Harry: -inesperadamente, me acorraló contra la pared, acercándo su rostro al mío.- ¿y qué pasa si estoy celoso?- me susurró provocándome un escalofrío...
¿Acaso acababa de admitir que está celoso? ¿A dónde intenta llegar con esto?
Tu: Am...- intenté pensar alguna respuesta inteligente, pero el tenerlo tan cerca me desconcentraba. Como si leyera mis pensamientos, se acercó aún más, sin poder evitloar ya que detrás tenía la pared.
Harry: ¿Qué pasa si me dan celos tus abrazos con Liam...?- continuó diciéndome al oído con esa voz increíblemente sexy. Traté de ordenar mis pensamientos, pero me era imposible- ¿Qué vas a hacer?
Tu: Que..que quieres Harry.- posta que estaba nerviosa. O sea somos hermanastros, además de amigos. No entiendo qué es lo qué está haciéndo. Y me asusta. Esto ya es diferente a lo de la piscina o lo del sillón y las cosquillas. Esto ya es otra cosa, aunque no sé muy bien qué.
Harry: ¿Qué es lo que quieres tu?
Tu: No quiero nada- wow, que respuesta más inteligente, lo sé. Compréndanme.
Harry: ¿Ah... no?- cambió su posición colocándose aún más cerca de mí, con su aliento chocándo en mi frente. Me estremecí. ¿Por qué no lo aparto? ¿Qué mierda pretende con todo esto?
Tu: Si haces todo esto porque me llevo bien con Liam...-comencé, tratando de buscarle una explicación.
Harry:- me interrumpió- ¿el hacer qué?- su voz adoptó un matiz juguetón.
Tu: Am, hum, estar así...- la concha de tu madre Styles.
Harry: ¿te pongo nerviosa?
Tu: -lo miré mal. Qué pregunta más idiota- sabes que si.
Harry: ¿Y te molesta?- comenzó a jugar con un mechón de mi pelo, mirándome a los ojos. Traté de apartar los míos de los suyos, pero no puedo, son como imanes.
Tu: Harry, ¿estás borracho?- aunque no tenía olor a alcohol en a boca, siempre cabe la posibilidad de comerse un chicle. Lo mejor es estar seguros-
Harry: -soltó una risita- no seas boba.
Tu: Entonces explicame por qué haces esto.- exigí. Se habrán dado cuenta de que mi mente comenzó a funcionar correctamente otra vez; ahora puedo formular frases normales. Algo es algo.
Harry: No lo sé.. quizás porque los dos queremos estar así- respondió con tono de obviedad, pero igualmente serio.
Tu: ¿Y a ti quién te dijo que yo quiero estar así contigo?- lo miré desafiante. ¿Qué se piensa?
Harry: Veamos.. - se apartó unos centímetros de mi, pero aún manteniendose cerca; no tanto como antes claro. Abrió los brazos a los costados de su cuerpo- ¿tu que quieres?- clavó sus ojos en los míos, mirandome intensamente, atravesándome con la mirada. Por más que me cueste admitirlo, no quiero irme a ningún lado. Y eso está TOTALMENTE mal, porque él es mi hermanastro. HER MA NAS TRO. ¿Qué estoy haciéndo? ¿Por qué no me voy de aquí? Supongo que tiene razón, los dos queremos estar así, como estamos ahora. Y no sé muy bien a dónde nos va a llevar esto, sólo sé que mis piernas no me permiten moverme de aquí, e inconcientemente yo tampoco. ¿Qué me pasa? No sé. No tengo la más pálida idea de qué mierda está pasando entre nosotros dos.
Al ver que no me movía, vi un brillo en los ojos de Harry, que se adelantó lentamente, eliminando los pocos centímetros que nos separaban. Y antes de poder si quiera entender que estaba haciéndo, sentí unos suaves labios chocar con los míos, urgentes, abrazadores.
No sé quién le dió permiso a mis manos, pero solas subieron hasta las mejillas de Harry, mientras las suyas se ubicaban en mi cintura, estrechándome contra su cuerpo. Cuando le permití el acceso a mi cavidad bucal, el beso dejó de ser dulce para tornarse más apasionado. Nuestras lenguas estaban en una guerra la cuál ninguna de las dos quería perder. Sentí una de sus manos en mi cuello, mientras la otra permanecía en mi cintura, acariciándola levemente. Deposité mis manos en su cuello, permitiéndole a mis dedos jugar con la parte baja de su cabello. Me empujó suavemente hasta quedar recostada en la pared, mientras nuestros labios adopatban un lado más salvaje.
Luego de un rato, nuestros pulmones nos exigían oxígeno a gritos. Lentamente retiré mis labios de los suyos, para poder tomar aire. Abrí los ojos lentamente, encontrándome con los suyos, que me observaban intensamente, mientras los dos jadeábamos, tratando de recuperar el aire perdido.
Luego de unos segundos, nuevamente sus labios se abalanzaron sobre los míos, fundiendose en un beso mucho más tierno. Y fue allí cuando me invadió una oleada de racionalidad.
Lentamente, coloqué mis manos sobre su pecho, apartándolo levemente de mí, lo suficiente como para separar nuestros labios. Abrió los ojos, mirándome interrogante.
Tu: No podemos...- susurré calmada, sorprendiéndome de mi misma.
Harry: Claro que podemos- volvió a atraerme hacia él, dejándo sus labios a milímetros de los míos.
Tu: Harry, no.. esto esá mal.
Harry: No, no está mal.. Es lo que queremos nosotros.
Tu: Nuestros padres se casarán. Somos hermanastros- dicho esto, lo aparté aún más, firmenete, disolviéndo nuestro abrazo. Me miró seriamente. Pasaron algunos segundos que se me hicieron interminables, antes de que volviera a hablar.
Harry: Am.. supongo que tienes razón.. lo siento..- habló. No creo que en realidad lo sienta, y yo tampoco. Ese es el problema, aunque sé que está mal lo que hicimos no tengo claro todavía de si me arrepiento. Y creo que no.
Tu: No.. no importa. Fue un impulso simplemente- traté de restarle importancia. Su mirada dejó entrever claramente que no estaba de acuerdo con lo que dije, pero lo ignoré.- será mejor que nos vayamos a acostar..
Harry: Am, si. Claro.- se rascó el cuello, nervioso. Aún me seguía mirando de aquella manera tan intensa que hacía que olvidara como respirar. Rápidamente, me di la vuelta para volver a mi habitación. Ni a palo iba a la misma sala que Harry luego de esto; no sabría como mirarlo a la cara.
Entré rápido y cerré la puerta tras de mi. Me recosté en la cama, colocándome un almohadón en la boca para que no se oyera mi grito. La puta madre. La reconcha de la lora. Me acabo de besar con Harry. O sea, con mi hermanastro.
