Los días pasaban a semanas y ella no ha vuelto a ver la luz del día desde que fue secuestrada, arrepintiéndose de aceptar el trabajo de su marido: asesinar.
El clima era completamente extraño; ventoso, gélido y rara vez salía el sol junto a la lluvia, esta vez era ventoso bajando la temperatura poco a poco durante la noche.
El pelirrojo se encontraba acabado sobre todo por el trato que había hecho con el Dios de la Muerte, borrarían la memoria de su amada. ¿Cómo era posible enamorarse de alguien que no ha pasado tiempo junto a esa persona? Incluso Karma dudaba sobre aquello.
—¿Pasa algo, Karma?— Cuestionó su amigo Nagisa mientras el otro estaba sentado al borde de un edificio.
—No es nada, solamente... no puedo dejar que borren la memoria de Tn.— Respondió Karma decaído mirando la preciosa vista de noche en la ciudad.
—Un trato es un trato, por lo tanto debes cumplirlo o sufrirás las consecuencias de el Shinigami.
—¿Crees que no lo sé? Han pasado tres semanas que no he vuelto a saber nada de Tn.— Busca en su computadora millones de registros telefónicos, cámaras de seguridad y todo lo relacionado en el día de su desaparición.
Al fin encontró lo que buscaba, la localización de Tn, no dudó en ir directo ahí con ciertas armas y cuchillos necesarios para guardarlos en una maleta lo suficientemente grande.
—¡Espera, Karma...!— Dejó al pobre peliazul con la palabra en la boca.
Sube a su auto para dirigirse unos cuántos kilómetros lejos, alrededor de casi una hora, al fin llegó a un edificio completamente elegante y con alta tecnología en esta época y ciudad.
Una vez que entra, todo el lugar estaba hecho pedazos y cubierto de sangre, cadáveres y aparece el Dios de la Muerte con un cuchillo en mano con tranquilidad.
—¡Ah... Karma-kun, justo a tiempo!— Habló el pelinegro con una sonrisa.— Tn está en el piso de abajo escondida, dijo que quería verte, pero está un poco inestable por lo que curé sus heridas solamente.
Aún sabiendo que sería peligroso esta vez, sabiendo que ella lo odiaría por tal misión que le encomendaron por parte de la agencia, el pelirrojo tenía muchas cosas que decirle a la joven adulta, iniciando este gran problema debido a un matrimonio forzado. ¿Él qué podía hacer?
Debía pensar algo rápido, no quería que Tn se olvidara por completo de Karma Akabane, un gran burócrata y asesino de Japón. El chico caminó hasta donde se encontraba Tn, siguiendo el rastro de sangre hasta el elevador para llevarlo al último piso hacia abajo, encontrando guardias desmayados y demasiado heridos, y otros muertos, una vez llegando al final de un largo pasillo, ahí estaba ella, agonizando y traumatizada.
—Tn... ¿Cómo te sientes?— Cuestionó Karma acercándose a ella, pero solo se aleja de él aterrada.— Soy Karma, ¿no me recuerdas? Es hora de ir a casa, querida.
—¿Karma...?— Habló temblorosa, el pelirrojo no dudó en sacarse la chaqueta y cubrirla con ella.— Odio aquí, no quiero volver a matar.
—Ya pasó, tranquila, no volverás a matar.— Tn tomó la seguridad y confianza para abrazar a su marido con fuerza y lágrimas en los ojos.
El Shinigami aparece en la puerta cruzado de brazos esperando a la pobre mujer para borrar su memoria tal cual era su trato con el pelirrojo. Se queda pensando y decide darle una oportunidad.
—¿Estás seguro de querer estar con ella?— Preguntó el asesino con una mirada seria hacia la pareja.
—Un trato es un trato, nadie se podría enfrentar cara a cara con el mayor asesino del país, incluso eres internacional entre todos.— Respondió Karma aún abrazando a Tn cubriéndola del frío.— Si tanto quieres borrarle la memoria a la persona que quiero, adelante, supongo que será algo bueno para ella.
Ante esa respuesta, Tn quedó petrificada pensando en las citas que han tenido sintiéndose libre tal y como es, olvidándose de todo su trabajo sucio, tratando de comprender lo que sucede a su alrededor manchado de sangre.
—De verdad nunca te tengo contento.— Comentó el pelinegro dando una pequeña risa inocente que cualquiera sentiría confianza a su lado.— Te daré una segunda oportunidad, recuerda lo que hablamos, me tengo que ir, necesito tomar un poco de té después de toda esta situación.
[...] Su piel lucía quebradiza y delicada cuidando sus heridas, el pelirrojo cambiaba sus vendajes con cuidado tratando de no lastimar a Tn, ella se había retirado completamente del asesinato y quería volver a su antigua vida de una joven adulta común y corriente.
—Tn-chan...— Habló el pelirrojo un poco inseguro de sí mismo.— ¿Te irás de mi lado?
—Supongo que desarrollé el síndrome de Estocolmo, no quisiera regresar a mi antigua vida obedeciendo a mis padres y cumplir sus expectativas.— Respondió ella incrédula sin saber lo que implicaría durante la negociación con el Shinigami de que Tn permaneciera a su lado.
Esa era su respuesta, se quedaría con él aún sabiendo que es un asesino. Ella lo quería cerca de él por lo que buscaría un nuevo trabajo en el que podría dejar atrás lo sucedido.
Pasaba el tiempo por lo que llega el día en que el Dios de la Muerte se llevaría a Tn para poder borrar su memoria. Estos últimos momentos, olvidaron todo lo negativo y la pasaron como una pareja normal sin problemas.
—¿No puedes romper el trato conmigo?
—Qué osadía de tu parte, Karma-kun, pensar que eras un buen amigo para mí.
—Simplemente no quiero perder a Tn, ella desea estar conmigo.
—¿Tn-san, te gustaría estar con Karma-kun?— Saca su libreta junto con una sonrisa y una pluma en mano para comenzar a escribir.
—Sí.
—¡Retiro lo dicho, son una bonita pareja que lo dejaré pasar!— Se despide para luego correr con su historia hecha.
Al menos todo terminó bien sin ningún problema, ¿ahora qué pasaría? Se los dejo a su imaginación.
![](https://img.wattpad.com/cover/123600574-288-k97041.jpg)