Su vida comenzó a sentirse como ir en un tren donde principalmente se escuchaban canciones de Owl City, un viaje animado y cubierto de esperanza. El destino era bajarse para ver a Emrys de pie en el medio del campus, saludándolo con su mano, mariposas revoloteando en su estómago, haciéndole querer vomitar.—Te ves terrible, amigo —Dijo el brujo con una sonrisa torcida—. ¿Acaso ese autobús te pasó por encima?
"Adivina de quién es la culpa" Pensó Mordred.
—Piérdete, Merlín.
—¡Ah! ¡Chispas, que humor tan adorable! —Emrys comenzó a reír, ganándose un gruñido—. Esto me trae recuerdos.
Mordred sabía bien recuerdos de quién, alguien rubio y que, posiblemente en ese momento ya le habría dicho algo como "Merlín... cierra la boca" o le hubiera lanzado algo. Ahora podía entender perfectamente a Arthur, aunque dudaba que el fallecido rey actuara de esa forma por noches de no haber dormido pensando en esos ojos azules, o por estar luchando con los sentimientos que crecían en su interior cual margaritas. Aunque era posible, ¿quién no se enamoraría de aquella sonrisa?
—¿Acaso tienes resaca?
—Ojalá ese fuera el caso —Murmuró por lo bajo. Merlín se volvió a verle, una ceja alzándose al estilo Gaius. Mordred se estremeció—. No he dormido bien.
—¿Hasta tarde escuchando música?
—Es más bien que olvidé que teníamos un ensayo.
—Hermano, vives en otro planeta.
El comienzo de un resoplido se formó en su pecho ante el trato fraternal.
—Un hermano me lo habría recordado.
—¡Ja! —Exclamó Emrys y se encogió de hombros, adelantandose mientras caminaba de espaldas—. ¡Yo también lo olvidé!Comenzó a caminar más rápido y subió las escaleras de dos en dos. Mordred hizo una mueca y se detuvo a observar sus movimientos sueltos. Merlín parecía tener más vida que él mismo. Después de las vacaciones todo había cambiado, sin embargo, si el brujo lo notó no se dio por aludido.
Mordred odiaba estar enamorado de él, lo detestaba. Pero estúpido Emrys con esa mandíbula poderosa y los ángulos afilados...—¿No vienes? ¿O es que quieres seguir mirando mi trasero? —Soltó desde la cima de la escalera. Mordred luchó por no sonrojarse.
—No es como si hubiera mucho que mirar —Contraatacó.
—Touché.Iba a ser a una larga segunda vida.
* * *
Mordred esperaba no ser muy obvio. Actuaba de forma normal, al menos, lo más normal que podía considerando la situación. Bien, tal vez se quedaba mirándolo por más de un minuto cuando él no le veía, pero estaba seguro de que Emrys hacía lo mismo a veces. Podría considerarse normal.
Sin embargo, cuando el club de fans subió una foto de ambos sentados en la escalera de la facultad de historia, una chica —cuyo nombre de usuario era, irritablemente, Lady Emrys—, comentó si era la única que había notado "la mirada". Convencido de que nadie más respondería, Mordred, cuya cuenta usaba para mirar el club de fans era privada y secreta, le preguntó directamente a qué se refería.
Ella respondió con otra fotografía. "Lady Emrys: ESA mirada".
Sin saber cómo fue que su cabeza no explotó de vergüenza, Mordred vio la fotografía en dónde tenía una sonrisa boba mientras miraba a Emrys reír una vez más. ¡Por la Triple Diosa! Deseó haber muerto en la cueva de la Disir. Luego recordó que había muerto y reencarnado.
Le preguntó qué creía que significaba.
"Lady Emrys: Es obvio, le gusta Merlín. Pobrecillo, estoy casi segura de que nuestro chico no es gay".
Mordred no estaba seguro de ello, la verdad era que no se había puesto a pensar sobre las preferencias de Emrys. De pronto, la fotografía comenzó a llenarse de opiniones. Las chicas daban miedo, algunas incluso le maldijeron por ser tan cercano a él. Otras dijeron que harían una linda pareja —Mordred decidió que ellas eran buenas personas—, y otras simplemente añadieron evidencia contundente.
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Dos vidas, un problema
FanfictionMordred era un chico con problemas. Pero el mayor problema de Mordred era que no pertenecía a aquella época en absoluto. Y su nombre, desde luego, no era Mordred. Disclaimer: Merlin pertenece a la BBC y los personajes que no tienen que ver, no sé de...