... siempre... té.

-De nada.

EL PRÍNCIPE DE OJOS CELESTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora