Extra I: La primera noche

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Mordred se quedó quieto al pie de la cama, con los labios apretados. Merlín estaba al otro lado, moviéndose nerviosamente.

"Entonces..." Escuchó en su mente, el brujo sonaba tan nervioso como se veía.

"Vamos, no es la primera vez que hacemos esto, Emrys" dijo, solo para intentar aligerar todo.

"Es la primera en que lo hacemos conscientemente".

Mordred estaba tan nervioso como él. "No voy a abusar de ti, ni nada. Solo vamos a dormir".

El pensamiento de Merlín fue tan claro como el agua y Mordred se encendió como una bombilla roja. El mayor se dio cuenta de que lo había proyectado por el vínculo y sus orejas se colorearon graciosamente.

—¡Lo siento! —Se apresuró a decir. Mordred llevó una mano para cubrir su boca, mirando a Emrys. ¿Cómo alguien tan antiguo podría ser tan adorable?—. No quise...

—¿Esa es la clase de cosas que imaginas?

Fue el turno de Merlín de encenderse.

—¡No!

Mordred elevó una ceja y su voz salió gruesa cuando dijo:

—¿En serio?

Emrys titubeó y miró a un costado, conteniendo un gemido. Mordred se preguntó si podría lograr que la escena que Merlín había imaginado se volviera una realidad, pero eso llevaría a otras cosas a las que seguro el brujo no estaba listo. El que fueran a dormir en su habitación, con sus padres en la contigua, no ayudaba tampoco.

—Bueno... —Murmuró Merlín. Mordred proyectó la misma escena a Merlín, para hacerle saber que se había grabado en su memoria. Dicha escena era Merlín sobre Mordred, acorralándolo contra las almohadas. Merlín gimió derrotado—. Solo han sido un par de veces.

—Quién lo diría. El gran Emrys...

Una de sus almohadas fue a parar en su cara. Emrys ni se había movido.

—A veces eres un idiota, ¿sabes?

Mordred comenzó a reír y subió a la cama.

—Ven, es mejor ir a dormir. Ya es tarde y mañana tenemos ésta cita molesta con la tía Muriel.

Merlín comenzó a reír de su estremecimiento y le imitó, metiéndose bajo las mantas. Era la primera noche en que ambos dormirían juntos desde aquella vez en el piso del brujo. Cada quien se quedó en su lado de la cama y miraron al techo. La luz se apagó sin necesidad de nada más que el brillo de los ojos de Mordred.

Tardaron bastante en conciliar el sueño, pero la mañana los sorprendió acurrucados el uno con el otro. Merlín apoyado contra el pecho de Mordred, escuchando su corazón. Una costumbre que les acompañaría hasta el futuro. Una prueba de que Mordred estaba vivo y a su lado.

Un recordatorio de que ya no estaría solo nunca más.

xXx

  ¡Hola! Cómo nunca es suficiente fluff Merdred para mí, aquí traigo un poco. Pero quería saber, ¿les gustaría algo más como, no sé, fuerte? jaja No soy mucho de esas cosas, lo mío es el azúcar, pero quería hacer algo lindo de ello, no tan explícito. Si quieren algo en especial aquí, puedo hacerlo como regalo para quien lo desee. ¡Muchos abrazos!  

Dos vidas, un problemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora