Harry: No lo sé..- susurró en mi oído, apoyando las palmas de sus manos en la pared de la piscina, a cada lado de mi cuerpo. Okey, esto comenzó a asustarme. No sé que quiere. Digo, somos hermanastros. Pensé que la etapa de tirarme onda y todas esas cosas ya había pasado. Que todas esas joditas habían quedado atrás. Pero aquí estoy, con su cuerpo casi pegado al mío, sus labios susurrándome al oído y sus brazos acorralándome. No sé qué es lo que pretende.
Clavó sus ojos en los míos, esos hermosos ojos verdes, con vetas celestes y grisaceas. Que me observaban expectantes, como diciéndome algo. Traté de apartar mi vista de ellos, pero me resultaba imposible. Era como si hubiera una conexión entre los suyos y los míos, que no me permitía romperla. Como si sólo existieramos nosotros y nada más.
De pronto, recordé algo muy importante, que no estoy segura de si a Harry se le olvidó o qué.
Nosotros somos hermanastros, nuestros padres se van a casar. Y estamos aquí juntitos metidos en el agua, sin poder apartar la vista del otro. Esto está mal. No es correcto. Digo, quizás no está pasando nada. Todavía.. Ayer tampoco estaba pasando nada malo, y casi nos terminamos besando. Y siempre me han dicho desde niña que es mejor prevenir que curar. Así que..
Tu: Me..mejor vamos saliendo. Te..tengo frío.- ví como sus ojos adoptaban un halo de dubitación.
Harry: Eh.. si. Me..mejor salimos.
Se apartó dejándome pasar y nadé hasta la escalerita, seguida por él. Al salir del agua me dió aún más frío, por lo que comencé a temblar.
Harry: Ven, vamos adentro- dijo al notar que estaba temblando. Lo seguí y entramos al living.
Harry: Me voy a dar una ducha, te recomiendo que hagas lo mismo...- me miró de reojo, con semblante extraño. ¿Qué le pasa? Bueno, supongo de que luego del momento rarito que acabámos de tener estar raros es normal. Pero igualmente me mira de manera extraña. No lo sé, quizás sea mi imaginación. Suelo ser muy paranoica, ya lo saben.
Subimos en un silencio incómodo las escaleras y lo ví entrar a la que supongo sería su habitación cuándo vivía aquí. Nunca entré allí, me pregunto como será. En fin, fui hasta mi bañó y me di una ducha con agua caliente, juro que no exagero con que el agua estaba helada. Me estoy cagando de frío.
Luego de la ducha me sentí mucho mejor; me sequé y me puse algo cómodo, total no pensaba salir a ningún lado, y con Harry ya hay confianza:
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Me até el pelo mojado en un moño alto; no tenía ganas de secarmelo ahora. Cuando estuve lista bajé las escaleras y me dirigí a la cocina; allí estaba Harry bebiendo un vaso de agua. Al notar mi presencia, se volteó hacia mí y me recorrió con la mirada de arriba a abajo; como de costumbre. No sé que le cuesta disumular.
Ignorando sus miraditas, tomé una manzana y me recosté sobre la mesada. Ahora la que lo estaba fichando era yo. Y si, ¿él puede hacerlo y yo no? No me parece justo. Observé su torso, cubierto por una ajustada remera blanca. Aunque ya había visto su torso desnudo una vez, me sigue sorprendiendo su estado físco; está re fuerte jajaj. Pasé a su cabello... estaba aún mojado, por lo que sus rizos colgaban más deshechos y desarreglados. Se veía increíblemente sexy así... Por Dios, mirá lo que estoy pensando. Haceme el favor. Me quejo de que Harry me mira y yo estoy acá babeándo por él más o menos. Dios, no aprendo más.
Harry: ¿Me vas a seguir mirando así o puedo tomarme el agua tranquilo?- me preguntó burlón; sentí como mis mejillas adquirían un color carmesí.
Tu: Claro, tu puedes verme todo lo que quieras y cuándo yo lo hago está mal.- me defendí como pude, sonrojada. Rió.
Harry: Nunca dije que estaba mal...- le dió un sorbo al vaso que tenía en la mano- hace tiempo que no te sonrojas, ya lo extrañaba- comentó.
