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Vicente:

Iba de camino a la casa de la Belén, porque quedamos de ver una serie y me desvié pa' comprar muchas hueas para comer.

No hay mejor cura que la comida para un corazón roto.

Mientras caminaba por los pasillos del super, me di cuenta de lo ahueonao que era, porque hace un año estaba cagao en todos los ámbitos de mi vida y solo la Javi me hizo sonreír y sonrojarme por sus notitas. Pero, la cagué el doble cuando no la busque solo porque no me interesaba la mina.

Cuando compré todo, me fui a la casa de la Belén, de seguro estaba mal porque me llegó contando que el Diego estaba pololeando, mientras lloraba.

[...]

Ya estabamos comiendo algo y veíamos la serie a la vez.

-¿Todavía estai mal?- le pregunté. Estabamos acostados en su cama.

-Sí.- suspiró.-El Diego me gustaba de verdad, no era algo pasajero.- respondió desanimá.

-Pero ya pasó po.- respondí igual un poco triste.

-En volá, yo si me imaginaba con él.- hizo una mueca.

-¿y si nos olvidamos de ellos?- me acerqué a ella lentamente y había entendido lo que había querido decir.

-Dale po'.- me sonrió y me besó. Le seguí el beso, solo quería dejar de pensar en la Javiera y en toda la mierda que me hacía sentir.

Mis besos fueron bajando hasta su cuello y podía sentir como su respiración se aceleraba.

De a poco, esta huea se iba descontrolando.

Sus manos pasaban de mi cuello a mi pelo, lo desordenaba desesperada. Se subió arriba de mi, baje mis manos a su poto y lo aprete un poco. Comenzó a subir mi polera, la ayude a sacarmela y también le ayude a sacarse la suya. Como pude, me puse arriba de ella y mis besos la hacían jadear más.

Nunca me había interesado mi mejor amiga, pero verla así, debajo mío casi desnuda, era demasiado rica.

Le saqué los pantalones delicadamente, porque era mi primera vez con ella, aunque ya lo había hecho en anteriores oportunidades con otras minas.

-No soy virgen.- susurró en mi oído viendo que me demoraba caleta y hacía todo lento, pero eso hizo que todo fuera mucho más fácil. Toqué todo su cuerpo, por arriba de la ropa interior y ella hacía pequeños agarrones ahí abajo.

Hice todo más rápido, mis manos recorrían su cuerpo y oía como gemía. Volví a sus labios, nos besamos como si tuvieramos demasiadas ganas del otro. Empezó a masajear mi miembro por encima del pantalón y sentía que iba a explotar. Cuando ya estábamos bajando la intensidad, viene y me desabrocha el cinturón mirandome de una manera provocativa.

-¿Estai segura?- mi respiración estaba muy agitada.

-Sí.- respondió bajando el pantalón.

Ahora sí, estabamos en ropa interior. Se subió arriba mío haciendo fricción entre nosotros. Tomé su trasero y marqué el ritmo. Veía como mordía su labio, se estaba volviendo loca y no aguantaba estar en ropa interior.

-El Diego....- intentaba hablar, pero era demasiado lo caliente que estaba.-El Diego se perdió esta hueá.- me sonrió. Estaba entera roja y agitá.

-Lo mejor es que yo no soy el Diego.- le di el medio beso hueón, estaba que me la comia entera.

-Eri mucho mejor que ese sacohueas.- me sonrió provocativamente.

Esa tarde, me olvide de la Javiera y la Belén me dejó muy en claro que podía volver hacer lo mismo que hicimos esa tarde, incluso mejor.

N//A: Me maté, cjau.

-WeaOriginal🌚✌

Cartas a la hueona X [CHILENSIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora