Bruno

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Bruno ni siquiera alcanzaba la cúspide de su autocastigo por ser tan estúpido cuando Ángel ingresó en la habitación, perdido en su propio universo de duendes y unicornios.

- Estoy muy feliz - confesó.

- Se te nota feliz - dijo Bruno.

- Porque lo estoy - insistió Ángel. - A ti se te noto raro. ¿Qué sucedió? ¿Por qué no le dijiste nada?

- ¿De qué estás hablando?

- Amigo, el chico fue a hablarte como pidiéndote permiso para aceptar una cita con otro muchacho y tú básicamente le dijiste "ese chico es perfecto para ti, ve por él".

Bruno sintió un repentino ataque de ira por la forma que Ángel simplificaba sus emociones. Aunque tenía que reconocerle que había sido exactamente igual a cómo él lo estaba relatando.

- Lo sé, sonó como a un acto estúpido - aceptó Bruno. - Pero tal vez es cierto. Tal vez no avancé porque quizá no me gustaba tanto como creía.

- ¿Estás esperando que las cosas se solucionen solas?

- ¿Eh?

Nuevamente una puntada de irritación.

- Digo, si eres la clase de persona que se sienta a esperar a que las cosas pasen y que de repente todo mejore.

- No lo entiendo.

- ¿Estás esperando que Joshua venga y te diga 'oye, ¿sabes qué? Quizá no quiera ir con ese chico porque estoy enamorado de ti y quiero que lo intentemos.'? - ironizó Ángel. - A eso me refiero. ¿Estás esperando que los demás resuelvan la vida por ti?

- ¡¿Qué se supone que debo hacer?! - se exaltó Bruno.

- ¡Haz lo que verdaderamente sientes, hombre! - exclamó Ángel. - ¡Nunca vas a conseguir a la chica que se transformaba en mosca si actúas así!

Bruno quedó inmóvil y rígido por unos segundos.

Luego se decidió. Se encaminó hacia la salida de la habitación.

- Tienes razón.

- Espera - dijo Ángel. - ¿No vas a ir por mi chica, no? Porque la usé como metáfora. No porque en realidad te la estaba ofreciendo.

Lo dejó hablando solo mientras sentía el peso de las apropiadas palabras de su amigo.

<<Los demás no arreglarán las cosas por ti>>.

Buscó al chico con la mirada y lo encontró levantando la mesa de la cena.

No tenía que pensar más.

Si pensaba, no lo haría.

- Oye, espero que esto no te resulte raro, pero, ¿te gustaría que vayamos al cine o algo así? - disparó tan rápido que toda la oración sonó como si hubiera dicho una sola palabra.

- ¿Nosotros dos solos? - preguntó.

- Sí - dijo Bruno, suspirando. - Es exactamente como lo que suena. Me interesaría tener una cita contigo. Ni siquiera puedo creer que lo estoy diciendo, pero lo digo. Por favor, no te burles.

- De acuerdo, cálmate - dijo Lucas. - Me encantaría ir al cine contigo. Aunque pensé que tenías algo con Josh.

- No - mintió Bruno, con una sonrisa cómplice. - Creo que era una simple imaginación colectiva.

Nube de Insectos (Compendio #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora