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Naím llega a las puertas de la casa de Iván Ártazar acompañado de sus hombres, Mateo baja del auto y le abre la puerta a su jefe, si vas a la guerra, debes hacerlo en grande, los hombres de Artazar se situaron frente a la entrada de la casa, al igual que si gente, ellos también estaban armados.

-¿Sabes que al venir aquí le estas declarando la guerra?- opina Mateo.

-Si, pero él fue quién la inicio hace mucho tiempo- contesta Naím al observar con detenimiento la fachada de la mansión, la puertas se abren y Iván hace su aparición, con su típico porte de niño altanero y rico, a su lado Hugo lo sigue silencio y al ver a Naím frunce el ceño, esta situación no le gusta nada.

Naím

-¿Supongo que no vienes a visitarme por los viejos tiempos?-dice en tono casual.

-Lo- contesto- sabes... últimamente estoy teniendo algunos problemas, vienen queriendo matarme cada vez que pueden, lo malo es...- hago una mueca divertida desafiándolo- que no lo logran.

Iván carcajea como si la situación le divirtiese.

-¿Piensas que tengo algo que ver con eso?- me pregunta directamente.

- ¿Tú que crees?-pregunto sin quitarle la mirada de encima.

-Pienso que eres un fastidio cada vez que nos cruzamos- me contesta sin mas, la expresión en  su rostro cambia.

Le hago una seña a Mateo, este camina hacía unos de los autos y abre la puerta de adentro saca por la fuerza a uno de los hombres que intentó atacar a las chicas esta mañana, lo trae prácticamente a rastras y lo tira delante de mi y de Iván, el sujeto esta mal herido.

-¿Qué es esto?- pregunta Iván como si no lo supiera, al ver al hombre tirado delante de él.

-Ayer atacaron a mi novia y a la esposa de mi hermano, ¿sabes qué es lo mejor de todo esto?, resulta que este hombre señaló a uno de los tuyos como la persona que lo contrató- le digo.

El rostro de Iván comienza a transformarse y la ira lo invade, di en el maldito clavo.

-Vienes a mi casa- comienza a hablar con tono de rabia- tú y tus hombres ¿y dices que yo e intentado matarte?- se ríe el muy cínico.

-¿Sabes que creo?- le digo desafiándolo-  creo, aun después de todo este tiempo, sientes el complejo de niño rechazado por la chica que le gusta y que aun no lo has superado.

Iván saca de repente su arma y me apunta directo a la cabeza, esta molesto, pero yo me mantengo en mi tranquilidad sin perder los estribos, mis hombres lo apuntan, su segundo al mando me apunta y su gente hace lo mismo.

-Lárgate de mi casa ahora mismo Alfonso.

-Sabes también como yo que esto terminara con uno de los muerto- le digo en voz baja sólo para que me escuche él- la próxima vez que intentes algo como lo de hoy, vendré por ti y no seré tan misericordioso- retrocedo unos pasos y Iván dispara unos cuantos tiros al aire a modo de frustración.


Hugo sabe que esto es la guerra, Naím Alfonso llegó para declarar la guerra entre ambos, siguió adentro a su jefe, que esta igual que un perro rabioso, entra a la oficina y comienza arrojar todo lo encuentra contra la pared.

-¡HIJO DE PERRA!, ¿lo viste Hugo?, ¡el muy bastardo se atreve a venir a mi casa y desafiarme!.

-Debería calmarse primero jefe- le aconseja en modo tranquilo.

-¡Y UNA MIERDA!.

Iván se detiene en medio de su oficina, respira agitado pero trata de bajar los niveles de su furia.

Los príncipes de la mafia II  : NaímDonde viven las historias. Descúbrelo ahora