Capítulo XVIII

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Después de que todos los empleados del palacio se calmaron con los detalles de la boda. Me fui al pueblo a buscar un regalo para Kai. Ya que en su cumpleaños no le pude dar un regalo ni si quiera un abrazo. El único inconveniente es que ya no me dejan salir de la manera más normal. En estos momentos me acompañan dos guardaespaldas. ¿Porque? Pues Kai tiene miedo que me pase algo. Habrá cosas que no podre acostumbrarme.

Ahora es el momento de buscar algo lindo para Kai... no se cuales serán sus gustos. Al final opte por regalarle una camisa.

Llegando al palacio noto a Kai esperándome en la puerta. Ese mirar... ese cuerpo... no parece que tuviéramos la misma edad. Él es todo un hombre... mi mente ahora anda en perversiones.

¡Tranquila Lila!

-¡Lila! ---sonríe. --- ¿Dónde andabas?

-Fui al pueblo a comprarte tu regalo de cumpleaños. ---le entrego el regalo.

-No es necesario. ---me abraza. ---Tú siempre seras mi mejor regalo.

-Es lindo escuchar esas palabras. ---le beso la mejilla.

Kai se acurruca en mi cabello.

-Te amo.

-Yo también, te amo.

-¡Ven! Vamos a la habitación... yo también quiero darte algo.

Entramos a la habitación. Todo estaba decorado de flores y unos globos diciendo: "Te amo. ¿Te casarías conmigo?"

-Ahora te lo digo formalmente...

-Me comprometiste sin que yo lo supiera en tu cumpleaños... pero... esto es un hermoso detalle.

-Tu respuesta... ¿Cuál es?

-Es un sí, tontito. ---lo abrazo fuerte.

-Lila... no se que hacer en este momento. ---esta ruborizado. --- No se como iniciar.

-¿Ah?

-Quiero que seas mía en cuerpo y alma.

-Ya veo. ---me pongo pensativa porque en realidad yo tampoco tengo idea de que hacer en estos momentos. ---¿Nunca te hablaron de ese tema?

Me niega con la cabeza.

-Licht me enseño unas cosas mientras no estabas en el palacio. ---me besa. ---Me sonroje mucho con todo lo que me decía. Incluso me dijo... ---hace lo que menciona. ----Dice que esto es un beso apasionado. ---Me sigue besando.

-Kai... ---agarro su rostro. ---Haz lo que te crea conveniente. ---Me toca mi pecho.

Él me sonríe tiernamente. Me besa apasionadamente... me arrincona contra la puerta. Empieza a sacarme el vestido y mete su mano, empieza acariciar mis pechos. Luego los besa... me siento extraña pero si es él... lo aceptare.

Me carga y me lleva hasta la cama. Enserio... esta cama es muy pequeña pero al menos sirve para ser uno.

-Estoy nervioso, Lila.

-Yo también.

-¿Estás segura?

-Si es contigo... estaré bien. ---lo abrazo y lo beso.

-Me avisas si te duele algo. ¿Esta bien?

-Si... -sonrío.

-Lila... --me dice--. Tienes una piel preciosa, blanca y perfecta. Quiero besártela centímetro a centímetro.

