Él caminando por las calles resbaladizas durante la fuerte lluvia, aún faltaba poco para llegar a su hogar. Pensando en cada cosa que le sucedió el día de hoy, evita hacer contacto con los que lo rodeaban.
Una caja se rompe de golpe, lo que hace que el pelirrojo volteara y se encontrara una conmovedora escena; un pequeño gato de aproximadamente un mes y medio totalmente mojado y sucio por el lodo.
El gatito no paraba de maullar e intentando caminar, pero al parecer no lo lograba, por lo que lo carga y decide llevárselo a su cálido hogar.
El pequeño gatito estaba desnutrido, tal vez no había comido en días; el chico apresura el paso hasta llegar a su destino.
-¿Bienvenid... o? Soy Karma-titubeó él nervioso-. ¿Serás niño o niña?
Se lleva consigo al gato en la cocina buscando algo de leche y comida, ¿pero qué le daría? Busca algo decente para el animalito, hasta lograr encontrar un pequeño biberón y se lo da tal cual como bebé.
Se había dado cuenta de algo: tendría una de las amistades más bonitas de su vida.
Al terminar, camina por toda la casa buscando algunas cosas para después dirigirse al baño, donde limpiaría por completo a su nueva mascota.
-Veamos... eres niño... ¿o niña? -Trata de levantarlo con cuidado, pero a consecuencia de ello, recibe una mordida-. Está bien, no debes rasguñar, necesitas un baño.
Prepara una pequeña cubeta de agua tibia, jabón y un cepillo de dientes que ya no usaba. Con eso, logra bañar al pequeño con cuidado tirando litros de agua sucia hasta que el gato demostrara su verdadero pelaje; totalmente blanco con una extraña mancha de corazón en su oreja derecha, sus ojos heterocromáticos siendo el derecho de un color azul mientras que el otro un extraño color verde oliva.
-Eres un gatito muy bonito, ¿te gustaría vivir conmigo? -cuestionó Karma con una sonrisa mirando al pequeño, al recibir un ronroneo como respuesta, se sintió feliz- Entonces, mañana tendremos un día muy ocupado, prepárate.
[...] Mira con detalle a la nueva mascota de Karma, el veterinario da una expresión algo aceptable y a la vez sorprendido a las condiciones del animalito. El pelirrojo al ver esa expresión sintió un profundo alivio, ese gato había ablandado su corazón.
-Bueno, a pesar de haber pasado días con hambre y sed, esta niña es muy fuerte -dijo el veterinario asintiendo con la cabeza-, ¿has pensado en un nombre para la gatita?
-¿Es niña? Eh, pues... no lo sé, tenía muchos nombres para macho.
-Es mejor que vayas pensando en uno; le aplicaré algunas vacunas, por el momento está bien de salud.
-Tn suena bien -pensó en voz alta Karma, quien estaba un poco decidido ante el nombre de su nueva amiga.
-Bonito nombre, poco común por aquí.
El veterinario entrega una cartilla de vacunación de Tn, lo cual venía todo referente a las edades en que deben aplicarse para evitar enfermedades.
-Gracias -Karma toma a Tn y ambos se van de ahí -. ¿Quieres hacer algo, Tn?
Solo recibe un maullido de respuesta, por lo que hizo que Karma se esmerara por su nueva mascota.
Pasando miles de momentos juntos en casa durante el día hasta llegar la hora de dormir, él se sentía tan afortunado de tener a alguien que lo acompañara, sin poder haber tenido una oportunidad de adoptar desde pequeño.
Karma estaba dispuesto a dormir, pero Tn quería seguir a su lado.
—¿Tienes hambre? —cuestionó el pelirrojo mirando a la gatita.
Ella solo movía su cabeza buscando dónde acurrucarse, mientras ésta se encontraba en el pecho de Karma hasta llegar a su cuello donde se haría bolita y esperaría a que su dueño la acompañara para dormir.
—¿Te gustaría que te contara un cuento? —Karma se coloca una bufanda para calentar a Tn, ella solo ronroneaba— Bien, ¿qué podré contarte? Pues...
Karma pensó en relatar su historia que se basara en lo que hizo durante la semana, pero piensa en decir algo para lograr desahogarse con algo.
—Sinceramente, tuve una semana difícil; no saqué una calificación perfecta, Koro-sensei me molestó por eso mismo —habló él—. Verás, he tenido muchas cosas que hacer, incluso he actuado con impulso cuando estoy solo, pero ahora que te tengo, espero y todo cambie.
[...] Tn era ya una gatita joven, corriendo por los pasillos de la casa del joven. En cuanto a Karma, se le notaba más relajado y sonriente mientras jugaba con Tn. En eso, le entra una llamada de su amigo Nagisa.
—¿Hola? —dijo el pelirrojo—. Eh, sí... sobre eso... estaré ocupado, ¿sabes?
Tn solo miraba a su dueño quien tenía una sonrisa nerviosa, sube al sofás hasta llegar a su cuello y acurrucarse con él.
—Tengo que cuidar a Tn, no la quiero dejar sola.
Nagisa empezó a escuchar maullidos, rueda los ojos al saber que Karma estaba muy obsesionado con su nueva mascota, debía alejarse un momento y explorar el mundo.
—Luego te llamo, adiós —El chico cuelga y acaricia a Tn.
Ésta se quita de su cuello y corre para tomar el láser y dárselo a Karma, para distraerlo un rato de sus amigos. Tn corría de un lugar a otro siguiendo el láser hasta más no poder.
Se acurruca en su pierna mientras el pelirrojo jugaba en su consola, mirándolo perdido en el juego. Quería su total atención y araña su pierna haciendo que éste se quejara un poco por el dolor.
—¿Qué quieres, Tn? —acarició a la pequeña que se sentía cómoda en su nuevo hogar—. Has de tener hambre, ahora vuelvo.
Trata de levantarse, pero Tn estaba aferrada a él que no quería soltarla.
—¡Tn, te vas a caer!
Quiso tomarla, pero recibió una mordida por parte de ella, aún así caminó hasta la cocina con Tn aferrada a su pierna.
—Tn, no estoy jugando, suelta mi pantalón —dijo, Tn cayó junto con su short dejándolo en calzoncillos— Genial, estás castigada.
[...] Llega una hermosa mujer pelinaranja a la casa de Karma, su novia. Ella se lanza al chico queriéndolo besar, por lo que Tn aparece de la nada queriendo ser acariciada por Karma.
—¡Qué bonito gato! —dijo la chica.
—Es hembra, se llama Tn —respondió él cargándola con delicadeza—. ¿No es preciosa? Tn, saluda a Dai-chan.
Tn evita hacer contacto con ella, por lo que ésta maulla con odio a la chica.
—Generalmente se lleva bien con mis amigos, tal vez es cuestión de tiempo a que se acostumbre a ti.
Karma baja a la minina para dirigirse a la cocina que estaba un poco lejos de la sala. Dai intenta acariciarla, pero Tn la rasguña.
—Cómo odio a los gatos —susurró Dai mientras frunce el ceño.
Dai comienza a bajar la cremallera de su suéter dejando ver su top que hacía resaltar sus grandes pechos. Trata de sentarse en el sofá; Tn llega rápido a acostarse y revolcarse como perro, Dai intenta sacarla de ahí, pero llega Karma con un tazón lleno de botana, una soda y jugo de fresa.
—Ahora vuelvo, no tardo.
Tn mira a Karma alejarse, siente una extraña sensación en su cuello, era la mano de Dai tomándola a la fuerza y dejarla en el piso, Tn intenta subir, pero recibe una patada por parte de la chica haciendo que se molestara más y la rasguñara sin piedad.
—¿Te diviertes golpeando a Tn? —cuestionó cierto pelirrojo en la entrada de la puerta—. Qué asco de persona, ¿así te gustarían que te trataran, como basura?
—Mi amor, yo...
—¡Terminamos, que tengas un mal viaje, adiós! —Echó de una patada a la chica quedando solo junto a su gata—. ¿Por qué no me dijiste? Pudiste haber ido conmigo.
Ella voltea con su gran ego para después retirarse, se encargaría de determinar a la chica que valga la pena estar con Karma Akabane.