2 _ Debí darme cuenta ✓

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Me encontraba en el centro comercial con mi mejor amiga Carla, mis padres y mi hermana pequeña, ya que íbamos a elegir la decoración para la casa pues las nabidades se acercaban muy rápido y nuestro hogar necesitaba una decoración diferente este año, ya saben, una decoración más cool, o al menos eso dijo papá.

Estaba viendo algunas decoraciones y lo vi pasar, era él, el chico que estremecía mi corazón, cada que lo veía no sabía que decir, cuando me acercaba a él parecía que estábamos solos y que todo nuestro alrededor desaparecía, eso sentía yo, lo cual provocaba que los nervios se me notaran a mil kilómetros de distancia, o eso era lo que me decía Carla.

- Anda, tienes que hablarle, ya, ahora -me insistía.

- No puedo, sabes como me pongo ¿no?

-Ya, que pareces un tomate rubio de ojos azules - dijo. Si será, ¡se está burlando de mí!

Volteo la mirada para poder observarlo, sus ojos eran hermosos, verdes y bellos. Cabello marrón y se veía tan suave. Su piel, blanca, pero nunca llegaba a verme pálido.

Mientras prestaba toda mi atención hacia él, había alguien que me vigilaba sigilosamente: un vesino. Él me observaba sin que yo lo notara. Tube que notarlo, a mí esas cosa me suelen dar escalofríos, pero estaba muy ocupada mirando a Julian, y me era inevitable no pensar en él todo el tiempo.

Aquel vecino tenía pensado muchas cosas en las que me era muy difícil sospechar, por qué bueno, él no parecía un tipo malo del qué desconfiar, no parecía que me quería hacer daño, abeces las personas más buenas, no lo son. Nunca debí seguirlo, nunca debí confiar en él. Era un actor fenomenal.

Salimos del centro comercial con muchas cosas, compré un regalo para cada uno, muchas decoraciones y miles de luces para la casa. Guardamos las cosas en el porche el auto, mi hermana y yo íbamos en la parte de atrás discutiendo cuál era mejor, si su chaqueta de cuero o mi vestido rojo. Al final decidimos que los dos eran buenos. Somos una distintas, y para tener diez años, mi hermana es mucho más inteligente e intuitiva que yo. Por no decir que le gustan las chaquetas.

...

Pasaron los días en los que me dediqué a trabajar, y mi trabajo era observar desde la oscuridad a Julian - cielos, eso sonó muy tétrico -, él iba al taller de fotografía y yo al de teatro, ambos salones quedaban a una aula de separación, a la izquierda el de teatro, en el centro está el salón de música, y a la derecha se encuentra el salón del club de fotografía. Salimos a la misma hora, y siempre nos cruzamos, pareciera que me mira algunas veces, pero no planeo hacerme falsas ilusiones. Jamás le gustaría yo, creo.

Quedé con Carla para salir en noche buena, claro que después de la cena. Le rogué mucho a los padres para que de dejen ir de noche. Y después de tanto esfuerzo lo logré. Deberían darle un premio por eso, son muy difíciles de convencer.

...

La noche buena llegó, ¡por fin!, mi madre hizo una comida deliciosa. De restaurante, digna de ganar Master chef. ¡Una comida exquisita¡ sin duda. Mi padre colocó la decoración súper hermosa y digna de contemplar, aunque yo también ayudé, así que nos quedó hermosa. Carla vino a cenar con nosotros, también trajo a su madre, yo siempre las invito, no quisiera que la pasen solas. Las quiero muchísimo a las dos.

Terminó la celebración y voy saliendo con Carla. Uh, noche de chicas, y tengo por seguro que nos vamos a divertir .










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