Me ruborizo. ¿Por qué me dices esas palabras? Mete las dos manos entre mis cabellos y me sujeta la cabeza. Su beso es exigente, su lengua y sus labios, persuasivos. Gimo y mi lengua indecisa se encuentra con la suya. Me rodea con sus brazos, me acerca su cuerpo y me aprieta muy fuerte. Una mano sigue en mi cabello, y la otra me recorre la columna hasta la cintura y sigue avanzando, sigue la curva de mi trasero y me empuja suavemente contra sus caderas. Siento su erección, que empuja lánguidamente contra mi cuerpo.Vuelvo a gemir sin apartar los labios de su boca. A penas puedo resistir las desenfrenadas sensaciones -- ¿o son hormonas? -- que me devastan el cuerpo. Lo deseo con locura. Lo cojo por los brazos y siento sus bíceps. Es sorprendentemente fuerte... musculoso. Con gesto indeciso, subo las manos hasta su cara y su pelo rizado, que es muy suave. Tiro ligeramente de él, y Kai gime. Creo que va empujarme, pero no lo hace. Me suelta y de pronto se arrodilla. Me sujeta las caderas con las dos manos y desliza la lengua por mi ombligo, avanza hasta la cadera mordisqueándome y después me recorre la barriga en dirección a la otra cadera.
-Ah --gimo.
No esperaba verlo de rodillas frente a mí y sentir su lengua recorriendo todo mi cuerpo. Es excitante. Apoyo las manos en su pelo y tiro suavemente intentando calmar mi acelerada respiración. Levanta la cara y sus ardientes ojos celestes, me miran a través de las pestañas, increíblemente largas. Sube las manos y me baja lentamente la ropa interior. Sin apartar sus ojos de los míos, introduce sus dedos suavemente en mi sexo. No puedo dejar de mirarlo. Se inclina hacia adelante y pasa la nariz por el vértice en el que se unen mis muslos. Lo siento junto a mi sexo.
-Hueles muy bien --murmura. Me sonrojo. Cierra los ojos, con expresión de puro placer, y siento como una sacudida. Extiende un brazo, tira del edredón, me empuja con delicadeza y caigo sobre la cama. Jadeo, muerta de deseo. Es casi doloroso, pero siento que el recorrido se proyecta sobre mi ingle. Gimo. Sin apartar los ojos de mí, vuelve a recorrerme el cuerpo, esta vez con la lengua, y después con los dientes. Mierda. ¿Cómo puedo sentirlo entre mis piernas? Caigo sobre la cama gimiendo. Oigo su risa ahogada.
-Eres muy hermosa Lila. Me muero por estar dentro de ti. ---él se sonroja al decir esas palabras. 
¡Es todo un seductor. Me corta la respiración.¿Qué manera de conquistarme? Se quita el pantalón negro sin apartar los ojos de los míos. Se inclina sobre mí, me agarra de los tobillos, me separa rápidamente las piernas y avanza por la cama sobre ellas. Se queda suspendido encima de mí. Me retuerzo de deseo.
-No te muevas --me murmura. Se inclina, me besa la parte interior de un muslo y va subiendo, sin dejar de besarme, hasta mis pechos. Ay... No puedo quedarme quieta. ¿Cómo no voy a moverme? Me retuerzo debajo de él. Sigue besándome los pechos luego baja hasta la barriga y me introduce la lengua en el ombligo. Sus labios ascienden hacia el torso. Me arde la piel. Estoy sofocada. Por un momento siento mucho calor, luego frío, y araño las sabanas sobre la que estoy tumbada. Kai se tumba a mi lado y me recorre con la mano desde la cadera hasta el pecho, pasando por la cintura. Me observa con expresión impenetrable y me rodea suavemente los pechos con las manos.
-Encajan perfectamente en mi mano, Lila. ---murmura.
Desplaza el dedo a mi otro seno y repite el proceso. Los pechos se me hinchan y los pezones se me endurecen bajo su insistente mirada.
-Muy bonitos --suspira admirado. Y los pezones se me endurecen todavía más.Me chupa suavemente un pezón, desliza una mano al otro pecho, y con el pulgar rodea muy despacio el otro pezón y tira de él. Gimo y siento que una dulce sensación me desciende hasta la ingle. Estoy muy húmeda. Oh, por favor, suplico para mis adentros agarrando con fuerza la sábana. Cierro los labios alrededor de mi otro pezón, y cuando lame, casi siento una convulsión. Ay. Introduce un dedo y lentamente empieza a trazar círculos alrededor de mi sexo. Cierra los ojos por un instante y contiene la respiración.
-No sabes cuánto te deseo.
Introduce un dedo dentro de mí, y yo grito mientras lo saca y vuelve a meterlo. Me frota el clítoris con la palma de la mano, y grito de nuevo. Sigue introduciéndome el dedo, cada vez con más fuerza. Gimo. De repente libera su erección. ¡Dios mío! Se mueve entre mis piernas para que las abra. Oh, no... ¿Cómo va entrar?
-No te preocupes --me susurra mirándome a los ojos --- Me avisas si te duele.
-Si.
Se inclina apoyando las manos a ambos lados de mi cabeza, de modo que queda suspendido por encima de mí. Me mira a los ojos con la mandíbula apretada y los ojos ardientes.
-¿De verdad quieres hacerlo? --me pregunta en voz baja.
-Si... --susurro.
-Seré el primero en tenerte Lila... ya de aquí nadie te va poner la mano encima más que yo... Eres mía, solo mía --en tono posesivo --. Levanta las rodillas.
Obedezco de inmediato.
-Ahora voy hacerte el amor, Lila. ---murmura colocando la punta de su miembro erecto delante de mi sexo--. Duro --susurra. Y me penetra bruscamente.-- ¡Aaay! --grito. Él se detiene.
-¿Estás bien?
-Si.
Al desgarrar mi virginidad, siento una extraña sensación en lo más profundo de mí, como un pellizco. Se queda inmóvil y me observa con ojos en lo que brilla el triunfo.Tiene la boca ligeramente abierta y le cuesta respirar. Gime.
-Estas muy cerrada. ¿Te encuentras bien?
Asiento con los ojos en blanco y agarrándome a sus brazos. Me siento llena por dentro. Sigue inmóvil para que me aclimate a la invasiva y abrumadora sensación de tenerlo dentro de mí.
-Voy a moverme --me susurra un momento después en tono firme. Retrocede con exquisita lentitud. Cierra los ojos, gime y vuelve a penetrarme. Grito por segunda vez, y se detiene.
-¿Estas bien? ¿Continuo?
-Si --le contesto. Vuelve a penetrarme y a detenerse. Gimo. Mi cuerpo lo acepta... Oh, quiero que siga.
-¿Otra vez? --me pregunta.
-Si --le contesto en tono de suplica. Y se mueve, pero esta vez no se detiene. Se apoya en los codos, de modo que siento su peso sobre mí, aprisionándome. Al principio se mueve despacio, entra y sale de mi cuerpo. Y a medida que voy acostumbrándome a la extraña sensación, empiezo a mover las caderas hacia las suyas. Acelera. Gimo y me embiste con fuerza, cada vez más deprisa, sin piedad, a un ritmo implacable, y yo mantengo el ritmo de sus embestidas. Me agarra la cabeza con las manos, me besa bruscamente y vuelve a tirar de mi labio inferior con los dientes. Se retira un poco y ciento que algo crece en lo más profundo de mí. Voy poniéndome tensa a medida que me penetra una y otra vez. Me tiembla el cuerpo, me arqueo. Estoy bañada en sudor. No sabía que sería así... No sabía que la sensación podía ser tan agradable. Mis pensamientos se dispersan... No hay más que sensaciones... Solo él... Solo yo... Ay, por favor... Mi cuerpo se pone rígido. Y me dejo, llego al clímax y estallo en mil pedazos bajo su cuerpo. Y mientras se corre también él, grita mi nombre, da una última embestida y cae sobre mí, como se vació dentro de mí. Todavía jadeo, intento ralentizar la respiración y los latidos de corazón, y mis pensamientos se sumen en el caos. Uau... ha sido algo increíble. Abro los ojos. Kai ha apoyado su frente en la mía. Tiene los ojos cerrados y su respiración es normal solo suspira. Parpadea, abre los ojos y me lanza una mirada turbia, aunque dulce. Sigue dentro de mí. Se inclina, me besa suavemente en la frente y, muy despacio, empieza a salir de mi cuerpo.
-Oooh
Es una sensación extraña, que me hace estremecer.--- ¿Te he hecho daño? --me pregunta. Kai mientras se tumba a mi lado apoyándose de un codo. Y con sus heladas manos acaricia mi rostro y yo lanzo una sonrisa, y lo beso. Él se ríe.
-¿Estas de verdad preguntándome si me has hecho daño?
-Si... ¿Estás bien?
-Claro que lo estoy. ---me acurruco en su pecho.
-Te amo.
-Yo también, te amo.
-¡Oh! ¡Que hermoso! ---dice Licht. Yo me ruborizo y me escondo entre sabanas. ---Espero hayan usado protección. --- ¿Eh? ¿Verdad? No vi que Kai usara protección.
-Vete Licht.
-Lo siento por interrumpir su romance. Solo quería saber si mi hermano lo estaba haciendo bien. ---lanza una risita.
-¿Ah? ¿Cuanto tiempo llevas aquí?
-Sólo unos segundos... ya que se escuchaba del otro lado sus gemidos. Bruno salió corriendo del palacio y Leonhard se oculto entre almohadas mientras que Heine le hablaba de la situación.
¡Qué vergüenza!

EL PRÍNCIPE DE OJOS CELESTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora