Narrador omnisciente
Un chico con pijama y con una chaqueta mal puesta, baja de una patrulla y llega al lugar. Hay demasiado ruido. Los carros de policía se encuentran rodeando una estructura de construcción supuestamente abandonada. Han colocado cinta policial para que esa gran cantidad de personas acumuladas reconozcan el punto limite de paso. Hace unas horas una persona llamó a la central de policías diciendo que escuchó unos casi imperceptibles gritos de ayuda, los cuales provenían de ese lugar. La persona entró a revisar, pero unos hombres lo vieron y siguieron, así que no hizo más que huir.
Y ahora, horas más tarde, están ahí.
Julian
Hace una media hora la policía tocó la puerta de mi casa. Estaba hecho un lío cuando me dijeron que encontraron un cuerpo dentro de una estructura abandonada. Joder, en ese momento tenía, y tengo tanto miedo. Hay demasiada gente, el lugar está repleto. <<Dicen que es una chica>>, <<Pobre niña, debió de tener tanto miedo>>, <<Cierto, que pena por su familia>>. Escucho a la gente hablar. Tengo miedo, mi corazón late a toda velocidad. Es una chica. ¿Será ella?, no, no tiene que ser ella, Carla está bien, lo sé, joder, lo sé.
Mi vista se nubla. Me desespero. Paso por debajo de la cinta y corro a toda la velocidad que puedo hacia dentro del lugar. Unos policías intentan detenerme, y me gritan que pare. Pero no me detengo. Me adentro al lugar, casi al fondo logro divisar una manta cubriendo algo. El cuerpo. Mierda, es ahora o nunca. Me arrodillo al costado del cuerpo. Con mano temblorosa tomo una parte de la manta, sierro los ojos con fuerza y tiro de ella.
Bueno Julian, cálmate y abre los ojos lentamente...Y eso hago.
Mi cuerpo cae de espaldas. Joder.
Mierda, tenia razón, no es Carla. Pero es otra chica. Esos idiotas me las pagarán. La familia de esta chica debe de estar igual o incluso mucho peor que yo. Gilipolleces, puras gilipolleces. Los encontraré.
- Eh, chico, no deberías estar aquí, largo.
Levanto la mirada. Es un policía. Me toma de la chaqueta y me levanta bruscamente. No puedo ni siquiera reclamar. Aún estoy en shock. Cuando salgo, veo que mi madre se encamina donde me encuentro y me abraza. Me sujeta el rostro y seca lagrimas que no sabia que existían. Me pregunta si en Carla. Suelto una pequeña risa mientras lloro, y niego con la cabeza. Me vuelve a abrazar. Se que ella me comprende. Sabe el miedo que sentí, y el miedo que siento en este momento.
Es entonces cuando veo a una pareja, de esposos supongo. Ambos entran al lugar. Los sigo con la mirada. La señora está llorando, y el eñor se hace el fuerte, lo se, yo también hice eso en algún momento. Minutos después ellos salen del lugar. Ambos están destrozados. Joder, son los padres de la chica. La señora cae al suelo y empieza a llorar con fuerza mientras su esposo se arrodilla también y la abraza.
Me estoy calmando, creo saber donde e visto el rostro de la chica antes.
- Madre, tengo que ir a casa, rápido, ahora.
Corro al auto en que a venido mi madre aparte. Abro el maletero y saco la bicicleta. Con el trafico es más difícil. Yo quiero respuestas ahora. Manejo lo más rápido que puedo, hasta llegar a casa me demoré unos quince minutos. Dejo la bicicleta tirada en el suelo, abro la puerta, creo que la dejo abierta, pero no me importa. Subo las escaleras lo más rápido que puedo hasta llegar a mi habitación. Abro el cajón de mi escritorio y saco el libo verde.
°°°
Connor
Nos trajeron a un lugar remoto. Nos vendaron los ojos, así que no tengo ni idea de donde nos encontramos. Fuimos separados, el grupo de chicas fue trasladado a otro lugar. Aquí solo hay chicos de mi edad y lastimosamente también niños. En este instante estoy abrazando a un pequeño llamado Oliver. El pequeño tiene mucho miedo y no ha dejado de llorar. Intento calmarlo, aunque es un intento inútil.
- Vamos pequeño, se que... todo esto terminara ¿Está bien? un chico que conozco, se que nos está buscando. Bueno, a alguien más en específico, pero lo está. Y nos encontrará, es muy listo. Lo es.
Y lo abrazo con más fuerza cuando escuchamos la puerta de metal abrirse. Pero nos separan otra vez. Sacan a todos los chicos de mi edad y nos dirigen a otro camión. Escucho que los vigilantes hablan entre si y me acerco solo un poco mas: <¿Enserio compró a todos estos chicos?>, <Solo son quince José>>, <Es una gran venta>.
Vendidos. Joder, fuimos vendidos.
Carla
El camión se detiene. Abren las puertas y un grupo de personas nos toman a cada una. Me quiero resistir y huir, pero ni siquiera se donde estoy. No hay nada que hacer. Entramos a un casa y bajamos las escaleras hacia el ático. El hombre que me tomaba del brazo con fuerza me lanza al suelo con brusquedad. Es entonces que me doy cuenta de lo que están apunto de hacer.
Cada hombre elige a una chica, las van a violar, nos van a violar.
Yo forcejeo, y le pego un puñetazo y una patada. El hombre toma de mis muñecas con fuerza y empieza a besa mi cuello desesperadamente. Pero yo lloro, grito y no dejo de soltar patadas.
- Para, por favor. Detente!
Me propina una fuerte cachetada y se levanta. Pero no se va a ir. Toma una jeringa y le echa un liquido extraño. Se dirige hacia mi como un estúpido predador. Toma mi brazo con brusquedad y me inyecta ese líquido. Suelto un muy fuerte grito. No dejo de llorar, pierdo fuerzas. Él me toca, no puedo hacer nada, solo sentir asco.
Tengo mucho miedo.
Julian, encuentrame por favor.
.

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Desde mi Cielo
Ficção AdolescenteMataron a Lily. Esto no quedará impune. No sé cómo lo haremos, pero encontraremos al responsable y lo haremos pagar. Muchas cosas pueden pasar. ¿Estaremos bien?