Marcel sólo quería saber porque no había agua en su departamento.
Louis sólo quería seguir durmiendo.
Harry quería estrangular a Kendall para que se callara.
Edward quería tirar a Taylor del balcón si seguía hablando de ropa.
Pero nadie obtiene lo q...
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Dublín, Irlanda. Un lugar muy pintoresco, urbano y estaba ubicado cerca del centro de la costa este sobre el mar de Irlanda, en la desembocadura del río Liffey y es el centro político, administrativo, económico, industrial y cultural de la República de Irlanda. Siendo la capital, era el lugar más poblado de toda Irlanda y no había persona en Dublín que no conociera la prestigiosa empresa "Styladvertising Inc.", que el nombre no los engañe es un poco soso pero esta era la base operativa de la industria hotelera con más status en toda Europa, contando con alrededor de 45 hoteles y cada hotel tenía un nombre diferente pero todas con el distintivo en él de 'Style', propiedad de la gran familia Styles.
Cerca del centro de la ciudad, un edificio de casi 30 pisos de altura y un sótano, de porte moderno, cubierto de grandes ventanales, magro y simple a la vista pero por dentro se desataba el mismo infierno.
Los tres alfas dueños actualmente de Styladvertising Inc., discutían en la oficina del hermano mayor. Niall, el asistente personal de los trillizos, un omega uno muy lindo, un tanto peculiar por su aroma a cítricos y sus encantadores ojos azules tenue, temía que la discusión terminara en golpes como la última vez, o la anterior a esa, o la antepenúltima, no es bonito limpiar las heridas de un alfa enojado, ahora, él era el asistente personal de tres alfas. Triple problema.
"¿Por qué tendría que ir yo?, ¡tengo que terminar la campaña para el Hotel de Cork!"
Harry aún con su cabello de colores, como un arcoíris consecuencia de un ataque de rebeldía hacia su hermano, era intimidante con su magra presencia, carácter volátil y un olor que se hacía notar a cada Styles en presencia, intimidación y respeto. Aún así, no le ganaría a Edward, él era mayor de los tres, eso trae con un rango un poco mayor entre eso, y a él no le gusta que le griten ignorando el respeto que deberían tenerle y mucho menos que le grite uno de sus hermanos menores cuando él ha mantenido su respeto hacia ellos.
"Necesitamos que alguien supervise la sucursal que está en Londres, sabes muy bien que en este momento están remodelando uno de nuestro hoteles, así que modera tu tono si no quieres que te tire del maldito balcón, Harold."
El lugar empezaba apestar gracias a las feromonas de enojo e ira reprimida que emitían ambos alfas cada uno tendiendo de un hilo para que sus partes lobunas salieran a flote, un pequeño destello rojo brillando en sus iris. No obstante, Niall y su omega no estaban intimidados ya estaban más que acostumbrados, trabajar para tres alfas le había traído un montón de ventajas monetarias al igual que miles de migrañas, por supuesto que esas últimas no les gustaban mucho.
"¡No vuelvas a llamarme Harold!" la voz de Harry resonó en la oficina debido a que era más como un rugido podía sentir sus colmillos picar en sus encías, el cabello color rojo cayendo por uno de sus ojos. "Si es tan malditamente necesario, ¿por qué no envías a Niall como siempre haces?"
El rubio frunció el ceño, oh no, él no quería ir, en Londres siempre llovía y él aborrecía la lluvia. Siempre arruinando su peinado que había tardado horas haciendo, la vanidad estaba al orden del día, acéptalo.
