-¡Ya te expliqué como 18 veces!- Dice Karma frustrado y tocando su sien.
-¡No entiendo nada! ¿Porqué no me sale el resultado? ¿Porqué simplemente no puedo hacer el teorema de Pitágoras?
-¿Acaso eres idiota? ¡Te pide tangente, niña, tangente!- Señala el pelirrojo en mi gran guía de estudio.- ¿Porqué no le pides ayuda al pulpo?
-... Quería que tú me enseñaras...- Respondí sonrojada.- Además, Koro-sensei fue con Sugino a un partido de béisbol.
Quedaba tan sólo un día para que los exámenes comenzaran, aún con la ayuda de Koro-sensei, no puedo entender fácilmente la materia de Matemáticas.
Un silencio incómodo inundó el aula, tomé mis cosas lentamente desconcertando a Karma, tomo mi mochila y me voy lentamente.
-¿Adónde vas?- Cuestiona el pelirrojo.
-A casa.- Dije sin expresión alguna.
-Pero si los exámenes comienzan mañana.
-Tendré que esperar un milagro para lograr quedar en los primeros 50 lugares.- Respondí con una sonrisa apagada.- Lo siento, Karma.
Mi trayecto es cansado, el atardecer rodeaba la ciudad, era tan bello el paisaje que me olvidé de todo por un momento. Saco mi libreta y veo el procedimiento del problema.
-Entonces... tangente es igual a cateto opuesto sobre cateto adyacente...- Murmuraba mientras caminaba hasta mi hogar.- No entiendo, ¿porque salen grados? ¿qué chiste tiene esto?
[...] Llegué a casa, mi madre no me vió entrar, pues estaba platicando con un chico... ¡espera, era Karma! ¿Qué demonios hace en mi casa?
-¡Tn, qué bueno que llegaste! No te vi venir.- Dijo ella muy alegre.
-¿Qué hace él aquí?- Cuestiono incrédula.
-Vine a estudiar contigo.- Responde él con una sonrisa.- Me dejaste solo en el salón.
-¡¿Porqué lo dejaste solo?!- Mi madre me mira molesta y con su chancla en la mano.
-Pero...- Replico pero mi madre me lanza la chancla.
-¡¡Ve a estudiar ahora!!
-¡¡Duele!!- Exclamo cerrando los ojos con fuerza.
Me dirigí hasta mi habitación con Karma atrás mío, abro la puerta con fastidio, dejé mi mochila a un lado y tomé mi celular con audífonos para escuchar música.
-¿Acaso no vas a estudiar?- Escuché por lo bajo a Karma.
Subo el volumen de la música, sentía el sonido como si un concierto de tratase. Cierro los ojos y pienso en la letra de la canción, no tenía interés para estudiar, debí pedirle ayuda a Koro-sensei en vez de este pelo de menstruación.
Karma me quita los audífonos y tira mi celular, intenté recogerlo pero fue inútil, él me acorrala en mi cama mirándome fijamente sin expresión alguna.
-¿Tangente es igual a...?
-¡¿Porqué me haces eso, idiota?!
-Responde.- Me muerde el cuello, reprimí un grito por lo que sólo cerré los ojos con fuerza.
-C...Cateto opuesto sobre hipotenusa...
-¿Y el coseno?
-¿Cateto opuesto sobre hipotenusa?- Respondí insegura, pero Karma me besa mordiendo mi labio inferior.
-Mal... Eso lo dijiste antes.- Dice él con su mirada fulminante, siento sangre de mi labio.- Cada respuesta equivocada, tendré que castigarte.
-¡Déjame en paz, maldito pervertido!
-Repetiré la pregunta, ¿coseno es igual a...?
Pienso detenidamente, si lo que contesté estaba mal y repetido, debería ser otro cateto. Lo miro aún tímida pero un escalofrío recorrió mi cuerpo.
-Cateto adyacente sobre hipotenusa...
-Bien, te la pondré fácil... ¿seno es igual a...?- Sigue preguntando él.
-Cateto opuesto sobre hipotenusa.
-Al parecer, si no te acorralan, no aprendes.
-Chicos, ¿quieren algo de comer?- Cuestiona mi madre tocando la puerta sin entrar.- Hay peras.
-No, gracias.- Respondimos al unisono.- Estamos estudiando.
-Ya veo, llamen si necesitan algo.
Se oyen los pasos alejarse de la habitación, mi brazo se acalambra por culpa de Karma quien está recargado sobre mí. El pelirrojo se quita sobre mí para acomodarse en una orilla.
-¿Puedes resolver el problema?
Me muestra un triángulo donde debo buscar su ángulo; con temor, tomo mi lápiz y el cuaderno, había una tabla donde venían datos, como la razón seno y coseno, y cuánto medía el ángulo.
Tardé unos cuántos minutos en resolverlo, veía cada operación que debía hacer y al final, mi respuesta fue 56°, por lo que Karma sonríe.
-Buena chica.
[...] Estábamos en el edificio principal de Kunugigaoka, el profesor nos entregó los exámenes y comenzamos, cada examen era fácil pero llegó el de Matemáticas.
Era la guerra, todos vencían cada problema, yo traté de seguir pero tan sólo mi arma era un cuchillo, Karma llegó hasta un problema monstruo y me mira con un rostro sin expresión.
Destruye la bestia para bajar como si nada hubiera pasado, mi pregunta no tenía respuesta concreta, el cómo demonios sabía demasiado.
-Al parecer tendré que castigarte.- Comenta él con una mirada fulminante.
Acabó el examen, los útimos de cada fila recogía los exámenes y los entregaron al profesor, dio una risa dando a entender que no seríamos los primeros 50 lugares.
Salimos hasta llegar al aula de la clase E, no pensaba nada más que en las preguntas dudosas, hacía cuentas y más cuentas hasta que concluí que sacaré un 57 en el examen, demonios...
-Bien, ¿cómo les fue, chicos?- Pregunta Koro-sensei.
-Fue... doloroso.- Comentamos al unisono.
-Ya veo, tan difícil fue...- Responde el profesor mirando al grupo.
[...] Han pasado 3 días después de los exámenes, Koro-sensei los entregó a mach 20, coloca la lista en el pizarrón. Veo desde el último de la lista, no me miré por ningún lado, hasta darme cuenta de que obtuve el octavo lugar con 452 puntos.
-¡¡No puede ser!!- Grité con emoción.
Karma llega detrás de mí para rodear un brazo sobre mí, acaricia mi cabeza como si de un perro me tratase.
-Sí se pudo... sí se pudo.- Dice él con una sonrisa.- Aunque... faltaron 48 puntos más para que llegaras al primer lugar con Asano.
-¿Y eso qué?- Lo miré confundida.
-Tendré que castigarte 48 veces~
-¡Aléjate de mí, pervertido!- Me oculto detrás de Nagisa.