Cuento de Navidad

1.6K 100 62
                                    

Las épocas navideñas comenzaban por lo que me molestaba que la gente comprara árboles de navidad, luces, cohetes, incluso hicieran festivales navideños.

Me encontraba en mi oficina haciendo cuentas de todo mi negocio durante el año que estaba por acabarse. Llega mi asistente, ligeramente rubio, alto, ojos azules y el chico perfecto para cualquier ridícula, unos cuántos minutos tarde.

-¿Qué horas son éstas de llegar, Nao-kun?- Hablé mirando mis papeles esperando una respuesta pero seguí hablando.- Haces que pierda mis ganancias cada maldita navidad, toma un día de descanso, haré todo yo sola.

-Muchísimas gracias, senpai.- Respondió el chico con esperanzas y haciendo reverencias.- No volveré a llegar tarde, se lo juro.

-Sí, sí, sí, ahora vete a casa.- Suena mi teléfono por lo que contesto.- ¿Diga?

-¡Tn-chan!- Era mi hermana haciendo sus dramas.- Nuestros padres y yo estábamos pensando que...

-Chiyo, estoy muy ocupada como para ir a la fiesta familiar, no iré.- Respondí interrumpiéndola.

-Ya veo... perdón, feliz navidad.- Colgué y seguí con lo mío.

-No veo nada de feliz en esto.

[...] Salgo de la oficina para ir directo a casa, el clima era fresco que una chamarra no podría cubrirme, veo a un vagabundo pidiendo limosna y saco una moneda, pienso en dejarlo o no y el señor se queda con ansias.

-¿Qué no pudo estudiar y conseguir dinero usted mismo?- Dije riéndome guardando la moneda en mi bolsillo.- Debería morirse de una vez, así detendría esta sobrepoblación.

Seguí mi trayecto pero choco con un chico pelirrojo volteando a verlo pero me fue difícil verlo detalladamente.

-¡¿Qué te pasa, maldito idiota?!- Grité por lo que mucha gente me miraba extrañado.

Él solamente se fue dándome una sonrisa para luego desaparecer de mi vista, llego a mi casa donde la gente se indignaba al verme, malditos idiotas.

Dejo mis cosas a un lado, mis sirvientes acomodaban todo y no quise cenar, vivía en una gran casa. Me baño, cambio mi ropa a mi pijama y decidí no cenar.

Cuando voy a acostarme, pego un grito del susto mirando a mi difunto socio flotando sobre mi cama.

-¡Esto debe ser una broma, estoy drogada!- Quise escapar pero fue inútil, cerró como por arte de magia cualquier salida.

-No te asustes, soy yo.- Miré al joven sonriendo un poco forzado.

Bajo la mirada a su pie donde estaba atado a una gran cadena, se veía pesada y él me miraba fijamente.

-¿Qué... es eso?

-¡No te asustes, idiota!- Dijo en tono desagradable.- Es cada acto egoísta y avaricia en mi vida.

-Ah... estoy drogada, ¿cierto? Es imposible ver a un puto fantasma de mi gran y difunto socio encima de mi cama.

-Tn, no quiero que te suceda lo mismo que a mí, vendrán otros tres fantasmas contigo si es que quieres cambiar tu destino.

-A ver, a ver, a ver... dices que esas cosas que tienes ahí es tu egoísmo y avaricia, ¿cierto?- Dije tomando poca confianza mirando al joven.- ¿Por qué no mejor vuelves al... infierno y pretender que esto nunca jamás pasó?

-¡Esto es importante, me estoy preocupando por ti, tú tienes una cadena aún más larga que esta, has cometido actos terribles!

-Bla bla bla, estoy cansada de que esto parezca a una típica película.

One shots [Karma Akabane x Tn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora